Artículos periodísticos y de investigación

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12 de diciembre de 2024

El investigador científico universitario en la sociedad global (II)

 EL INVESTIGADOR CIENTÍFICO UNIVERSITARIO EN LA SOCIEDAD GLOBAL (II)

Escribe: 

Dr. Eudoro Terrones Negrete

Objetivos  del Investigador Científico Universitario

Son objetivos del investigador científico universitario:

1.    Realizar el estudio sistemático y organizado de un problema basándose en fuentes confiables, hipótesis y variables apropiadas y orientado a su solución.

2.    Acopiar informaciones, procesarlas, seleccionarlas, interpretarlas y valorarlas usando métodos, técnicas e instrumentos científicos adecuados.

3.  Afinar y profundizar conceptos, tesis y argumentos científicos para enriquecer su bagaje cultural.

4.    Relacionar, sintetizar, explicar los argumentos extraídos de la investigación y traducirlos en las conclusiones del trabajo.

5.  Producir conocimientos relevantes de interés social y de alto nivel en el ámbito de las disciplinas científicas, humanísticas y tecnológicas.

6.    La formación y superación profesional en los campos científicos, humanísticos y tecnológicos de docentes, especialistas y expertos universitarios.

7.  Promover una cultura académica de calidad mediante la investigación como estrategia del proceso de enseñanza-aprendizaje.

8.    Contribuir al desarrollo sostenible e integral de los países y al avance de la ciencia y la técnica.

 

Finalidad del Investigador Científico Universitario

El investigador científico universitario tiene por finalidad: 

1.    Lograr el conocimiento verdadero sobre hechos, temas y problemas de interés general.

2.  Descubrir, describir, explicar y predecir principios generales sobre hechos, temas y problemas de investigación.

3.  Formular hipótesis, variables, indicadores, índices, leyes, teorías y demostrar su validez y eficacia en situaciones reales concretas de la investigación.

4.    Formular y generar nuevos problemas y nuevas interrogantes a resolver.

5.    Impulsar el desarrollo de la investigación pura, aplicada, cuantitativa o cualitativa,  mediante el uso de métodos, técnicas, procedimientos e instrumentos científicos válidos y confiables.

6. Aplicar el conocimiento científico en un aspecto de la realidad social, política, económica, ecológica, cultural y educativa.

7.  Contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas y a la competitividad de las empresas y de las organizaciones sociales.

8. Promover la formación y  la actualización interdisciplinaria y multidisciplinaria de nuevos investigadores para la universidad en la que labora.

9. Contribuir a mantener vínculos de cooperación académica y técnica de la universidad con los sectores productivos y sociales, mediante la realización de proyectos de beneficio y riesgo compartidos. 

 

Funciones del Investigador Científico Universitario

En el cotidiano quehacer investigativo de descubrir respuestas a determinadas interrogantes, el investigador científico universitario cumple las funciones básicas siguientes: 

1.  Hacer de su vida un camino con objetivos claros, precisos y de renovación, con idearios y normas de vida laboral, sacando de cada acontecimiento, problema y experiencia el mejor fruto posible.

2.   Sortear los obstáculos, interrogar a una y otra persona, no pasar por alto algún indicio, mantener vivo su interés y rigurosa observación en el problema que investiga. 

3.    Escoger la mejor pista hasta encontrar el nudo de la investigación.

4. Decir la verdad y publicar lo que investiga para conocimiento de la población y de los integrantes de la comunidad de científicos.

5. Hacer “dormir” la investigación en caso de ser necesario, y  en otras ocasiones hacer planes antes de empezar su jornada, verificando las pruebas instrumentales que va acumulando.

6.  Analizar cómo es la realidad, por qué es así y no de otra manera, por qué es como es la realidad natural y social.

7.  Prever o predecir qué y por qué ocurrirá algo en el futuro.

8. Actuar con inteligencia, responsabilidad, imaginación, idoneidad y transparencia hasta lograr la transformación de la realidad en el contexto geográfico, social, educativo, cultural, histórico, económico y ecológico.

9. Criticar y coadyuvar a profundizar las investigaciones sobre un hecho, tema o problema de interés público. 

 

El quehacer  del Investigador Científico Universitario

"Los investigadores coleccionan y analizan datos, desarrollan hipótesis, replican y extienden trabajos previos, comunican sus resultados a otros, revisan y critican los resultados de sus pares, entrenan a otros futuros científicos, y se insertan en la vida de la comunidad científica" (NAS, 1995).

Los científicos no son una clase aparte (no existe la carrera universitaria de científico) sino que pertenecen a distintas profesiones que obedecen a unos principios deontológicos (ética profesional) con los cuales el científico aporta a la construcción de una ética del investigador, refiere Luis Fernando Ospina G.[1] 

Este mismo autor puntualiza: “El trabajo del científico tiene sentido en la medida en que sea validado por la comunidad científica y llegue al dominio público para poder ser considerado como "conocimiento científico". El afán por obtener fama y reconocimiento, y con seguridad presiones económicas de las empresas, entre otras razones, han permitido que se extiendan prácticas deshonestas en el quehacer científico; lo cual desvirtúa la naturaleza misma de la ciencia”.

Se reconoce que la ciencia es un elemento valioso al servicio de la paz, el progreso y la lucha contra la pobreza, y que la responsabilidad social del científico se debe tanto a las generaciones presentes como a las futuras (UNESCO & ICSU, 1999).


Caracterización del Investigador Científico Universitario

El investigador científico universitario es el profesional que tiene valiosas cualidades, algunas son innatas y otras adquiridas mediante la educación y la instrucción e incluso a través de las experiencias que trascurren a lo largo de su vida.

 

Características generales

Son características generales del investigador científico universitario las siguientes: 

a.    Amor por la verdad, el saber, la ciencia, la cultura y la investigación. 

b.    Concentración del pensamiento en la investigación a desarrollar. 

c.    Perseverancia en el pensamiento y en la acción hasta conseguir los objetivos, fines y metas trazados en los proyectos de investigación.

d.    Curiosidad por observar los indicios de irregularidad. 

e.    Entusiasmo e iniciativa en todo momento, lugar o circunstancia. 

f.      Intrepidez. 

g.    Paciencia, calma y buen humor. 

h.    Predisposición a trabajar en equipo funcional y de manera multidisciplinaria. 

i.      Rigurosidad científica o atención al detalle. 

j.      Tenacidad. 

k.    Voluntad o “fuerza espiritual”.

 

En lo académico

En lo académico el investigador científico universitario reviste las siguientes características:

a)    Conocimiento de la metodología científica (métodos, técnicas e instrumentos de investigación).

b)   Conocimiento del significado, alcance y trascendencia de la ciencia que profesa.

c)    Hábito permanente por el estudio y la investigación científica.

d)   Conocimiento a fondo de los aspectos de la materia que ha elegido para realizar un trabajo de investigación científica.

e)    Está liberado de prejuicios, dogmas e intereses subalternos.

f)    Está provisto de voluntad tenaz para investigar seriamente y con independencia de criterio y rigurosidad científica.

g)  Tiene buena memoria, imaginación creadora, capacidad de concentración y atención, estabilidad nerviosa y anhelo de originalidad en el pensamiento y la acción.

h)   Tiene un nivel académico de calidad en maestría, doctorado o post doctorado.

i)     Tiene los necesarios y suficientes conocimientos y la experiencia para formular alternativas de solución a los problemas que investiga.

 

Capacidades 

Cultiva y desarrolla varios tipos  de capacidades:

a) Capacidad de observación.

b)   Capacidad comunicativa.

c)    Capacidad de planificación y de previsión.

d)   Capacidad para asumir riesgos.

e)    Capacidad para llevar adelante la investigación original, de manera   independiente  o en equipo de trabajo.

f)    Capacidad para sistematizar sus pensamientos y organizar sus actividades  de investigación.

g)    Capacidad de autocrítica, con el fin de reconocer y corregir a tiempo      los posibles errores que podría cometer.

h)   Capacidad de organización y de sistematización de datos. Todos los integrantes de un equipo de investigación deben conocer detalladamente lo que tienen que hacer durante el proceso y el desarrollo de la investigación, a la vez que aplicar las mismas definiciones y los mismos criterios a todos los participantes y actuar de forma idéntica ante cualquier duda sobre la base de un protocolo de investigación en el que se especifica los pasos a seguir y los detalles del estudio.

 

Cualidades morales

El investigador científico universitario posee las siguientes cualidades morales: 

a.    Espíritu de justicia y de bien social.

b.    Honestidad intelectual. 

c.    Independencia de criterio.

d.    Imparcialidad.

e.    Lealtad. 

f.     Respeto a la dignidad de las personas. 

g.    Responsabilidad.

h.    Sensibilidad social.

i.      Ánimo de aportar conocimiento relevante y útil a la sociedad.

 

En lo actitudinal

El investigador científico universitario cuenta con disciplina, persistencia y perseverancia en el trabajo, a la vez que ostenta actitudes de orden cognoscitivo, reflexivo, objetivo y moral, en el acopio de datos y en la organización de las actividades de su trabajo mediante planes de investigación y  riguroso seguimiento, desde el principio hasta el fin. Expliquemos las actitudes cognoscitiva, reflexiva y objetiva.

Actitud cognoscitiva. Ante lo desconocido el investigador demuestra curiosidad y ansia de saber y de descubrimiento; demuestra actitud abierta al proceso de conocer y disposición de aprender e investigar sobre la esencia y la verdad de las cosas, hechos, fenómenos, situaciones o problemas de diversa naturaleza y complejidad.

Actitud reflexiva. El investigador actúa con pensamiento, sentido y espíritu crítico y autocrítico en el análisis de las fuentes, en la aplicación de métodos y técnicas de investigación y en la detección y selección de los problemas de investigación, con el fin de estar en condiciones de realizar aportes personales y proponer enfoques de impacto a futuras investigaciones.

“El buen investigador es autocrítico,- señalan María de los Ángeles Fernández y Julio del Valle-  Sabe que, aunque su investigación haya podido arrojar resultados que respalden su hipótesis, siempre es posible que una próxima investigación produzca resultados distintos, por lo que ninguna hipótesis puede ser absolutamente demostrada o comprobada de forma definitiva. Siempre podría ser el siguiente resultado el que revele que la explicación propuesta, aunque hasta ahora validada, no funciona de forma suficiente para brindar una explicación suficientemente adecuada de la realidad en su conjunto...El buen investigador sabe que sus métodos pueden ser perfectibles, sus hipótesis más explicativas, sus explicaciones o interpretaciones de los resultados obtenidos más pertinentes, etcétera. En ese sentido, es consciente de la perfectibilidad de sus acciones: siempre es posible informarse un poco más, diseñar un método de indagación un poco más preciso o adecuado, ir un poco más allá en sus indagaciones, entre otros; y, sin embargo, esta conciencia no lo paralizará sino que lo motivará a hacer cada vez mejor las cosas”.[2] Actitud objetiva. El investigador demuestra disposición  positiva y optimista para estudiar y enfocar las fuentes de conocimiento tal como ocurren en la realidad.

Autocontrol. El investigador practica el autocontrol de sus sentimientos, emociones, pensamientos, carácter y personalidad.

Autonomía. El investigador tiene la capacidad suficiente para pensar y actuar libremente y relacionarse con los integrantes de su equipo de investigación de manera óptima y provechosa.

Coherencia. El investigador es congruente y coherente entre lo que piensa, dice y hace sobre el hecho observado y que es materia de investigación.

Disponibilidad horaria. El investigador dispone de tiempo suficiente para generar nuevos conocimientos, toda vez que los grandes inventos y descubrimientos científicos no se hacen de la noche a la mañana sino que requieren de muchas horas, semanas, meses y años de estudio, análisis e investigación.

Dominio del idioma. Quien se precie de investigador tiene que dominar y practicar necesariamente el idioma inglés y otros idiomas extranjeros, según la naturaleza y la complejidad de la problemática que investiga.

Dominio de métodos científicos. El investigador demuestra habilidad y experiencia en el manejo adecuado de métodos, técnicas, procedimientos, equipos, herramientas e instrumentos de investigación científica.

Olfato de investigador. El investigador cultiva y desarrolla el buen

“olfato de investigador”; cuenta con una base de datos y un directorio de fuentes creíbles; permanece bien informado; busca el ángulo novedoso del problema de investigación y pone en contexto los hechos.

Competencia profesional. No cabe duda que un buen investigador deberá saber seleccionar y aplicar los métodos y las técnicas apropiadas a los temas, problemas y actividades del proceso de investigación.

Honestidad intelectual. Un investigador de nota no manipula los datos, no recurre al plagio, respeta los derechos de autor o de propiedad intelectual, reconoce sus aciertos, admite sus errores y trata de corregirlos de oficio y oportunamente.

Perseverancia. El investigador requiere de perseverancia para encontrar la verdad científica y lograr los objetivos, fines y metas previstos en la investigación. En su cotidiano quehacer siempre está mirando y analizando documentos, particularmente las recientes investigaciones y siguiendo pistas para futuras investigaciones.  

Inteligencia emocional. El investigador requiere de capacidad aprehensible para conocer, controlar e inducir emociones y estados de ánimo, tanto en sí mismo como en las demás personas con quienes investiga.

Relación óptima con el ambiente intelectual. El investigador mantiene relación óptima con el ambiente intelectual, del que recibe iniciativas, sugerencias, estímulos y energías; y mantiene activa sus colaboraciones internacionales, membrecía en comités editoriales de revistas indexadas.

Objetividad. El investigador es objetivo, toda vez que las conclusiones obtenidas del estudio no son producto de impresiones subjetivas, sino de hechos observados y verificados. Las observaciones que efectúa tienen su fundamento en un criterio realista, de crítica o de autocrítica. En la interpretación de los resultados procura evitar cualquier prejuicio  e influencia de tipo ideológico, político o religioso. 

Prudencia. El investigador no acepta, no excluye y no rechaza teorías y fuentes bibliográficas sin antes distinguir y comprobar su verosimilitud, independientemente de que estas se contrapongan a su criterio o a su experiencia personal.

Humildad. En todo momento el investigador demuestra humildad al reconocer el valor, los aciertos y las aportaciones de otros investigadores y al admitir las equivocaciones respectivas.

Sentido crítico. Todo investigador debe mantener en guardia o en alerta su inteligencia e imaginación, y su posición crítica contra la incredulidad, el sectarismo, las bajas pasiones y los intereses creados.

Aliento vital. Ser investigador es ser un permanente cultivador del aliento vital. “El aliento vital, que capacita para captar las vibraciones del ambiente, contra el decrecimiento de aquello que lleve al encerramiento que obstruya y desalienta la capacidad de iniciativa”, diría Aura M. Bavaresco de Prieto, en su obra “Las técnicas de la Investigación”.

Tutoría. El investigador es mentor-tutor de investigadores, directores, jefes y auxiliares de grupos de investigación.

Reconocimiento. El investigador connotado y de prestigio posee reconocimiento por la comunidad científica nacional e internacional.

Línea de investigación. El investigador desarrolla líneas propias de investigación con sostenida e importante producción de conocimiento original.  

Producción de trabajos de investigación científica. Un buen investigador participa con idoneidad y experiencia en actividades de investigación avaladas a través de publicaciones; tiene publicaciones en revistas indexadas internacionalmente; presenta ponencias y los resultados de sus investigaciones en congresos, simposios, talleres, foros, mesas redondas; sustenta conferencias en el ámbito académico nacional e internacional, con originalidad de ideas, capacidad de análisis, síntesis, crítica y autocrítica. No cabe duda que cuanto más publicaciones tenga el investigador científico en revistas internacionales categorizadas, será más visible internacionalmente y gozará de mayor popularidad.

Características del Investigador Científico Universitario

Generales

Honestidad intelectual

En lo académico

Perseverancia

Capacidades

Inteligencia emocional

Cualidades morales

Relación óptima con el ambiente intelectual 

En lo actitudinal

Objetividad

Autonomía

Prudencia y Humildad

Coherencia

Sentido crítico

Disponibilidad horaria

Aliento vital

Dominio del idioma

Tutoría

Dominio de métodos científicos

Reconocimiento

Olfato de investigador

Líneas de investigación

Competencia profesional

Producción de trabajos de investigación científica

 

Condiciones y requisitos para ser Investigador Científico Universitario

Cuando en su autobiografía Darwin trata de explicar su éxito como hombre de ciencia, como creador de teorías, aduce las siguientes condiciones: “-la pasión por la ciencia, -paciencia ilimitada para reflexionar largamente sobre cualquier tema, – laboriosidad en la observación y recolección de datos-, y una mediana dosis de inventiva así como de sentido común”.[3] 

Me he permitido poner en cursiva las cualidades  “excepcionales” a las que Darwin atribuye la creatividad científica. Este texto fue escrito por Charles Darwin cuando contaba sesenta y tantos años y básicamente iba dirigido a sus hijos. El párrafo que se cita es el que cierra el libro, y no sería absurdo interpretarlo como un último legado, como una exhortación al cultivo de estas cualidades dirigida a sus hijos.[4]

Por nuestra parte podemos referir como condiciones y requisitos para ser investigador científico los siguientes:  

Ser amante de la verdad, respetuoso y defensor de la dignidad, la libertad, los derechos de las personas y la justicia social. 

Voluntad para aprender a investigar, perfeccionarse, retroalimentarse y aportar conocimiento a la humanidad. Asimismo voluntad para verificar lo que se diga y afirme en la redacción de los textos de entrega de los resultados de las investigaciones. 

Tener capacidad para a) evaluar críticamente demandas por daños y perjuicios causados debido a errores informativos en la difusión del trabajo de investigación; b) interpretar y generalizar resultados de la investigación; c) valorar aspectos económicos, ecológicos, científicos, humanísticos y tecnológicos.

Tener conocimiento de los hechos o problemas observados.

Estar preparado para asumir, serena y responsablemente, una serie de riesgos, amedrentaciones, maltratos, aseveraciones agraviantes, chantajes, presiones económicas o políticas y actitudes hostiles proveniente de personas, grupos y sectores.

Manejar y procesar correctamente la bibliografía y la información científica. 

Dominar la computación y la estadística. 

Mantener  en alto la moral y fuera de vicios, para no ser involucrados en actos de corrupción e inmoralidad.  No ser obstinado, soberbio ni manipulador.

Prudencia en la recolección de datos, documentos, informes y declaraciones de testigos o de personajes públicos.

Razonamiento y criterio propio para emitir una opinión. 

Tener experiencia en la realización de trabajos de investigación.



[1] Luis Fernando Ospina G., artículo citado.

[2] Fernández, María de los Ángeles y Julio del Valle. Cómo iniciarse en la investigación académica. Una guía práctica. Fondo Editorial Pontificia Universidad Católica del Perú .Lima, 2016, p.48.

[3] Darwin, 1993, p.93. Adviértase que la primera condición es “la pasión por la ciencia”, el amor por el conocimiento con que Aristóteles abre su Metafísica, el nexo entre la ciencia y la vida, la teoría y práctica.

[4] Marcos, Aldreo. Ciencia y Acción. Una filosofía práctica de la cienciaFondo de Cultura Económica, México, primera reimpresión, 2013, p.327.

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