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11 de diciembre de 2024

Inteligencia humana e inteligencia artificial

 

INTELIGENCIA HUMANA E INTELIGENCIA ARTIFICIAL 

(I)

Imagen diseñada por IA ChatGPT4.0

Escribe: 

Dr. Eudoro Terrones Negrete

 

INTELIGENCIA HUMANA (I.H.)

La inteligencia humana no es algo simple, sino muy complejo, no es fija, sino modificable si se alteran las condiciones ambientales que rodean al sujeto. La inteligencia humana está compuesta por una jerarquía de procesos cognoscitivos y cuyo estudio requiere de técnicas diferenciales.

La inteligencia humana no es autónoma, sino dependiente. El hombre es el que piensa, no la inteligencia; el pensamiento está influido por la personalidad, su motivación, sus actitudes, objetivos y metas y las circunstancias del hombre (sujeto) y su hábitat.

El término inteligencia proviene del latín intelligere y significa “comprender”, es la facultad de comprender del ser humano. En sentido psicológico, la inteligencia es un conjunto de actividades psíquicas orientada a comprender en alto grado y resolver situaciones o problemas diarios de índole abstracta o concreta utilizando medios adecuados a sus necesidades.

La inteligencia humana es la disposición, aptitud, capacidad o facultad intelectual de las personas para relacionar las percepciones sensoriales, abstraer, asociar ideas, juicios, conceptos y proposiciones, entender, comprender, inventar y resolver problemas teóricos y prácticos de manera planificada a lo largo de su existencia, formulando la respuesta adecuada y conveniente para cada problema.

El concepto de inteligencia varía de un individuo a otro, esta variación puede ser en grado, intensidad y extensión y según las diferentes concepciones de la inteligencia, concepciones que dependen de la orientación cultural y de la estructura metodológica adoptadas por las diferentes corrientes de pensamiento: concepción elementarista y asociacionista, concepción de la escuela de Würzburg, concepción de la psicología de la forma, concepción del conductismo, concepción de la teoría de la información, concepción del análisis factorial, concepción cognoscitivista, concepción psicoanalítica.

En los seres vivos hay diferentes grados de inteligencia, dependiendo del desarrollo del sistema nervioso encargado de recibir y transformarla información. La inteligencia en la especie humana ha surgido por el mecanismo de la selección natural. Varios procesos han dado lugar a nuestra inteligencia: bipedismo, aumento de la capacidad cerebral, liberación de las manos, cooperación social y lenguaje.[1]

La inteligencia humana es el resultado de millones de años de evolución biológica, con todas sus fortalezas y limitaciones, pero siendo superior a los sistemas de aprendizaje automático de las computadoras precisamente porque tiene la capacidad de pensar críticamente, de evaluar emociones y considerar fundamentales aspectos éticos en la toma de decisiones y la solución de problemas por sí misma, sin la intervención de agentes externos. Se aplica en diferentes tipos de conocimiento y de pensamiento, poniendo en ejercicio su capacidad de empatizar y sentir lo que las demás personas sienten. La IH se basa en la observación, la experiencia y la interacción social, demostrando flexibilidad en respuesta a los cambios en su entorno y con capacidad de generar ideas, propuestas y proyectos nuevos y originales y de aprender y dominar diversas habilidades como la creatividad, la empatía y la toma de decisiones fundados en valores y juicios subjetivos.

No obstante que, tanto la inteligencia humana como la inteligencia artificial tienen sus ventajas, desventajas y limitaciones, ambos tipos de inteligencia no son polos opuestos y no son competidores, antes bien son complementarios en interacción armónica para la solución de problemas de diversa índole.

La inteligencia humana es creación de un ser superior al hombre, llámese Dios; en cambio, la inteligencia artificial es creación de la mano e inteligencia del hombre y su desarrollo depende de los avances de la ciencia, la humanística y la tecnología.

 

INTELIGENCIA ARTIFICIAL (I.A.)

Empezaremos precisando que el término artificial es un adjetivo que significa “hecho por mano o arte del hombre.  En el lenguaje corriente inteligencia significa múltiples cosas e incontables son las definiciones que se han dado de esta palabra.

Jean Piaget la concibió como una forma superior de adaptación del organismo al medio, implicando tal adaptación los procesos de asimilación y de acomodación.

Se habla asimismo de Inteligencia Ética en el sentido de “habilidad para predecir y controlar en entorno total creativamente.

Se entiende por algoritmos a una secuencia de reglas o instrucciones de manera ordenada, precisa e infinita, que tiene un inicio o entrada (Input) y un fin o salida (Output), y que guía el análisis, la valoración y toma de decisiones de la Inteligencia Artificial.

Bryan Pfaffenberger en su “Diccionario de términos de computación” (México, Prentice Hall, 1999) define el término algoritmo como un procedimiento matemático o lógico para resolver un problema y un método para encontrar la respuesta correcta a un problema difícil, para lo cual separa el problema en un número específico de pasos sencillos” Explica también que los algoritmos se usan para mejorar el desempeño de su computadora. Por ejemplo, se emplean en los cachés, para determinar los datos que se sustituirán con los datos que están por llegar.

La   inteligencia   artificial   (“artificial   intelligence”)   forma parte   de  la informática y  como tecnología disruptiva está orientada a crear sistemas capaces de realizar  tareas simples o complejas similares al de la inteligencia humana, aprender, razonar, percibir el entorno, procesar la información derivada de los datos recibidos, tomar decisiones oportunas, precisas, rápidas y confiables, con el fin de lograr objetivos, fines y metas y solucionar problemas.

Winston define la Inteligencia Artificial como “el estudio de las ideas que les permiten a los ordenadores ser inteligentes”.

La inteligencia artificial es una tecnología disruptiva[2], cada vez más potente y con potenciales peligros, que utiliza algoritmos y modelos matemáticos, que despierta gran atención e interés en el mundo académico, científico, político, económico y ético.

El   término   Inteligencia   Artificial   fue   acuñado en 1956  por   el insigne informático John   McCarthy (1927-2011)  durante   la Conferencia de Dartmouth, que contó con los más importantes científicos del mundo con el objetivo de crear una poderosa máquina capaz de pensar como el ser humano. McCarthy recibió el premio Turing en 1971 por sus extraordinarios aportes a la creación de la Inteligencia Artificial. A McCarthy  se le debe el concepto de   I.A.:   “la   ciencia   y   la   ingeniería   de   hacer   máquinas   inteligentes, especialmente programas de computadora inteligentes”. Asimismo, fue uno de los fundadores de la disciplina de la inteligencia artificial.

Norbert Wiener (1894-1964) y John von Neumann (1903-1957) empezaron a trabajar en la década de 1940 la teoría de los sistemas y la computación, que posteriormente sirvieron de base para la Inteligencia Artificial.

La posibilidad de la inteligencia artificial fue propuesta por Alan Turing en 1950. Su prueba para distinguir la inteligencia real (humana) y de la simulada (de ordenador) se conoce como el test de Turing. En un cuarto hay una persona, en otro hay un ordenador, y en un tercero hay un interrogador que hace preguntas a ambos para identificarlos. Cuando el interrogador no pueda distinguir entre los dos a través de las preguntas, la máquina habrá alcanzado un estado de inteligencia semejante al del ser humano.[3]

La inteligencia artificial es el resultado de permanentes procesos de investigación científica y  desarrollo tecnológico; tarda más tiempo que el hombre en adaptarse a los nuevos cambios y puede realizar tareas más complejas y repetitivas de manera rápida y precisa y al menor costo posible. La IA usa datos para “aprender” y que son suministrados por las personas, requiriendo ser entrenado cientos de veces con los mismos datos para poder aprenderlos con precisión y con reducción mínima de errores. La IA imita el modo de pensar del ser humano y posee su propio campo de estudio llamado computación cognitiva. La IA funciona permanentemente sin necesidad de descanso o recuperación, disponiendo de mucha facilidad para incrementar su capacidad de procesamiento y almacenamiento de datos. La IA carece de capacidad para empatizar o sentir lo que otra computadora hace.

Inteligencia artificial (I.A.) es un proyecto tecnológico que pretende construir máquinas que piensen. A partir de los años 50 surgió la pregunta de si sería posible diseñar computadores tan inteligentes como las personas. La aparición de los primeros ordenadores digitales llevó a algunos investigadores a afirmar que antes de que concluyera el siglo existiría inteligencia artificial. Desde entonces se han ofrecido diferentes argumentos a favor y en contra de que un computador pueda pensar. Los más optimistas piensan que todo es cuestión de tiempo, pues se conseguirán programas cada vez más complejos y materiales que ofrezcan mayores posibilidades. Hay ya máquinas que juegan al ajedrez a un nivel muy alto, máquinas que son capaces de recibir información del entorno y asimilarla, sin embargo, la capacidad lingüística sigue siendo muy rudimentaria. En contra. Secarle sostiene que, si un programa de un ordenador es simplemente un sistema formal, aunque un ordenador ejecute ciertas tareas, nunca obtendrá ni comprensión ni significados. Otros pensadores insisten en que nuestra inteligencia es un hecho biológico, depende de un órgano vivo muy complejo, el cerebro. Para conseguir verdadera inteligencia habría que crear un sistema nervioso como el nuestro. Pero la plasticidad de nuestro cerebro es inalcanzable por la tecnología. Los pensadores que creen que tenemos un alma inmaterial e inmortal dicen que la tecnología no puede construir algo que está más allá de la materia. Además, la razón humana incluye muchas capacidades. Pensar no es solo razonar de forma lógica. En el hombre interactúan ideas, emociones, necesidades, impulsos, etc. (Ver Turing; Habitación china.)[4]

La inteligencia artificial está constituido por un conjunto de tecnologías que se basan en el aprendizaje automático (AA) y el aprendizaje profundo (AP) y un conjunto de disciplinas como la Informática, el análisis y la estadística de datos, la ingeniería de Hardware y Software, la lingüística, la neurociencia, la psicología general y psicología del pensamiento, la filosofía general, la bioética, la filosofía moral, la filosofía de la ciencia.

En el aprendizaje automático, los algoritmos trabajan con datos etiquetados y no etiquetados a efecto de poder hacer predicciones o categorizar la información recibida.

En el aprendizaje profundo, la IA utiliza redes neuronales artificiales con varias capas, con el fin de procesar la información, imitando la estructura y la función del cerebro humano.

Inteligencia artificial es la construcción o sistema artificial que presenta realizaciones efectivas que, observadas en seres humanos, serían consideradas inteligentes. Son intento de reproducir artificialmente las manifestaciones de inteligencia propias del ser humano. En la actualidad existe una rama de la ciencia que se denomina inteligencia artificial, que consiste en la solución de problemas para los que se requiere inteligencia, utilizando máquinas. Además de la inteligencia artificial los científicos se ocupan de lo que se denomina la simulación del comportamiento. Su objetivo es aplicar los conocimientos de la ciencia de los computadores al estudio de la conducta humana, programando computadores para que realicen conductas como las que llevan a cabo los hombres y de la forma más aproximada posible. En los estudios de simulación del comportamiento se intenta no sólo alcanzar el mismo resultado que obtiene el sujeto humano, sino también seguir, en la medida de lo posible, los mismos pasos. Esto es indicativo de cómo realizan los hombres sus conductas. Cabría hacer una distinción entre inteligencia artificial y simulación: ésta es la tarea que realiza un computador de forma análoga a como la haría un ser humano. La inteligencia artificial se plantea el estudio de las formas alternativas, distintas de las humanas, de resolución de tareas propuestas. La inteligencia artificial se centra en el estudio de la relación mente-máquina por medio del análisis del funcionamiento cognoscitivo humano, construyendo modelos que tratan después de ser reproducidos en un ordenador, y analizando los límites del comportamiento inteligente de las máquinas.[5]

“Inteligencia artificial: Sector de investigación que se propone que ciertas máquinas resuelvan problemas que, según la opinión común, necesitan inteligencia. Desde hace tiempo las máquinas ya no son sólo instrumentos que aumentan la fuerza muscular del hombre o que acentúan la sensibilidad de sus órganos, sino también herramientas que ayudan o sustituyen al hombre en la solución de problemas de elección y búsqueda de estrategias óptimas. En este ámbito las investigaciones han adquirido dos direcciones que interactúan entre sí y que se encaminan, esquemáticamente: 1) a la simulación (v.1) del pensamiento humano; 2) a la realización de un comportamiento. En el primer caso el interés está orientado al conocimiento de ese fenómeno natural que es la inteligencia; en el segundo lo está a la construcción de una máquina no directamente localizable en la naturaleza. El momento operativo-instrumental no es una simple aplicación del modelo conocido, sino que se retroalimenta con éste, obligando a reformular su definición. De aquí la interacción entre los estudios de la inteligencia artificial y la psicología que, como escribe M. Kochen, está obligada a replantear “las nociones de pensamiento, cognición, reconocimiento, formación de conceptos, solución de problemas, razonamiento inductivo y deductivo, inteligencia, proyecto y comprensión, en un contexto lógico-matemático, más que en el del lenguaje de la psicología humana en la cual se originaron esas nociones” (1971:280). En relación con las máquinas, pensar es “una habilidad especial para elaborar informaciones”, inteligencia es “la capacidad para adaptarse a una situación inesperada” mediante un proceso llamado aprendizaje que se realiza cuando la máquina “es capaz de interactuar con su propio ambiente para tomar las informaciones necesarias para su autoorganización”. A propósito de las relaciones entre inteligencia y aprendizaje hay quien considera que, si una máquina aprende, puede volverse “inteligente”, y en cambio quienes opinan que sólo una máquina ya “inteligente” puede aprender. De estos simples ejemplos es fácil intuir a qué revisiones terminológicas y de definiciones se deberá someter la psicología conforme las condiciones que presiden la fabricación de la máquina obliguen a revisar el conocimiento del fenómeno natural (por ejemplo, la inteligencia humana), en su momento tomado como modelo. M. Minsky ofrece numerosos ejemplos por los que aprendizaje es todo aquello que conlleva modificaciones, a largo plazo, en nuestra mente; sentido común es una estructura mucho más compleja respecto a las habilidades mentales que solemos admirar porque implica muchos tipos de representaciones diferentes y por lo tanto necesita una gama de habilidades diferentes; cerebro es una vinculación entre partes donde, más que el funcionamiento o los problemas que enfrenta, resulta más útil reconocer los esquemas de actividad que permiten afirmar que el cerebro A es confuso, que pierde tiempo en actividades repetitivas o que se concentró en un nivel de detalle estéril; conciencia es un término que no se refiere a la percepción de todo lo que sucede dentro de uno mismo, porque lo que la conciencia toma es de hecho sólo una pequeña parte del pasado reciente, donde el examen mismo distorsiona los registros que se intenta inspeccionar; inconsciente puede referirse, en consecuencia, a todo lo que la mente hace, porque son poquísimos los procesos de los que estamos conscientes; memoria es un concepto que se debe limitar a la manera en que reproducimos nuestros estados mentales “parciales” anteriores; pensamiento lógico sirve para resumir cuanto ya se descubrió, porque normalmente utilizamos el pensamiento analógico, basado en la aplicación a las circunstancias actuales de experiencias vividas y al parecer semejantes; sí mismo es una concepción mitológica según la cual en cada uno de nosotros estaría incluida una parte especial que contiene la esencia de la mente, basándose en la ilusión del agente único (1986: 647-659). Naturalmente estas distinciones pueden ser ampliadas o reducidas sobre la base de todo cuanto permite verificar los procedimientos de fabricación de máquinas inteligentes (cibernética. 3)”[6]

 

VENTAJAS DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

La Inteligencia Artificial es una herramienta tecnológica que posee las ventajas siguientes:

a)     Las máquinas realizan múltiples tareas automáticamente, de manera precisa, rápida, con calidad y errores mínimos subsanables.

b)    Descongestiona las múltiples tareas y agiliza la toma de decisiones estratégicas,

c)     Posibilita la opción por las mejores alternativas en los proyectos, planes y programas de los pequeños, medianos y grandes negocios.

d)    Potencia y promueve la creatividad y la competencia constructiva en los equipos de trabajo de las instituciones, empresas e industrias.

e)     Resuelve problemas imprevistos y complejos que sobrepasan la capacidad del cerebro humano.

f)      Está programada para prevenir, detectar y frenar posibles fraudes económicos, fraudes electorales y ataques informáticos. 

g)     Ayuda a descifrar textos antiguos que fueron dañados e ilegibles.

h)    Imita el aprendizaje, el razonamiento, la percepción y la mente del ser humano.

i)       Desarrolla el pensamiento autónomo y el pensamiento profundo.

j)       Analiza cientos de miles de datos en pocos minutos, sin tener que descansar ni distraerse, lo que genera ahorro de tiempo y de dinero, posibilitando que los trabajadores, empleados o funcionarios utilicen su tiempo para desarrollar funciones creativas y productivas.

k)    En la medicina, ayuda a diagnosticar con precisión las enfermedades, a realizar de forma óptima y acelerada los tratamientos personalizados, mejorar los resultados de la investigación médica y garantizar una mejor calidad de vida de las personas. También acelera el proceso de investigación y descubrimiento de nuevos medicamentos, reduciendo los tiempos y costos de desarrollo.

l)       En las Finanzas y Banca, analiza miles de datos financieros e identifica patrones anómalos, evalúa posibles riesgos financieros y predice el comportamiento crediticio de los usuarios, garantizando la seguridad, eficiencia y toma de decisiones financieras precisas y confiables.

m)  Trading algorítmico: Realiza operaciones en bolsa de manera automática y eficiente, aprovechando las fluctuaciones del mercado en tiempo real.

n)    La IA transforma la manufactura e industria al optimizar procesos, reducir costes y mejorar la eficiencia. Robots inteligentes automatizan tareas repetitivas con precisión y rapidez, mientras los sistemas de mantenimiento predictivo anticipan fallos, evitando interrupciones. También perfecciona el control de calidad en tiempo real mediante visión artificial y aprendizaje automático, garantizando estándares elevados. La gestión de la cadena de suministro se optimiza con sistemas inteligentes, asegurando fluidez y eficiencia en la producción.

 

DESVENTAJAS DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Las desventajas de la Inteligencia Artificial son las siguientes:

a)     Su implementación y desarrollo requiere de ingentes recursos económicos (inversión costosa).

b)    Genera desempleo, al automatizar tareas repetitivas y predecibles y realizar funciones eficaces, precisas y rápidas.

c)     Falta de empatía de la IA, hecho que limita la capacidad de la IA para interactuar y comprender las necesidades emocionales de las personas.

d) Algoritmos sesgados y discriminatorios, debidos a la influencia de datos de entrenamiento desviado recibidos en la computadora cargado de prejuicios o de desigualdades sociales, lo que lleva a tomar decisiones incómodas e injustas.

e)     Genera desinformación.

f)  Menor privacidad y mayor posibilidad de abuso, ante la necesidad de la IA de recopilar datos de manera masiva y muchos de ellos datos sensibles.

g) La excesiva dependencia tecnológica, esto puede conllevar a la interrupción de sistemas críticos en caso de problemas técnicos en las empresas e industrias.

h)  Plantea desafíos y dilemas éticos, debido a la capacidad de la IA para tomar decisiones autónomas y veloces. La IA aún no cuenta con la capacidad de comprender totalmente el contexto o el impacto de sus elecciones y decisiones.

i)   Posibilidad de ataques cibernéticos, los ciberdelincuentes usan la IA para potenciar sus ataques, identificar vulnerabilidades en los sistemas, evitar defensas y realizar ataques sofisticados, por lo que se requiere contar con contramedidas para hacer frente a los ciber-delincuentes.

j)       Menor resolución de problemas imprevistos, debido a la naturaleza programada de la IA. Pues la IA carece de capacidad de adaptación a situaciones nuevas y de aplicar intuición y creatividad fuera de su ámbito de entrenamiento y programación.

k)    La IA tiene limitaciones creativas, pues opera con base en patrones existentes y datos históricos ya registrados, lo que le conduce a expresar una falta de innovación.

l)  Desigualdad de acceso a medios digitales, entre inforricos e infopobres, generando un ensanchamiento de la brecha digital entre ellos.

 



[1] González García, Juan Carlos. Diccionario de filosofía. Editorial Edaf, S.A., Madrid, 2000, p.239.

[2] La Inteligencia Artificial (IA) es considerada una tecnología disruptiva debido a su capacidad para transformar profundamente diversos sectores económicos, sociales y culturales.

[3] OCÉANO Grupo Editorial S.A., 2001. Nuevo Diccionario de Filosofía. Impreso en España, p.122.

[4] González García, Juan Carlos. Diccionario de filosofía. Editorial Edaf, S.A., Madrid, 2000, pp.239-240.

[5] ENVEGA, S.A. Coordinador general Fernando Canda Moreno. Diccionario de Pedagogía y Psicología. Impreso en España, Edición 2000, p.180.

[6] Galimberti, Umberto. Diccionario de Psicología y Psicoanálisis. Siglo Veintiuno Editores, S.A. de C.V. Primera edición en español, México, 2012, p.626.

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