PORQUÉ FRACASA EL ESTUDIANTE UNIVERSITARIO
Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete
Un estudiante universitario fracasa por varias razones:
Actitud negativa hacia las materias.
Aprender muy a la ligera.
Carencia de efectivos hábitos de pensar y de actuar;
Carencia de planificación de sus horas de estudio.
Compañía de malos amigos.
Desinterés por el estudio y el trabajo universitario;
Desmotivación;
Desprotección familiar;
Dificultades de comprensión de textos y de las explicaciones de los catedráticos.
Exceso de confianza en sus facultades y tiempo de estudio;
Exceso de diversión.
Falta de métodos, técnicas y procedimientos efectivos para el aprendizaje;
Falta de vocación para la carrera profesional elegida;
Incomunicación permanente con los catedráticos de las asignaturas.
Ineptitud académica;
Inseguridad de sí mismo.
Insolvencia económica;
Llegar tarde a las sesiones de aprendizaje y salir antes de su culminación.
Mantener una actitud negativa al estudio y de rechazo a los catedráticos.
Marginación de su persona por parte de sus compañeros de clase.
Matricularse en un número de créditos más allá de sus posibilidades de éxito;
Memorizar sin comprender.
Nerviosismo, conformismo y pesimismo en el proceso de aprendizaje.
No autoevaluarse periódicamente, antes y después de los controles, exámenes, prácticas calificadas, exposición de trabajos monográficos o de investigación científica.
No consultar a los catedráticos para despejar sus dudas.
No realizar ejercicios para aplicar los conocimientos aprendidos.
Problemas de sueño, de alimentación, de salud (mareos, mala digestión, anorexia, etc.)
Trabajar más y estudiar menos.
Actitud negativa hacia las materias.
Aprender muy a la ligera.
Carencia de efectivos hábitos de pensar y de actuar;
Carencia de planificación de sus horas de estudio.
Compañía de malos amigos.
Desinterés por el estudio y el trabajo universitario;
Desmotivación;
Desprotección familiar;
Dificultades de comprensión de textos y de las explicaciones de los catedráticos.
Exceso de confianza en sus facultades y tiempo de estudio;
Exceso de diversión.
Falta de métodos, técnicas y procedimientos efectivos para el aprendizaje;
Falta de vocación para la carrera profesional elegida;
Incomunicación permanente con los catedráticos de las asignaturas.
Ineptitud académica;
Inseguridad de sí mismo.
Insolvencia económica;
Llegar tarde a las sesiones de aprendizaje y salir antes de su culminación.
Mantener una actitud negativa al estudio y de rechazo a los catedráticos.
Marginación de su persona por parte de sus compañeros de clase.
Matricularse en un número de créditos más allá de sus posibilidades de éxito;
Memorizar sin comprender.
Nerviosismo, conformismo y pesimismo en el proceso de aprendizaje.
No autoevaluarse periódicamente, antes y después de los controles, exámenes, prácticas calificadas, exposición de trabajos monográficos o de investigación científica.
No consultar a los catedráticos para despejar sus dudas.
No realizar ejercicios para aplicar los conocimientos aprendidos.
Problemas de sueño, de alimentación, de salud (mareos, mala digestión, anorexia, etc.)
Trabajar más y estudiar menos.
