Artículos periodísticos y de investigación

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7 de mayo de 2020

LA ESCOLÁSTICA ESPAÑOLA Y EL HUMANISMO RENACENTISTA


LA ESCOLÁSTICA ESPAÑOLA 

Y EL HUMANISMO RENACENTISTA


Escribe: Eudoro Terrones Negrete



Francisco Suárez, filósofo y teólogo español

SIGNIFICADO

Durante la segunda mitad del siglo XVI la escolástica alcanza un corto período de esplendor bajo la inspiración de las teorías tomistas. Es así como surge y se desarrolla un movimiento denominado “Escolástica española” teniendo como centro de su acción a España y a Portugal, a las universidades de Alcalá, de Coimbra y de Salamanca, llegando a su culminación en el Concilio de Trento (1563).

REPRESENTANTES

Entre los representantes principales de este movimiento figuran: Victoria, Bañez, Fonseca, Juan Luis Vives, Luis de Molina, Juan de Santo Tomás, Domingo de Soto, Fernández Vásquez de Menchaca, Juan de Salas, Luidel De Alcázar, y muy particularmente Francisco Suárez (1548-1616) quien fuera parangonado con Santo Tomás de Aquino en virtud a su sólida concepción y madurez filosófica.

FRANCISCO SUÁREZ (1548-1616)

Filósofo y teólogo nacido en Granada en 1548. Sciacca la considera “el más grande filósofo español” y que después de él “la Escolástica decayó definitivamente”.

Llamado “Doctor eximius”, sus obras no con poca razón constituyen en opinión de Francisco Romero “una verdadera enciclopedia del escolasticismo” e inclusive “fueron utilizadas como libro oficial de texto en las universidades alemanas durante el siglo XVII y parte del XVIII, y sirvieron de vehículo para transferir al pensamiento moderno  ciertos contenidos de la tradición aristotélico-tomista”. Su obra cumple: “De las Leyes y de Dios Legislador”.

La filosofía suarista influenció sobre el racionalismo moderno, especialmente en Descartes, Spinoza, Leibniz, Wolf y Kant, respectivamente.

Suárez es uno de los fundadores del derecho internacional contemporáneo, al formular por vez primera una exposición teórica del derecho público, anticipándose inclusive a Hugo Grocio quien dijo de Suárez que “nadie lo igualó en méritos como filósofo y teólogo”. Sostuvo que el gobierno recibe su autoridad y poder directamente del pueblo y últimamente de Dios. El poder público se basa en la ley natural; los hombres nacen libres y por tanto nadie tiene potestad ni jurisdicción sobre los otros. Distinguió entre leyes humanas –para la perfección del hombre y la sociedad- y la ley divina, precisando que toda ley deriva finalmente de Dios (Dios es el legislador supremo).

SUARISMO

Se denomina suarismo a la escuela de filosofía y teología fundado por Francisco Suárez, escuela que se inscribe dentro de la corriente del aristotelismo cristiano, teniendo por antecedentes el Albertismo, el Tomismo, el Scotismo y el Nominalismo.
M. F. Sciacca calificó al suarismo como “el último gran florecimiento de la Escolástica, provocado contra la herejía de Lutero, a la que se opone abiertamente”.

METAFÍSICA

Para Francisco Suárez la Metafísica es la doctrina filosófica autónoma e independiente, que tiene por objeto el ente como algo constitutivo del Ser con aptitud para existir. La metafísica de Suárez, de acuerdo a José Ferrater Mora, es “el primer ensayo logrado de constituir un cuerpo de doctrina metafísica independiente, en el sentido de no seguir el curso de los libros metafísicos de Aristóteles”.

OBRAS

Entre sus obras figuran: Disputaciones metafísicas, Meditación I: Introducción a la metafísica; Meditación II: Sobre el concepto del ente: Tratado de las Leyes y del Dios Legislador; Del Alma; De Dios uno y trino; y, Defensa de la fe contra los errores de la secta anglicana.


EL HUMANISMO RENACENTISTA

El término humanismo viene del latín “humanus” que significa “humano”. Humanismo es el nombre con el que se conoce el movimiento surgido en Italia durante la segunda mitad del siglo XIV, al comenzar el renacimiento., como tránsito de la Edad Media a la Edad Moderna, movimiento ideológico que se extendió por Europa en los siglos XV y XVI.

En el siglo XIV llega a disolverse la Escolástica: la Física y la Lógica afirman y consolidan su independencia respecto de la Teología. Es precisamente que en estas circunstancias surge el gran movimiento humanista, cuyos rasgos característicos esenciales intentaremos resumir en los siguientes ítemes:

1°. Renacimiento del culto de la civilización antigua que se interesa en los problemas humanos terrenales. Se confiere al hombre todo su valor e importancia, se busca devolverlo su dignidad, libertad, independencia y su amor a la vida terrenal, aparentemente perdidos. Se busca obtener el desarrollo integral del hombre en los campos físico, espiritual, moral, intelectual, estético y religioso. Se trata de tomar por modelo a imitar el ideal de humanidad del que estaba imbuido el pensamiento de la antigüedad clásica. Se pretende contribuir a la formación de una concepción no religiosa del mundo, a la defensa del inalienable derecho del hombre a la satisfacción de sus necesidades aquí en la Tierra.

2°. Liberación del espíritu humano de todo cuanto signifique fanatismo, intolerancia, sectarismo religioso y político y prejuicios medievales.

3°. Investigación en bibliotecas y archivos para establecer el grado de autenticidad de los escritos antiguos e inclusive con estos fines se viaja a países lejanos.

4°. Abandono de la filosofía medieval. Se destierra el Trivium y el Cuadrivium, que eran las bases principales de la enseñanza medieval y se reemplaza por el estudio de los idiomas y las letras clásicas greco-latinas. Se estudia a los escritores antiguos, a los griegos y latinos, a los sabios, filósofos, poetas, oradores e historiadores de la Edad Media. El idioma griego se llega a enseñar y aprender para comprender en su idioma original las obras maestras de la antigüedad clásica. Es decir se intenta recuperar para la época todo el patrimonio filosófico y literario de los clásicos griegos y romanos.

5°. Institución de cátedras para difundir los conocimientos. Los príncipes y pontífices logran fomentar la creación de nuevos centros de estudios al margen de las universidades por encontrarse éstas muy ligadas a la tradición y a los fines eclesiásticos principalmente.

La filosofía humanista renacentista es una manifestación cabal del antropocentrismo filosófico. El humanismo aristocrático de la Edad Antigua trata de democratizarse durante el renacimiento.

El humanismo renacentista llega a tener ilustres representantes en diversos países, en Francia, Alemania, España y Holanda. Cabe mencionar, por ejemplo, a Erasmo de Rotterdam, Giordano Bruno, Miguel de Montaigne, Pedro Charrón, Thomas Moro y Juan Luis Vives.


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