LA
ESCOLÁSTICA ESPAÑOLA
Y EL HUMANISMO RENACENTISTA
Escribe:
Eudoro Terrones Negrete
Francisco Suárez, filósofo y teólogo español
SIGNIFICADO
Durante la segunda mitad
del siglo XVI la escolástica alcanza un corto período de esplendor bajo la inspiración
de las teorías tomistas. Es así como surge y se desarrolla un movimiento
denominado “Escolástica española” teniendo como centro de su acción a España y
a Portugal, a las universidades de Alcalá, de Coimbra y de Salamanca, llegando
a su culminación en el Concilio de Trento (1563).
REPRESENTANTES
Entre los representantes
principales de este movimiento figuran: Victoria, Bañez, Fonseca, Juan Luis Vives,
Luis de Molina, Juan de Santo Tomás, Domingo de Soto, Fernández Vásquez de Menchaca,
Juan de Salas, Luidel De Alcázar, y muy particularmente Francisco Suárez (1548-1616)
quien fuera parangonado con Santo Tomás de Aquino en virtud a su sólida
concepción y madurez filosófica.
FRANCISCO
SUÁREZ (1548-1616)
Filósofo y teólogo nacido
en Granada en 1548. Sciacca la considera “el más grande filósofo español” y que
después de él “la Escolástica decayó definitivamente”.
Llamado “Doctor eximius”,
sus obras no con poca razón constituyen en opinión de Francisco Romero “una
verdadera enciclopedia del escolasticismo” e inclusive “fueron utilizadas como
libro oficial de texto en las universidades alemanas durante el siglo XVII y
parte del XVIII, y sirvieron de vehículo para transferir al pensamiento
moderno ciertos contenidos de la tradición
aristotélico-tomista”. Su obra cumple: “De las Leyes y de Dios Legislador”.
La filosofía suarista
influenció sobre el racionalismo moderno, especialmente en Descartes, Spinoza, Leibniz,
Wolf y Kant, respectivamente.
Suárez es uno de los
fundadores del derecho internacional contemporáneo, al formular por vez primera
una exposición teórica del derecho público, anticipándose inclusive a Hugo Grocio
quien dijo de Suárez que “nadie lo igualó en méritos como filósofo y teólogo”. Sostuvo
que el gobierno recibe su autoridad y poder directamente del pueblo y últimamente
de Dios. El poder público se basa en la ley natural; los hombres nacen libres y
por tanto nadie tiene potestad ni jurisdicción sobre los otros. Distinguió
entre leyes humanas –para la perfección del hombre y la sociedad- y la ley
divina, precisando que toda ley deriva finalmente de Dios (Dios es el
legislador supremo).
SUARISMO
Se denomina suarismo a la
escuela de filosofía y teología fundado por Francisco Suárez, escuela que se
inscribe dentro de la corriente del aristotelismo cristiano, teniendo por
antecedentes el Albertismo, el Tomismo, el Scotismo y el Nominalismo.
M. F. Sciacca calificó al
suarismo como “el último gran florecimiento de la Escolástica, provocado contra
la herejía de Lutero, a la que se opone abiertamente”.
METAFÍSICA
Para Francisco Suárez la Metafísica
es la doctrina filosófica autónoma e independiente, que tiene por objeto el
ente como algo constitutivo del Ser con aptitud para existir. La metafísica de Suárez,
de acuerdo a José Ferrater Mora, es “el primer ensayo logrado de constituir un
cuerpo de doctrina metafísica independiente, en el sentido de no seguir el
curso de los libros metafísicos de Aristóteles”.
OBRAS
Entre sus obras figuran: Disputaciones
metafísicas, Meditación I: Introducción a la metafísica; Meditación II: Sobre
el concepto del ente: Tratado de las Leyes y del Dios Legislador; Del Alma; De Dios
uno y trino; y, Defensa de la fe contra los errores de la secta anglicana.
EL
HUMANISMO RENACENTISTA
El término humanismo viene
del latín “humanus” que significa “humano”. Humanismo es el nombre con el que
se conoce el movimiento surgido en Italia durante la segunda mitad del siglo XIV,
al comenzar el renacimiento., como tránsito de la Edad Media a la Edad Moderna,
movimiento ideológico que se extendió por Europa en los siglos XV y XVI.
En el siglo XIV llega a
disolverse la Escolástica: la Física y la Lógica afirman y consolidan su independencia
respecto de la Teología. Es precisamente que en estas circunstancias surge el
gran movimiento humanista, cuyos rasgos característicos esenciales intentaremos
resumir en los siguientes ítemes:
1°. Renacimiento del
culto de la civilización antigua que se interesa en los problemas humanos
terrenales. Se confiere al hombre todo su valor e importancia, se busca
devolverlo su dignidad, libertad, independencia y su amor a la vida terrenal,
aparentemente perdidos. Se busca obtener el desarrollo integral del hombre en
los campos físico, espiritual, moral, intelectual, estético y religioso. Se
trata de tomar por modelo a imitar el ideal de humanidad del que estaba imbuido
el pensamiento de la antigüedad clásica. Se pretende contribuir a la formación
de una concepción no religiosa del mundo, a la defensa del inalienable derecho
del hombre a la satisfacción de sus necesidades aquí en la Tierra.
2°. Liberación del espíritu
humano de todo cuanto signifique fanatismo, intolerancia, sectarismo religioso
y político y prejuicios medievales.
3°. Investigación en
bibliotecas y archivos para establecer el grado de autenticidad de los escritos
antiguos e inclusive con estos fines se viaja a países lejanos.
4°. Abandono de la
filosofía medieval. Se destierra el Trivium y el Cuadrivium, que eran las bases
principales de la enseñanza medieval y se reemplaza por el estudio de los idiomas
y las letras clásicas greco-latinas. Se estudia a los escritores antiguos, a
los griegos y latinos, a los sabios, filósofos, poetas, oradores e
historiadores de la Edad Media. El idioma griego se llega a enseñar y aprender
para comprender en su idioma original las obras maestras de la antigüedad clásica.
Es decir se intenta recuperar para la época todo el patrimonio filosófico y
literario de los clásicos griegos y romanos.
5°. Institución de cátedras
para difundir los conocimientos. Los príncipes y pontífices logran fomentar la
creación de nuevos centros de estudios al margen de las universidades por encontrarse
éstas muy ligadas a la tradición y a los fines eclesiásticos principalmente.
La filosofía humanista
renacentista es una manifestación cabal del antropocentrismo filosófico. El
humanismo aristocrático de la Edad Antigua trata de democratizarse durante el
renacimiento.
El humanismo renacentista
llega a tener ilustres representantes en diversos países, en Francia, Alemania,
España y Holanda. Cabe mencionar, por ejemplo, a Erasmo de Rotterdam, Giordano Bruno,
Miguel de Montaigne, Pedro Charrón, Thomas Moro y Juan Luis Vives.