EL
DETECTOR DE MENTIRAS O MÁQUINA DE LA VERDAD EN LA SOCIEDAD ACTUAL
Escribe: Eudoro
Terrones Negrete
En el campo de la tecnología de última
generación hay herramientas o instrumentos apropiados para detectar las falsedades
o mentiras en que incurren las personas en determinado espacio y tiempo. Entre
ellos se puede mencionar la prueba el polígrafo electrónico o computarizado,
llamado también “detector de mentiras” o “máquina de la verdad”.
Antes de referirnos al polígrafo electrónico,
he aquí algunas reflexiones sobre el marco teórico de la mentira.
MARCO TEÓRICO DE LA MENTIRA
Desde la Edad Antigua hasta la actualidad, la
verdad y la mentira han sido y son temas y problemas que se discuten en las
relaciones interpersonales e intergrupales y que motivan el interés y la preocupación
de educadores, psicólogos sociales, filósofos, abogados, jueces, fiscales, investigadores
y periodistas.
En nuestra vida diaria nada raro resulta
escuchar expresiones como estas: “no se puede creer en lo que dicen los
periodistas”, “los periodistas jamás dicen la verdad”, “los periódicos mienten”
y cosas por el estilo. La preocupación por los intereses de la comunidad no
debe ser motivo para que un periódico o medio de comunicación distorsione y
falsee los hechos. El pueblo tiene el derecho de ser bien informado y de saber,
no medias verdades, sino toda la verdad de lo que acontece en la sociedad.
El periodista, la autoridad, y el hombre
común y corriente que mienten a sabiendas, el que hacen afirmaciones
conscientemente mentirosas, que inventan o fabrican noticias, informaciones y
argumentaciones, que deforman la realidad de los hechos, que no esperen
alcanzar credibilidad, buena imagen, respeto y confianza del pueblo.
Por desgracia, no es demasiado difícil
encontrarse con llamativos ejemplos de cómo la verdad es despreciada por
algunos “periodistas”. I. Francisco Iglesias en su “Guía de los estudios
universitarios. Ciencias de la Información” (España, 1984, pp.158-159) nos
recuerda que las historias del Periodismo suelen aludir a casos bien
elocuentes, como es el referido al famoso magnate de la prensa americana de
finales de siglo, Mr. Hearst. Este había enviado a Cuba un dibujante, Remilton,
con el encargo de que le remitiese trabajos sensacionales sobre la presumible
situación de guerra en aquel país. Nada más al llegar a La Habana, Remilton
telegrafió al periódico: “Todo tranquilo. No hay aquí desórdenes. No habrá
guerra. Quiero volver”. A lo que contestó Mr. Hearst: “Quédese. Usted
suministrará los dibujos y yo suministraré la guerra”.
El periodista que miente deja de ser
periodista, pues al mentir no informa sino deforma y la misión del periodista
es informar y no deformar a la opinión pública. El periodista mentiroso es un
seudoprofesional de la información y es indigno de llevar la denominación
sagrada, hermosa y elevada de periodista.
El periodista mentiroso queda expuesto a la
burla, a la denuncia, a la censura y a la condena por atentar contra la verdad
de las cosas, el buen nombre y el prestigio de las personas, autoridades e
instituciones.
El periodista mentiroso, fácilmente mancha
honras ajenas y se vale de una serie de recursos y medios innobles para
alcanzar sus nefastos objetivos. Así, por ejemplo, se vale de la mentira
estadística (falsificación de datos), de la mentira fotográfica (montajes,
retoques o pies de foto que desnaturalizan el contenido informativo gráfico),
de la ambigüedad del lenguaje (para que el público entienda de forma contraria
lo dicho o expresado); hace mal uso de la titulación de informaciones y falta a
la verdad informativa al mantener el silencio intencionado, la calumnia, la
difamación, la injuria y la transgresión del deber de ocultación.
José María Martínez Selva, catedrático de la
Universidad de Murcia, ha escrito el
interesante libro “Psicología de la mentira” (Ediciones Paidós, 2005, 208 pp.)
en el que trata sobre la mentira, el engaño y sus formas en la conversación, el
rol que cumple en los procesos de comunicación; aborda aspectos psicológicos y
sociales de la mentira, la conducta del mentiroso y del que desea descubrir la
verdad; revisa de manera crítica las técnicas y los instrumentos de selección
de las que forma parte el polígrafo y sobre su cuestionable uso en la
investigación de la verdad.
La mentira es el ocultamiento parcial o total,
consciente e intencionado de la verdad; es la falsa reproducción de los hechos que
ocurren en un determinado espacio y tiempo con el fin de obtener “beneficio” o ventaja
personal, grupal o colectiva.
La vida humana se desarrolla dentro de
una escala de valores o de antivalores. Dentro de los valores está, por
ejemplo, la verdad, y dentro de los antivalores, la mentira. Frecuentemente se
escucha decir: “en la boca del mentiroso lo cierto se hace dudoso”, “miente,
miente, que algo queda”, “verdad que daña, es mejor que la mentira que halaga”,
“una mentira pone en duda todas las verdades”, “las mentiras duelas más que las
verdades”, “una mentira es como una bola de nieve, una lleva a otra y cada vez
se vuelven más grandes y más peligrosas”, “la verdad duele una vez; la mentira,
cada vez que se recuerda”, “el mentiroso cuando se ve agarrado se enoja o se
hace la víctima”, “si vas a mentirme, asegúrate de tener todos los cabos bien
sujetos. De lo contrario, alguno de ellos podría darte en las narises” y “sólo
los cobardes necesitan de la mentira para eludir la realidad”.
Mentirosa es la persona engañosa,
aparente, fingida y falsa, que tiene un modo de vida ajeno a las buenas
costumbres y tradiciones de los pueblos, consecuentemente, es repudiado y
censurado socialmente porque atenta contra la fidelidad y el crédito dentro de
la comunidad
Según el Diccionario de la
Real Academia Española de la Lengua mentir es «decir o manifestar
lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa».
Mentir es falsear u ocultar la verdad, es
decir algo falso que no corresponde a la realidad y que es dicho con la
intención de engañar. ”Y, en definitiva, ¿qué es una mentira? Nada más que la
verdad enmascarada” decía Byron, en “Don Juan”.
“La mentira no es considerada como tal hasta
que el niño no supera los siete años de vida, que es cuando ya manifiesta
intencionalidad. Antes de esta edad, se habla de fantasías infantiles o seudomentiras,
ya que en la mentalidad del niño se mezclan la realidad y la ficción, sin que
pueda distinguir con claridad entre ambas”[1].
En la tradición popular la mentira tiene las
patas muy cortas y dura poco tiempo, ya que se la pilla o coge siempre, es
decir que se conoce muy pronto la verdad de las cosas.
En las conversaciones familiares escuchamos
expresiones sobre la mentira como las siguientes: mentir como un bellaco (decir
grandes mentiras), mentir con toda la boca (mentir de todo en todo,
absolutamente), mentir de las estrellas (frase que se dice cuando se pondera
algo excesivamente), mentir el ojo (equivocarse, engañarse, todo ello por
señales o indicios exteriores), mentir más que la gaceta (mentir mucho), mentir
pide memoria (ya que al mentiroso se le suele coger en contradicciones, por lo
que dijo y no recuerda), mentir por la barba, o por la mitad de la barba
(mentir con descaro a sabiendas), mentir por la gorja (aseverar una cosa sin el
más mínimo fundamento), la mentira es hija del diablo (como el resto de los
defectos y pecados).[2]
Hay varias clases de mentira: mentira
consciente y mentira inconsciente, mentira intencional y mentira no
intencional, mentira a nivel de lenguaje verbal, y mentira a nivel de lenguaje
no verbal, mentira piadosa (mentira que causa pequeños beneficios cuando se
dice), mentira hacia uno mismo (autoengaño), mentira compulsiva, mentira
exagerada, mentira podrida (mentira insostenible y burda), mentira oficiosa
(mentira dicha para servir o agradar a alguna persona con un fin personal,
grupal o institucional), mentira compulsiva (mentira que realiza, una y
otra vez, el mentiroso compulsivo y es causada por
la baja
autoestima, por lo que la persona
requiere atención. El compulsivo suele decir mentiras incluso cuando es más
fácil decir la verdad), mentira exagerada (mentira
que tienen algo de verídico, pero que se suele exagerar para impresionar a los
demás) y mentira intencionada o instrumental (mentira que busca
el interés propio y que se emplea para conseguir algo, por ejemplo, un
puesto de trabajo).
Según la Biblia la verdad nos hace
libres; si somos hijos de Dios debemos amar la verdad, sabiendo que al amar la
verdad honramos a Dios, porque Dios es la verdad y la vida. Los mentirosos son
hijos de Satanás, porque Satanás es el padre de las mentiras. El Nuevo
Testamento advierte que los mentirosos no tendrán parte en el reino de Dios.
Juan 8:32: “conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”. El octavo
Mandamiento de la Ley de Dios reza así: “No dirás falso testimonio ni
mentirás”.
“Hermes” era el dios de la mentira en la
Grecia Antigua. Platón es el primer filósofo griego que distinguió entre
mentira y equivocarse. San Agustín desarrolló el tema de la mentira en su
escrito “De mendacio” (Sobre la mentira).
“San
Agustín distingue ocho tipos de mentiras: las mentiras en la
enseñanza religiosa; las mentiras que hacen daño y no ayudan a nadie; las que
hacen daño y sí ayudan a alguien; las mentiras que surgen por el mero placer de
mentir; las mentiras dichas para complacer a los demás en un discurso; las
mentiras que no hacen daño y ayudan a alguien; las mentiras que no hacen daño y
pueden salvar la vida de alguien, y las mentiras que no hacen daño y protegen
la "pureza" de alguien. Por otra parte, san Agustín aclara que las
"mentirijillas" no son en realidad mentiras. Tomás de
Aquino, por su parte, distingue tres tipos de mentiras: la útil, la
humorística y la maliciosa. Según Tomás de Aquino, los tres tipos de mentira
son pecado. Las mentiras útiles y humorísticas son pecados veniales, mientras
que la mentira maliciosa es pecado mortal” (https://es.wikipedia.org/wiki/Mentira).
Alfred Adler introdujo la expresión “mentira
de vida” para referirse a los autoengaños con los que los sujetos compensan su
complejo de inferioridad.
En las relaciones humanas el tipo más
grave, repudiable y sancionable de mentira es la calumnia, mediante la
cual se imputa a algún inocente la comisión de una inconducta, de una falta o
de un delito no cometido, con el fin de sacar ventaja o provecho malicioso.
La detección de mentiras es
un campo de estudio de distintas ramas de la Psicología, y más concretamente, de la Psicología de la mentira
y la Psicología Jurídica, con especialidades como la Psicología Forense,
la Psicología Criminalística, entre otras[3].
En toda sociedad
civilizada o no civilizada, culta e inculta, conservadora o progresista, monárquica,
democrática o dictatorial siempre hay y habrá personas que dicen la verdad y
nada más que la verdad, por sobre todas las cosas; pero también hay y habrá
personas mal acostumbradas a mentir por una u otra razón, “Todo hombre es
mentiroso” dice la Biblia (Salmos,116).
Las personas recurren
a la mentira para evadir compromisos, problemas y sanciones; para evitar
reclamos, confusiones, responsabilidades y malos entendidos; para no aceptar
sus errores y no afrontar las consecuencias de sus pensamientos y actos.
A través del tiempo
son muchos los autores que han meditado sobre la mentira y que a manera de
ilustración del tema que nos ocupa vale la pena tenerlos en cuenta algunos de
ellos.
“No tiene la memoria
suficiente para mentir siempre con éxito. Podrás engañar a todos durante algún
tiempo; podrás engañar a alguien siempre; pero no podrás engañar siempre a
todos”. Abraham Lincoln.
“Más vale ser vencido
diciendo la verdad, que triunfar por la mentira”. Mahatma Gandhi.
“La mentira más común es aquella con la que un
hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente
vano”. Friedrich Nietzsche.
“La verdad se corrompe tanto con la
mentira como con el silencio”. Marco Tulio Cicerón.
“Es más fácil engañar a la gente, que
convencerla que ha sido engañada”. Mark Twain.
“Lo relevante en la
mentira no es nunca su contenido, sino la intencionalidad del que miente”. Jacques
Derrida.
“Nadie logra mentir,
nadie logra ocultar nada cuando mira directo a los ojos”. Paulo Coelho.
“Decir mentiras
constituye el único arte de la capacidad mediocre y el único refugio de los
hombres viles”. Chesterfield.
“Toda violación de la
verdad no es solamente una especie de suicidio del embustero, sino una puñalada
en la salud de la sociedad humana”. Emerson.
“Dios nos concedió
una sola boca, porque con dos no sería cosa sana. El ser humano habla ya
demasiado con una; si tuviese dos devoraría y mentiría mucho más”. Heinrich
Heine.
“Mentir es el mal
absoluto. No es posible mentir poco. El que miente, miente toda la mentira.
Mentir es la misma cara del demonio. Satanás tiene dos nombres: se llama
Satanás y se llama Mentira”. Víctor Hugo.
EL POLÍGRAFO ELECTRÓNICO
Etimológicamente el término polígrafo deriva
de las palabras griegas polis, que significa “muchos”, “varios” y grafos
que quiere decir “trazo” o “dibujo”.
El polígrafo electrónico o
computadorizado, llamado
también “detector de mentiras” o “máquina de la verdad”, es un instrumento médico,
sensible y científico que registra y mide las respuestas neuro-fisiológicas de
las personas que respondieron a las preguntas que les fueron formuladas.
El
polígrafo es una técnica auxiliar de investigación, una metodología de
investigación delictiva en el derecho sancionatorio, que en muchos países utiliza el juez para averiguar la
verdad, corroborar la veracidad y la credibilidad de un testimonio, la versión
del investigado o resolver un conflicto social.
“El polígrafo o detector de mentiras
es,[...] un aparato capaz de registrar los cambios físico-síquicos de una
persona, cuando es interrogada mediante un “test de verdad”, sobre un hecho en
el que se sospecha ha participado o del cual tiene conocimiento como testigo.
El aparato mide básicamente la respiración, la transpiración y los latidos
del corazón mediante unas bandas que
llevan unos sensores que se aplican sobre el cuerpo de la persona sometida al
examen. de este modo, se pueden detectar posibles cambios en la respiración,
presión arterial, ritmo cardiaco y
respuesta galvánica de la piel, cuando se enfrenta el individuo al estrés del interrogatorio”.[4]
“Otra Definición (de polígrafo) es la
planteada en la Resolución No. 02593/2003 de la Superintendencia de Vigilancia
y Seguridad Privada de Colombia, en su Artículo 2, donde menciona que es una
prueba donde se utiliza un instrumento científico altamente sensible, que mide
las reacciones fisiológicas que se presentan cuando el examinado dice algo que
no corresponde a la realidad. El instrumento tiene tres secciones mínimo que
son: Cardioesfigmógrafo (Cardio) Conocido como unidad de presión sanguínea; el
Cardio mide y registra la acción del corazón, la presión sanguínea y el ritmo
del pulso del sujeto, Sección del Neumógrafo (Neumo) Unidad de respiración; su
función es medir y registrar la proporción de la inspiración y expiración del
sujeto y los cambios que puedan ocurrir en ellos durante el examen. Se ajusta
un tubo Neumo alrededor del tórax y el abdomen del sujeto y comunican los
movimientos al instrumento, la sección del Galvanómetro (GSR) que mide y
registra las señales eléctricas del cuerpo de la persona y los cambios en la
transpiración – electricidad (respuesta electro- dérmica), se mide por sensores
colocados en 2 dedos de la mano del examinado, desde el año 2012 es obligatorio
el uso de un sensor de movimiento, como apoyo para la detección de contramedidas”.[5]
Pero también hay países en los que
la jurisprudencia de la sala penal de la Corte Suprema de Justicia considera
que el polígrafo no es un método admisible para la investigación de los
delitos.
“Los Papiros Vedas (900 A.C), son el registro
más antiguo conocido que habla de la detección de la mentira, reconoce pistas
verbales y no verbales de la mentira, como respuestas evasivas, incongruentes,
palidez facial entre otros. A medida que ha transcurrido el tiempo aparecieron
pruebas para detectar la mentira como el Método del Calvario, Juicio de
Combate, Juicio por Tortura, Juicio del Hierro Candente (India), Prueba del
Balance (India), Agua Hirviendo (África), Juicio del Agua Roja (África), Juicio
del Burro Sagrado (Medio Oriente), Juicio del Arroz (India), entre otras. Al
verificar los antecedentes científicos (tomando el pulso), aparece Erasistratus
(304- 250 A.C) físico y anatomista griego, primero en reconocer cambios
fisiológicos durante la mentira, determinó que el pulso tiene que ver con la
mentira o el intento de guardar información. Para el año 1581, el sabio y
científico italiano Galileo, inventó el “pulsómetro”, un registro del pulso,
primera forma objetiva para medir el pulso que posteriormente generó la
medición del pulso de la muñeca”.[6]
“La detección psicofisiológica de la
mentira ha sido documentada desde los años 600 antes de cristo, existen
registros sobre como los persas, los chinos, romanos y otras culturas
intentaban descubrir a los mentirosos con variadas técnicas, algunas muy
elaboradas y llenas de creatividad como la del burro sagrado en la india, y
otras como la galleta de arroz en la cultura china, esta última más apegada a
lo que hoy en día conocemos como psicofisiología forense, ya que se basaba
en observar directa o indirectamente reacciones de tipo adrenérgico
después de haber sido cuestionados sobre un problema sin resolver, y es a
partir de1895, cuando Cesare Lombroso utilizó un instrumento para detectar la
mentira, sin embargo existe otro personaje a quien se le atribuye el título de
padre de la poligrafía moderna, y nos referimos a Leonard Keeler quien patentó
el primer polígrafo en 1939”.[7]
En diversos países se formaron
sociedades, institutos y asociaciones de profesionales en poligrafía.
Asociación Internacional de Profesionales en Poligrafía de México creada en
2015; Asociación Americana de Poligrafía (APA), fundada en 1966; Asociación Colombiana
de Poligrafístas, organizada el 2001; Instituto Latinoamericano de Poligrafía,
(LPI), Sociedad Colombiana de Poligrafístas; Asociación Panamericana de
Poligrafístas y la Asociación Latinoamericana de Poligrafía, entre otros.
APLICACIÓN DEL POLÍGRAFO ELECTRÓNICO
La prueba del polígrafo electrónico se
aplica frecuentemente en instituciones privadas para contratar personal con el
fin de disminuir los casos de corrupción y de conductas deshonestas; detectar a
funcionarios, empleados y trabajadores que mienten; garantizar el control de transparencia,
lealtad, honestidad y confiabilidad del personal de una empresa o institución;
prevenir riesgos, fraudes y robos; investigar acusaciones de robo interno en
las que no hay testigos; investigar doping en el deporte; detectar malos
hábitos de conducta, etc.
Si la prueba del polígrafo electrónico
se aplica sin consentimiento de la persona entrevistada, del fiscal o de la
autoridad competente de la organización corporativa, posiblemente pondría en
riesgo los derechos fundamentales de la persona, se instrumentalizaría a dicha
persona y se vulneraría su dignidad.
El polígrafo electrónico está
respaldado por el principio general de libertad probatoria, establecido en las
leyes procesales penales. La práctica del polígrafo electrónico se efectúa
previa decisión y aceptación libre, voluntaria e informada de quien se va a
someter al examen. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en
su artículo 7.º señala: “nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos
crueles, inhumanos o degradantes. En particular, nadie será sometido sin su
libre consentimiento a experimentos médicos o científicos”.
Los resultados de la aplicación de la
prueba del polígrafo electrónico es confiable en la medida que el evaluador o
poligrafista sea un profesional preparado y
miembro activo de alguna asociación profesional de poligrafía, que se
comprometa a decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad; que se
comprometa a responder todas las preguntas de manera honesta y responsable; y que
el equipo poligráfico Lafayette LX4000 que utiliza esté en óptimas condiciones
de funcionamiento y el entrevistado haya firmado un escrito dando su
consentimiento para ser aplicado la prueba.
La aplicación técnica de la prueba
poligráfica electrónica se ubica en el campo de la Psicología Forense y de la
Criminalística, va acompañada de entrevistas, verificaciones y autorización
formal o por escrito de aceptación o consentimiento de la persona evaluada y de
acuerdo al protocolo establecido por la Asociación Americana de Poligrafistas.
Su aplicación requiere también que el entrevistado esté en buenas condiciones
físicas y psicológicas, y se encuentre en un ambiente aislado de terceras
personas, libre de ruidos y de elementos distractores; que previamente cada
pregunta sea leída y explicada a la persona que será evaluada.
La aplicación de la prueba poligráfica
electrónica permite economizar esfuerzos, recursos materiales, económicos y
tiempo en los procesos de investigación y llegar a conclusiones sobre
testimonios de personas. Permite restituir la reputación de personas inocentes,
recuperar legítimamente los bienes o propiedades embargadas, y llegar a la
verdad oportunamente.
La prueba del polígrafo se aplica en diversos
países del mundo, por ejemplo, en los Estados Unidos, Canadá, Reino Unido,
México, Colombia, Guatemala, República Dominicana, Panamá, entre otros.
“En los países que admiten el
polígrafo como prueba lícita, entre ellos Estados Unidos, donde se le reconoce
fiabilidad y licitud, Panamá, México, República Dominicana y Guatemala, por vía
de ejemplo, la práctica de los tribunales
exige leer al
imputado sus derechos,
para que no
pueda alegar coacción o imposición, pues requiere su
consentimiento. así, además de la aceptación libre, voluntaria e informada,
otras reglas o requisitos tienen que ver con la presencia de su abogado, el
derecho a que la prueba sea suspendida a solicitud del examinado y a que conste
la firma del experto y del sujeto
examinado. En cambio, en España, al igual que en Alemania, Italia y Francia, no se admite como
prueba válida ante los tribunales. Los tribunales españoles consideran que el
polígrafo convierte al acusado en objeto del proceso, afecta la inviolabilidad
de su conciencia y constituye una especie de cuasi-tortura, por lo cual con su
aplicación se afecta el principio de proporcionalidad, en cuanto implica una
injerencia o ataque a la indemnidad psicofísica del examinado”.[8]
Varios programas televisivos utilizan
interrogatorios con polígrafo. En Italia, España, Colombia, México, Portugal y
en Perú en Latina Televisión, “El valor de la verdad” con Beto Ortiz.
El polígrafo utiliza varios accesorios
para medir las reacciones fisiológicas: Cardioesfigmógrafo: mide y
registra la acción del corazón, la presión sanguínea y el ritmo del pulso del
sujeto entrevistado; es la manga del esfigmomanómetro y va adherido en el codo.
Neumógrafo: mide y registra el grado de inhalación/exhalación y los
cambios que puedan ocurrir durante el examen. Esfigmomanómetro: registra
presión sanguínea. Galvanómetro: mide y registra la conductancia
galvánica de la piel (sudoración); son dos placas metálicas que se colocan en
las yemas de los dedos de las manos. Ordenador: procesa y transmite
información recibida del sistema de adquisición de datos. Pletismógrafo:
registra los cambios en la coloración de la piel que se presenta a cambios del
ritmo cardíaco. Sensor de actividad: mide y registra los movimientos del
cuerpo del sujeto durante el examen.
EL
INTERROGATORIO[9]
“Las instrucciones que se dan al
sujeto examinado por un polígrafo suelen ser de este tenor: “A continuación voy
a leerle algunas preguntas; sin embargo, no debe responderlas inmediatamente.
Le formularé una pregunta y le dejaré medio minuto para que la piense;
transcurrido el medio minuto, usted oirá este clic [se le hace una muestra]. El
clic es la señal para contestar; al oírlo deberá usted contestar la pregunta
efectuada de acuerdo con las siguientes respuestas normalizadas: ‘No’, ‘Sí’,
‘No lo sé’. No debe pronunciar otras palabras que las mencionadas.”
Otro método consiste en pedir que
responda con una palabra cualquiera al previo vocablo expresado por el
examinador. No hace falta que la palabra respuesta sea sinonímica (“mar-barca”)
o antónima (“mar-tierra”), ya que puede resultar asintótica (“crimen-manzana”).
En cualquier caso, para trabajar e
interpretar con seguridad, el “paquete” de preguntas no debiera nunca ser
inferior al de cien o doscientas”.
UTILIDAD DEL
POLÍGRAFO ELECTRÓNICO
El polígrafo electrónico o computadorizado
sirve para medir o evaluar simultáneamente varias respuestas fisiológicas:
presión sanguínea, ritmo cardíaco, tasa cardíaca, la frecuencia respiratoria o
la tensión muscular, la respuesta galvánica de la piel del sujeto, a efecto de
detectar las respuestas falsas que da el sujeto a las preguntas que le son
formuladas en un determinado espacio y tiempo.
La prueba poligráfica electrónica se
emplea generalmente en delitos sexuales, acoso y delitos contra el patrimonio
económico, en procesos de inteligencia y contrainteligencia de organismos de
seguridad estatal como FBI, CIA, DEA y KGB y en ámbitos militares, laborales,
judiciales y administrativos. Se aplica también en la investigación de
infracciones penales siempre que no interfiera la investigación judicial. En
algunos países se emplea en el ámbito laboral para la selección de personal,
para acceder a un empleo. En otros países no se puede presionar y obligar al
trabajador a practicar mediciones psicofísicas en el polígrafo, puesto que su
exigencia insistente podría ser considera “acoso laboral” y peligros a la
libertad y la dignidad del sujeto.
Fernando Canda Moreno señala que el
polígrafo sería muy útil, “pues se cree que la mentira genera ansiedad, la cual
produce cambios autónomos predecibles y medibles. Pero este sistema, y otros,
como el analizador de tensión en la voz, no son totalmente fiables, puesto que,
por ejemplo, los tranquilizantes pueden producir la sensibilidad fisiológica
asociada con las mentiras, e incluso pueden llegar a regularse respuestas
autónomas sin necesidad de ingerir sustancia alguna. Una de las claves del
funcionamiento del polígrafo es la denominada pregunta control, mediante la
cual el examinador compara las reacciones del sujeto frente a diferentes tipos
de preguntas. La prueba comienza con distintas preguntas en relación con el
asunto de interés. A continuación, se
realizan una serie de preguntas irrelevantes que deben ser respondidas de forma
sincera, con indicación de cómo contesta el individuo cuando dice la verdad. En
tercer lugar, se hacen interrogaciones control que hay que responder con
mentiras a fin de obtener un registro de la forma en que se comporta el sujeto
cuando miente. Finalmente, el sujeto deberá responder a un grupo de preguntas
de complejo de culpa, que revelan la reacción del sujeto cuando se le acusa.
Concluida la prueba, el evaluador llegará a una conclusión comparando las
respuestas ante los reactivos relevantes con todas las demás reacciones, si
bien la precisión de los resultados depende en última instancia del
procedimiento seguido, del examinador y de los métodos y pericia del operador
del polígrafo”.[10]
ALGUNOS TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN
A la fecha hay una serie de trabajos
de investigación en pregrado y posgrado de diversas universidades que se
realizaron teniendo como base el polígrafo electrónico.
Laura Cristina Cortina Herrera realizó
una tesis de Maestría en Ciencias en Administración Pública titulada “Propuesta
de un modelo para selección de personal de seguridad pública utilizando como
base el polígrafo, para garantizar su confiabilidad en el desarrollo de sus
funciones” (México, octubre, 2013)[11]
Según María Cecilia Boshell Norman, en
septiembre del 2011, la Asociación Americana de Poligrafía (APA) presentó el
Estudio Meta Analítico del criterio de exactitud de las técnicas poligráficas
Validadas, documento guía que señala las técnicas poligráficas con mayor
confiabilidad a la fecha.
Martha Cecila Boshell Norman, en su
trabajo El examen de polígrafo tipo exploratorio, como herramienta de control y
verificación de confiabilidad del equipo humano dentro de una organización., en
una de sus conclusiones manifiesta: “Se evidencia que el tema de la detección
de la mentira siempre ha existido a través de la historia de la humanidad, en
base a la necesidad de demostrar técnica y científicamente la detección de la
mentira; autoridades en medicina, psicología, fisiología e investigadores
criminalísticos, demuestran y concluyen que una persona cuando miente u oculta
alguna información, tiene un conflicto a nivel cerebral que se refleja en el
sistema nervioso autónomo que hace que tenga reacciones involuntarias que son
registradas en tiempo real a través del instrumento de polígrafo, los
protocolos establecidos permiten a un Poligrafista experimentado determinar el
grado de confiabilidad con el que la persona respondió”.
Rubén Perlaza afirma: “Centrándonos en
la implementación de la prueba poligráfica se concluye, que a partir del uso
frecuente de este mecanismo en las compañías nacionales, se ha logrado
minimizar riesgos que han permitido fortalecer procedimientos al interior de
las empresas para neutralizar la infiltración, y/o penetración, soborno,
corrupción en las personas por parte de las redes delincuenciales de la amenaza
actual o potencial, narcotráfico, terrorismo, secuestro, extorsión, tráfico de
armas, rebelión, delitos contra el sistema financiero, enriquecimiento ilícito
y lavado de dinero; además, reducir la exposición de la compañía con individuos
u organizaciones relacionadas con actividades ilícitas logrando continuidad,
confianza y posicionamiento de la empresa”.[12]
GLOSARIO BÁSICO
Cardioesfigmógrafo: conocido como unidad de presión
sanguínea; el Cardio mide y registra la acción del corazón, la presión
sanguínea y el ritmo del pulso del sujeto.
Baumanómetro: aparato médico para medir la presión
sanguínea, medir la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las
arterias.
Cesare Lombroso: a inicios del siglo XIX, el
antropólogo y criminólogo italiano Ezechia
Marco Lombroso (1835 -1909), conocido con el pseudónimo
Cesare Lombroso y considerado como el “padre de la
detección de mentira” utilizó el pletismógrafo en
sus interrogatorios sobre crímenes para medir la velocidad del
pulso y el volumen sanguíneo.
Cultura empresarial: conjunto de valores compartidos,
formas de pensar y normas determinantes del comportamiento de los funcionarios,
empleados y trabajadores que prestan sus servicios en una empresa.
Esfigmomanómetro: registra presión sanguínea.
Flujograma: representación gráfica paso a paso de
un proceso organizacional y que representan su flujo de ejecución mediante
flechas conectadas desde un inicio a fin del proceso.
Galvanómetros o “placas de dedos” se unen a dos de
los dedos del entrevistado y sirve para medir la capacidad de la piel de
conducir electricidad. Al hidratarse la piel (con el sudor), conduce
electricidad con facilidad.
Leonard Keeler. El inglés Leonard Keeler, en 1921, es
conocido como “el padre de la poligrafía moderna”, en 1934 había fundado la
primera Escuela de Poligrafía y patentó el primer polígrafo en
1939.
Mentir. Según el Diccionario de la Real Academia Española de la
Lengua (DRAE), mentir es «decir o manifestar lo contrario de lo
que se sabe, cree o piensa».
Mentira compulsiva. Mentira que
realiza, una y otra vez, el mentiroso compulsivo y es causada por la baja autoestima,
por lo que la persona requiere atención. El compulsivo suele decir mentiras
incluso cuando es más fácil decir la verdad.
Mentira exagerada. Mentira
que tienen algo de verídico, pero que se suele exagerar para impresionar a los
demás.
Mentira intencionada o
instrumental. Mentira que busca
el interés propio y que se emplea para conseguir algo, por ejemplo, un
puesto de trabajo.
Mentira oficiosa. Mentira dicha para servir o agradar a alguna persona con
un fin personal, grupal o institucional.
Mentira piadosa. Mentira que causa pequeños beneficios cuando se dice.
Mentira hacia uno mismo. Es el autoengaño.
Mentira podrida. Mentira insostenible y burda.
Neumógrafos: tubos de goma que se ponen
alrededor del pecho y del abdomen durante la de prueba. Cuando el pecho o los
músculos abdominales se amplían, el aire dentro de los tubos se desplaza.
Ordenador: procesa y transmite
información recibida del sistema de adquisición de datos
Poligrafista: profesional psicólogo, abogado y experto en el uso de
conocimientos, técnicas, habilidades y herramientas para la obtención,
procesamiento y evaluación de información veraz mediante el polígrafo y que se dedica al estudio y cultivo de la
poligrafía.
Polígrafo. Etimológicamente
el término polígrafo deriva de las palabras griegas polis, que significa
“muchos”, “varios” y grafos que quiere decir “trazo” o “dibujo”. El
“detector de mentiras” o la “máquina de la verdad” es un aparato médico,
sensible y científico, que se usa para medir al mismo tiempo varias respuestas
fisiológicas, como el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria o la tensión
muscular, con el fin de detectar las eventuales respuestas falsas que emite el
sujeto a las preguntas que se le formulan.
Pletismógrafo: registra los
cambios en la coloración de la piel que se presenta a cambios del ritmo
cardíaco
Respuesta
galvánica: reacción galvánica (reacción eléctrica).
Sensor de actividad: mide y registra los
movimientos del cuerpo del sujeto durante el examen.
BIBLIOGRAFÍA
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