FRIEDRICH AUGUST VON
HAYEK
Escribe: Eudoro Terrones Negrete
Friedrich
August Von Hayek, economista, jurista y filósofo de la Escuela Austríaca. Nace
el 8 de mayo de 1899 en Viena y muere el 23 de marzo de 1992 en Friburgo y es
enterrado en Viena.
Hayek es
el gran teórico social austriaco del siglo XX, el padre del neoliberalismo, ejerció
influencia en la teoría del hombre, de la política, de la economía, del
derecho, de la democracia y del fenómeno de la globalización, llegándose consecuentemente
a hablar de “la era de Hayek”. Fue discípulo de Friedrich von Wieses y de Ludwig
von Mises, y primo de Ludwig Wittgenstein.
Persistente
crítico de la economía planificada y del socialismo por constituir un peligro
para la libertad del hombre y por conducirlo al totalitarismo. Confesó no haber
sido nunca capturado por el socialismo marxista.Participó en la Primera Guerra Mundial, experiencia que le condujo a
interesarse por las ciencias sociales.
En 1921
recibe el doctorado en Derecho y en 1923 el doctorado en Política Económica. En
1974 recibe el Premio Nobel de Economía compartido con Gunnar Myrdal y en 1977
la Universidad Francisco Marroquín le honra con un doctorado Honoris Causas por
su singular aporte a la libertad individual.
Inicialmente,
Hayek fue socialista Fabiano[1], creía en la
intervención del Estado para mejorar el orden social. “Pero precisamente fue la
lectura de un libro de su maestro Ludwig von Mises, El socialismo, donde hacía una devastadora crítica a esta doctrina,
lo que le hizo cambiar de posición y lo convirtió en discípulo suyo”[2].
Más tarde crea sociedades para difundir sus ideas y oponerse al socialismo,
como la Mont Pelerin Society,
en 1947. Llega a tener enfrentamientos con Keynes cuando realizó
críticas a su obra y éste lo replica. También Piero Sraffa critica la obra Precios y producción de Hayek y
éste también le responde. Finalmente, por algún tiempo, deja los temas económicos e incursiona en los
temas filosóficos o sociales.
Llegó a escribir
más de veinticinco importantes obras en las que reflexiona sobre la economía, la
filosofía política, la antropología jurídica y la historia, entre otros. Cabe
referir algunas de sus obras: La teoría
monetaria y el ciclo económico (1929), Precios y producción (1931), Economía y conocimiento (1936), La teoría pura del capital (1941), El camino de servidumbre (1944), Individualismo y orden económico (1948), La contrarrevolución de la ciencia. Estudios sobre el abuso de la razón (1952), El orden sensorial. Los fundamentos de la psicología teórica (1952), El capitalismo y los historiadores (1954), Los fundamentos de la libertad (1960), Derecho, legislación y libertad ( 1973, 1976, 1979. 3 vols.), La desnacionalización del dinero (1976) y La fatal arrogancia. Los errores del socialismo (1988).
Jorge Vergara
Estévez, al explicar la concepción del hombre de F. Hayek manifiesta: “Hayek se
inscribe en la tradición clásica que proviene de Platón y Aristóteles de fundar
la concepción de la sociedad en una teoría antropológica. El referente
principal en la elaboración de su antropología fue el liberalismo inglés del
siglo XVII y XVIII, especialmente el de Locke y Smith. Los fundadores del
liberalismo ofrecieron una salida a la crisis del Estado y la sociedad absolutista
del siglo XVII, elaborando una nueva concepción de la sociedad y la política,
en el marco de una "sociedad de relaciones mercantiles desarrolladas"
(Macpherson 1970). Ellos consideraban que dicho modelo era el único adecuado,
porque correspondía a la verdadera naturaleza del hombre, que habían expuesto
en sus escritos, la cual no había podido realizarse durante el régimen
absolutista. Hayek reactualiza este proyecto teórico, pues también pretende
recrear la sociedad, transformarla radicalmente, de acuerdo con su proyecto que
contiene una utopía política y social. Para ello, busca un nuevo fundamento de
su teoría de la sociedad, la economía y la política, y cree haberlo encontrado
en una nueva concepción del hombre. Esta concepción antropológica está constituida
por siete enunciados de alto nivel de abstracción, que sintetizan teorías
específicas sobre el hombre. Estas poseen pretensiones de universalidad y son
concordantes entre sí. Los tres primeros enunciados responden a la pregunta qué
es el hombre, y las cuatro últimos a la pregunta cómo es, es decir,
cuáles son sus características principales5. Estos enunciados son: (a) el hombre
es un individuo; (b) es un ser evolutivo; (c) es un ser creador de normas y
tradiciones; (d) sus normas éticas principales son funcionales a la sociedad de
mercado; (e) su racionalidad es limitada; (f) su libertad individual es
negativa, y (g) los hombres son naturalmente desiguales”.[3]
Al referirse a La teoría evolucionista sobre el hombre de Hayek, Vergara
Estévez manifiesta que ésta “se basa en una reconstrucción racional
de la historia, que, paradojalmente, recuerda a la realizada por Rousseau,
aunque difiere en sus contenidos (1964). Los seres humanos, en su larga etapa
tribal, que abarca casi toda la historia de la especie, habrían desarrollado un
conjunto de instintos sociales que les permitieron alcanzar una alta cohesión
grupal y, basados en la cooperación, pudieron sobrevivir a las amenazas
naturales y ambientales. "El hombre existió mucho tiempo en pequeñas
bandas de cazadores, que compartían sus alimentos y que mantenían un estricto
orden de autoridad en un territorio común y protegido de la banda" (Hayek 1989,
p. 184). Rechaza la concepción de los filósofos del siglo XVII, especialmente
de Hobbes, que afirmaron que el "hombre natural" era naturalmente
egoísta (Hayek 1990, p. 42). "El tipo de coordinación se basaba en los
instintos de solidaridad y altruismo. Solo así podían en aquellos tiempos
subsistir los miembros de esas pequeñas comunidades humanas: el individuo
aislado tenía escasas posibilidades de supervivencia. El primitivo
individualismo descrito por Hobbes no pasa de ser un mito" (Ibíd)”.[4]
Según Hayek el hombre
tribal era gregario y carecía de libertad, dado que la libertad “es una
creación propia de la civilización” y al individuo “no se le reconocía dentro
del grupo ningún poder de acción independiente”.
[1] Hayek se apasiona por las
tesis de la Sociedad Fabiana, una corriente reformista inglesa, creada por
Béatrice y Sidney Webb, que preconizaba una revolución espiritual (Denis
Boneau).
[3] Jorge Vergara Estévez, en su artículo “La concepción del Hombre de
Friedrich Hayek, Revista de filosofía versión On-line ISSN
0718-4360. Rev.
filos. v.65 Santiago 2009. http://dx.doi.org/10.4067/S0718-43602009000100010. Revista de Filosofía Volumen 65, (2009)
161-176. La concepción del Hombre de Friedrich Hayek. http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-43602009000100010/
vergaraestevez@gmail.com