SEGÚN LA TEORÍA DEL HISTORICISMO NO EXISTE LA NATURALEZA HUMANA
Escribe: Eudoro Terrones Negrete
De acuerdo con esta dirección filosófica
no existe la naturaleza humana. El hombre es un ser relativo que es juzgado
sobre la base de la época histórica en que vive, y no se puede aplicar a la
historia leyes similares a las que gobiernan las ciencias físicas. Los sucesos
o hechos humanos, en proceso de espiritualización o des-espiritualización,
constituyen historia. El ser humano es fundamentalmente histórico, tiene
conciencia de su razón de ser en un determinado espacio y tiempo histórico,
tiene conciencia de su historicidad.
Los actos humanos tienen significación
histórica en la medida en que favorece la libertad creadora del hombre, desarrollan un conjunto de valores: sociales,
culturales, religiosos, espirituales y éticos.
Dilthey, el filósofo más importante del
movimiento historicista, manifiesta que la vida humana está condicionada
históricamente por el tiempo y por el pasado, consecuentemente «sólo la
historia puede decirnos qué es el hombre». La realidad y la vida humana son un
complejo de relaciones histórico-vitales: «Cuanto el hombre es, lo experimenta
sólo a través de la historia». «Cada miembro de la familia tiene un puesto
determinado en su vida, y todo lo que lo rodea es entendido por él como vida y
espíritu que se ha objetivado allí...»
Precisa Dilthey que no es posible llegar a
comprender al hombre considerándolo sólo como objeto natural (biológico y
psíquico) porque su naturaleza biológica y psíquica es la misma de los demás
eres. Lo que le diferencia es su vida espiritual; y ésta no es biológica ni
psíquica, sino esencialmente histórica: la historicidad es la nota constitutiva
del espíritu.
Las ciencias que estudian la existencia
humana se denomina «Ciencias del Espíritu». la vida humana es una estructura
cuya substancia es el tiempo histórico. «Estructura», «evolución» e
«historicidad» son las categorías con las que operan la gnoseología de las
Ciencias del Espíritu.
El método de las Ciencias del Espíritu es
la comprensión histórica de la vida humana actual o pretérita, a este método lo
denomina «método hermenéutico». La vida humana tiene un fin, no es un agregado
de solo causa y efecto. Y, comprender, es «revivir» (volver a vivir) las
vivencias de un espíritu o alma individuales y concretos partiendo unitariamente
de los propósitos y objetivos que motivaron su conducta.
Pero entender un hecho espiritual no por
las causas sino por los motivos, por los propósitos y los objetivos que lo
determinaron, es reconstruir un acontecimiento peculiar y único; significa
hacer la historia del hecho, si entendemos por historia el revivir y explicar
el pasado tomando en cuenta el sentido, valor e importancia de los
acontecimientos.
Justamente, porque estamos condicionados
históricamente por el tiempo y por el pasado «sólo la historia puede decirnos
qué es el hombre», la historia que vive en nosotros «como la melodía de nuestra
vida».
Raymond Aron llegó a decir que “El hombre
no está solamente en la historia, sino que lleva consigo la historia que él
explora”
No es posible llegar a comprender al
hombre considerándolo sólo como objeto natural (biológico y psíquico) porque su naturaleza biológica y psíquica es
la misma de los demás seres. Lo que le diferencia es su vida espiritual; y ésta
no es biológica ni psíquica, sino esencialmente histórica; la historicidad es
la nota constitutiva del espíritu. Al respecto Spirkin manifiesta en la obra El origen de la conciencia humana: “La
conciencia del hombre contemporáneo es producto de la historia. Sus
peculiaridades no son inmutables. Se han formado históricamente y se han ido
transformando en el proceso del desarrollo histórico…”