TEORÍA
MÁGICA DEL PSIQUISMO HUMANO
Escribe: Eudoro Terrones Negrete
Antonio Aróstegui, en su «Curso de
concienciación filosófica» refiere que la estrecha relación entre el hombre
y el mundo físico aparece en la estructura del psiquismo humano tal y como la
concebían las culturas primitivas. Se trata de la concepción mágica que se
extiende hasta la actualidad, y que tuvo una versión filosófica, muy influyente
en el Renacimiento, con Paracelso y Agripa.
Considera esta concepción mágica que el
hombre está compuesto de tres partes o elementos: el cuerpo físico, el cuerpo
astral y el alma o espíritu. El cuerpo físico corresponde, en general, a lo que
se denomina cuerpo humano, organismo viviente común también a los animales; el
cuerpo astral es una parte que el hombre tiene de los astros, de las estrellas.
El cuerpo astral individual, el que posee
cada individuo humano, se halla inmerso en el cuerpo astral universal, es
decir, en el mundo de los astros del cual el círculo zoodiacal forma parte. Por
eso el hombre está sometido a las fuerzas y efluvios de los astros, influido
por ellos. Según el nacimiento del hombre, puede determinarse qué astros han
contribuido más a la formación de su cuerpo astral individual y que más
influyen en la conducta y destino del hombre. He aquí la base en que se apoyan
las predicciones de los horóscopos.
Sin negar que en la concepción mágica del
hombre pueda haber un fondo de verdad, sin embargo es un hecho que la
aceptación de este influjo de los astros, y las previsiones de los horóscopos,
constituyen hoy el refugio de quienes esperan beneficios sin luchar por
lograrlos, o de quienes pretenden eludir la responsabilidad que les incumbe por
sus propios errores, transfiriéndola a las estrellas. Las repercusiones y
derivaciones sociales que se siguen de estas creencias han sido analizadas
minuciosamente por Th. W. Adorno en la obra «Filosofía y superstición».