COMENTARIO OBRA 20:
EL APRISMO SEGÚN HAYA DE LA TORRE (FILOSOFÍA, IDEOLOGÍA Y DOCTRINA)
PRÓLOGO
Escribe:
Guely Villanueva
Díaz
Mi entrañable compañero y amigo,
Dr. Eudoro Terrones Negrete, me ha sorprendido gratamente, al solicitarme que
escriba unas líneas prologales a este su nuevo libro. Entiendo que lo hace,
porque sabe bien cuánto admiro y valoro todo esfuerzo relacionado con la
difusión del Aprismo, en sus contenidos filosófico, ideológico, doctrinario e
histórico, que aquí es tratado con puntual devoción.
Como escritor y académico, Eudoro
Terrones Negrete ha logrado sistematizar el contenido de su obra en dos
capítulos: El primero, “El Aprismo según Haya de la Torre”, que nos lleva al
placer de leer o releer aquellas tesis escritas y sustentadas por el Maestro,
que definen al APRA como un gran movimiento político: con filosofía, ideología
y doctrina propias, autóctonas y autónomas, libre de toda influencia extranjera
y que sólo responde a la realidad única e intransferible de nuestra América
morena, acertadamente llamada por Víctor Raúl: Indoamérica. Y el
segundo capítulo, desarrollado por el autor, titulado “Filosofía, Ideología y
Doctrina del Aprismo”.
Eudoro Terrones Negrete ha tenido
que escudriñar en los siete tomos de las obras completas de Víctor Raúl Haya de
la Torre; pero también en otras fuentes, con agudeza ferviente de leal
discípulo. Precisamente él mismo registra, al inicio de este libro, sus
impresiones del líder y fundador del APRA, desde cuando lo conoció en 1970, en
la casona de Villa Mercedes, reducto donde vivió el Maestro hasta su deceso,
ocurrido nueve años después.
Qué importante es que salga a la
luz un nuevo libro, pleno de enseñanzas y que seguramente atraerá a la lectoría
juvenil, justamente hoy en que la política nacional necesita adecentarse,
entonces, qué mejor referente que la trayectoria y el pensamiento de Víctor
Raúl Haya de la Torre.
Pero quisiera hacer aquí una
digresión, sobre la importancia que ha tenido el libro, en la historia del APRA
y del Partido Aprista Peruano.
Creo que los periódicos y
revistas antecedieron o fueron precursores del libro aprista. Así tenemos que
en 1923 apareció Claridad, revista fundada y dirigida por Víctor
Raúl Haya de la Torre, como vocero de la “Universidad Popular González Prada” y
que, cuando él fue desterrado, asumió la dirección José Carlos Mariátegui. El
mismo año se publicó “EL NORTE”, en Trujillo, fundado por Antenor Orrego.
En 1926 apareció “APRA”, Revista
de la Célula Aprista de París, dirigida por Felipe Cossío del Pomar.
En 1927, Honda,
publicación doctrinaria de la Célula Aprista de Buenos Aires. Atuey,
salió en Cuba, en tanto Indoamérica fue publicada en México,
por los desterrados apristas.
1927, Amauta, fue
fundada por Mariátegui como tribuna aprista hasta septiembre de 1928.
1929, Meridiano,
publicada en Bolivia, por los desterrados apristas.
1930, “APRA”, revista fundada por
Serafín del Mar (Reynaldo Bolaños) como órgano del naciente Partido Aprista
Peruano. También lo dirigió Víctor Raúl, en 1933, en la clandestinidad y en
1934 el c. Ismael de la Peña.
1931, La Tribuna,
diario fundado por Manuel Seoane. Sufrió clausuras, sacó ediciones
clandestinas, que el propio Víctor Raúl escribía, imprimía y distribuía, a
pesar de la persecución. En 1970 la dictadura militar lo intervino y remató su
maquinaria para silenciarla. Después se ha publicado eventualmente.
Sin embargo, el primer libro
aprista publicado es “Por la Emancipación de América Latina” de Víctor Raúl
Haya de la Torre, editado en 1927, por los desterrados apristas en Buenos
Aires.
Pero el libro fundamental del
Aprismo, que remeció el pensamiento político latinoamericano, es “El
Antiimperialismo y el APRA”, escrito por Víctor Raúl Haya de la Torre en
México, en 1928; pero que sólo es publicado en Chile en 1936 por los
desterrados apristas, mientras el líder luchaba desde la clandestinidad contra
las tiranías imperantes.
En todo caso, el libro aprista
tuvo una gran connotación en la formación ideológica de la militancia. Desde el
inicio se inculcó el deber de formar sus bibliotecas personales. Se editaban
libros de igual formato, que recogían incluso las conferencias expuestas en la
“Escuela de Oradores” y lo difundían, en un afán por fortalecer la
ideologización del militante o simpatizante. Sin embargo, al imponerse las
sucesivas dictaduras, no sólo fueron perseguidos y sus casas saqueadas; sino
que sus libros y revistas serían quemadas, ante lo cual algunos compañeros
alcanzaron a esconderlos y hasta enterrarlos, para salvarlos de la barbarie.
Así, el libro aprista adquirió una connotación de perseguido, sufriendo los
mismos abusos que los militantes. Pero al final el Libro Aprista sobrevivió y
triunfó.
Gracias compañero Eudoro Terrones
Negrete, por enriquecer con su gran libro la bibliografía aprista; noble,
fecunda y heroica.
Chiclayo, setiembre de 2021.
Guely Villanueva Díaz
EPÍLOGO
Escribe:
Hugo García Salvatecci
El Dr. Eudoro Terrones Negrete nos presenta una
síntesis sumamente profunda del Aprismo, en su obra titulada “El Aprismo según
Haya de la Torre”. Su ortodoxia aprista está descontada.
El historiador inglés Cole señala que el Aprismo es
la mayor contribución de filosofía política que se dio en el tercer mundo
durante el siglo XX. Lo que es resaltado por nuestro amigo Terrones Negrete. De
lo que se trata ahora es de proyectar ese riquísimo pensamiento a una realidad
histórica que se ha modificado cualitativamente.
El Papa Juan Pablo II, al analizar la “Rerum
Novarum”, se inspiró, aunque enriqueciéndola, en la metodología de
interpretación propuesta por el marxista francés Luis Althusser. Siguiendo al
Papa Juan Pablo II, hablaremos de las tres lecturas que se
deben hacer de las obras de Haya de la Torre.
La primera lectura consiste en leer su obra, ubicándola
en su tiempo, con el fin de evidenciar cuál era históricamente el problema
social y político que se quería solucionar. Para lograrlo, es indispensable
tener presente las principales fuentes en las que inicialmente se nutrió la
ideología aprista.
Lo más resaltante es que Haya rechazó al Marxismo
no por su carácter revolucionario, sino porque su pensamiento estaba de
espaldas al avance de la ciencia, porque era producto de una interpretación
histórica hecha bajo una perspectiva que no es la nuestra, y fundamentalmente
porque su posición ideológica se había congelado. Cuando algo se congela se
vuelve anacrónico, y si ello se vincula con una posición política deviene en
reaccionario, a pesar de lo que se trate de decir en contrario.
Cerca de cincuenta años después, los grandes
pensadores progresistas de Francia llegaron a la misma conclusión. Sartre, en
la década de los setenta, no hablaba del marxismo congelado, pero sí del
marxismo con arterioesclerosis. La obra de Sartre “Crítica de la razón dialéctica”
es una obra sumamente académica y profunda, pero tardía con relación a Haya,
pues termina exponiendo, con lucidez extraordinaria, lo que había dicho Víctor
Raúl, cincuenta años antes. Podríamos decir que, si hay una obra que expresa
plenamente la posición de Haya de la Torre sobre la dialéctica hegeliana y
sobre el proyecto del marxismo-leninismo es la “Crítica de la razón dialéctica”
de Sartre, lo que tendría que ser debidamente analizado.
Tal como señalé en mi obra “El Aprismo y la
doctrina social de la Iglesia”, la posición de Haya, expuesta cuarenta o
cincuenta años antes, es similar a la que, desde la década de los sesenta, se
encuentra en las encíclicas sociales de la Iglesia. Estas encíclicas incluso
utilizan la terminología difundida por Haya, como sería: bivalencia del
imperialismo, la conciencia histórica vinculada a las diferentes velocidades de
la producción, el recalcar que la experiencia marxista-leninista se relacionaba
con el capitalismo de Estado y no con el auténtico socialismo, etc.
A partir de la revolución de mayo de 1968, ya no
podía existir duda alguna sobre la debacle ideológica y política del
marxismo-leninismo. Dos grandes pensadores de avanzada, Bertrand Russell y
Sartre, lo proclamaron expresamente. Ambos, después de reconocer que ya el
marxismo-leninismo no tenía futuro, señalaron, hace ya más de cuarenta años,
que estaba surgiendo una nueva posición radicalmente revolucionaria que,
inspirándose en Marx y en Mao, encarnaría una posición más extremista que la
del marxismo-leninismo. Dicho movimiento se incubó en Francia y no en China, a
pesar que se denominó “Maoísmo”.
Los mismos Russell y Sartre señalaron cuál sería su
nueva táctica política: aplicar nuevamente la denominada “propaganda por el
hecho” (terrorismo) propiciada por los anarquistas nihilistas del siglo XIX.
Vale decir, realizar los actos terroristas más sangrientos, provocar
permanentemente al Estado para fomentar intencionalmente la represión, en el
entendido que en ninguna represión se pueden respetar plenamente el estado de
derecho y los declarativos derechos humanos. Se dejaron todos los viejos sueños
y los objetivos de los que se había hablado hasta el cansancio. La táctica
maoísta sólo tiene dos momentos: primero el terrorismo nihilista más sangriento
e inhumano, para luego buscar la protección de los burgueses derechos humanos y
del estado de derecho. Lo que persigue el movimiento terrorista es que los
agentes del orden pierdan completamente la moral sobre sus responsabilidades,
puesto que se les pone en el dilema: morir en el combate o podrirse en la
cárcel.
Llama la atención que todo ello fuera advertido
hace más de cuarenta años, sin que todavía se le haya dado una respuesta
ideológica contundente al fenómeno terrorista. Es a la posición maoísta a la
que el día de hoy tenemos que dar respuesta, pues el marxismo-leninismo ya
pertenece sólo a la historia.
La segunda lectura se centra en leer la obra de
Haya en función de nuestra realidad actual, después que, relativamente en un
breve tiempo, se han dado históricos saltos cualitativos de suma importancia.
Es necesario, con lealtad y objetividad, contraponer el pensamiento de Haya con
la realidad histórica en que nos encontramos, para adecuar el espíritu o los
propósitos por los que fue creado el Apra a la nueva realidad histórica. Esta
segunda etapa se constatación con la nueva realidad, nos permitirá la tercera
lectura para proyectar el pensamiento aprista a un futuro ya no inmediato sino
de mediano alcance.
Mi segunda lectura de la obra de Haya se encuentra
en mi libro “El Apra entre dos orillas: ochenta años de Aprismo”. En estos
momentos estoy preparando la obra que exprese mi tercera lectura y que
denominaré: “Los nuevos retos de la democracia: cien años de Aprismo”.
Entre los puntos a reflexionar para propiciar la
“reconstrucción del Aprismo”, se pueden señalar:
1) Estudiar detenidamente la
situación internacional. Al parecer se dan todos los síntomas que evidenciarían
que estamos frente al término de una etapa histórica y al inicio de otra.
Danilevsky, Spengler y Toynbee precisaron que sus dos síntomas fundamentales
son: la completa desaparición de una escala de valores, que termina propiciando
la denominada “invasión de los bárbaros” en todos los niveles e instituciones
públicas y privadas, y, en segundo lugar, los grandes cambios climatológicos.
En la Antigüedad, Platón, Aristóteles y Tucídides habían anotado que
todas las grandes culturas han aparecido y desaparecido debido a los grandes
cambios climatológicos. Todo ello fue reiterado por los grandes estudiosos de
la historia del siglo XX. El estudio del medio ambiente, y su proyección
histórica, es imprescindible en todo proyecto político actual.
2) Con la misma responsabilidad con la que estudió
Haya de la Torre el fenómeno imperialista, se debe estudiar el fenómeno de la
globalización, que lo ha reemplazado. Así como la lucha de pueblos reemplazó a
la lucha de clases dentro del imperialismo, la globalización ha trastocado toda
la dialéctica de la lucha de clases, internacionalizando sus antagonismos en el
interior de todos los países del mundo. Se trata de un tema de suma
importancia, puesto que, como ya lo había señalado Proudhon y luego lo
repitiera Marx, para interpretar históricamente una sociedad es indispensable
conocer el “sistema de contradicciones” que le da origen, y que se refleja en
el antagonismo de las clases sociales.
La globalización es la expresión de la ley
histórica de la internacionalización creciente de la humanidad. Jaspers, hace
más de medio siglo, apuntó que recién estamos entrando dentro de una historia
realmente universal. Mientras las clases desplazadas por la globalización, en
los países ricos, han creado el movimiento de la “antiglobalización”, todavía
nuestros pueblos indoamericanos no han tomado una posición ideológica y política
para enfrentar dialécticamente a la globalización, incluso nuestra antítesis
dialéctica, no cuenta todavía ni siquiera con el nombre. Pero estamos
convencidos que nuestra única respuesta aprista a la “globalización” está en la
integración indoamericana.
3) Desde hace más de dos siglos los más destacados
pensadores de Occidente vienen sosteniendo la necesidad de un gobierno o Estado
universal. Resalta sobre todo la figura de Kant, quien señaló rotundamente que
el ideal del Estado universal tiene toda la fuerza de un postulado histórico,
planteamiento que han repetido los tres últimos Pontífices. La posición de Kant
fue determinante en el pensamiento de Proudhon y de nuestro libertador Simón
Bolívar.
Desde sus inicios, nuestro gran ideal de integración es conformar una
gran Confederación, para luego, con otras cuatro o cinco grandes
confederaciones, conformar el Estado Universal. El tema de la integración
Indoamericana, tiene, por consiguiente, que ser profundamente estudiado, dentro
de esta dimensión universal, que por la globalización cada día está más
cercana.
4) Haya de la Torre bosquejó también las diferentes subregiones
económicas de Indoamérica que debía confederarse como primera etapa para la
plena confederación Indoamericana. Una de ellas está conformada por los países
andinos que ya cuentan con un convenio de integración: el “Acuerdo de
Cartagena”. Nuestra primera e inmediata tarea es integrarnos plenamente con
Ecuador, Bolivia y Colombia.
5) En los últimos cincuenta años, de modo creciente, se viene señalando
que el sistema democrático actual ya es anacrónico. Víctor Raúl lo señaló desde
la década de los veinte del siglo pasado. La crítica más significativa que se
le hace es que, en el fondo, no tiene nada de democrático. Estamos en una
situación similar a la que se encontró Platón en el siglo IV a,d,C., cuando en
defensa de los ideales auténticamente democráticos se propuso destruir la
democracia de Atenas de ese entonces que se apoyaba en el principio irracional
que disponía que el único modo democrático para acceder a los puestos públicos
era el sorteo.
Lo que está en tela de juicio es el modelo de
Estado que rige en el Occidente. El Papa Juan Pablo II, en su encíclica
“Centesimus Annus”, llegó a decir que desde la Revolución Francesa hasta la actualidad,
la humanidad viene tanteando nuevas formas estables de gobierno, que reemplacen
al Estado absolutista de la Edad Moderna, sin que hasta la fecha lo haya
logrado. El estudiar el tema de lo que hoy se denomina la reforma del Estado es
algo imperativo.
6) La reforma del Estado debe iniciarse partiendo
del municipio. Es a partir de esta reorganización del Estado desde el que se
debe iniciar el proceso de integración.
Desde Kant, se tiene casi la certeza que el ideal
razonable del Estado universal, que podría ser aceptado por todos los pueblos,
tendría el modelo de Estado confederado. De otro modo, se corre el peligro que
el Estado universal sea el producto de la imposición y la dictadura de una
potencia militar. La integración de Indoamérica debe seguir el modelo
confederado, lo que exige que previamente cada uno de nuestros países se
organice confederativamente a partir del municipio.
Se trata, sin duda, de un proyecto de largo
alcance, por lo que podrían darse etapas intermedias. Por ejemplo: ¿no sería
mejor para el país que los municipios provinciales se conformen por la
confederación de los municipios distritales y que las regiones por la
confederación de los municipios provinciales?
7) Siguiendo el ejemplo de Proudhon, Haya propuso
el Congreso Económico, llamado así fundamentalmente para diferenciarlo del
Congreso político. Se trata de asegurar la participación de la sociedad en el
manejo de la cosa pública. Son varias las atribuciones que debería tener, que
no es el momento de analizar, pero hay un aspecto, señalado tanto por Proudhon
como por Haya de la Torre, que es de suma importancia y de actualidad
creciente: el tema de la moral pública.
En “El principio Federativo”, Proudhon profetizó
que el estado socialista terminaría en la dictadura más férrea y que el estado
burgués llevaría a las inmoralidades más vergonzantes. Su profecía
lamentablemente se cumplió.
El Papa Juan Pablo II diagnosticó que el sistema
democrático formal del Occidente está herido de muerte por el cáncer de la
inmoralidad tanto pública como privada, que ya se encuentra en su fase
terminal.
Acá en el Perú, contamos con el “Acuerdo Nacional”.
Se le podría potencializar y darle las atribuciones del Congreso Económico. El
tema del nombre puede pasar a un segundo lugar, lo que interesa es el concepto.
De modo urgente, del “Acuerdo Nacional” deberían
depender todos los organismos de control. Ninguno de ellos debería estar
subordinado a un poder del Estado. Si el “Acuerdo Nacional” eligiese al
Contralor, al Directorio del Banco Central de Reserva, al Superintendente de
Banca y Seguros, a los magistrados, y dichas instituciones estuviesen bajo su
control, no va a significar que todos los problemas quedarán solucionados, pero
se daría un paso gigantesco en la lucha contra la corrupción.
8) Otros de los angustiosos temas a ser estudiados
es el de la demarcación de las regiones. Consideramos como uno de los mayores
errores de toda nuestra historia republicana la decisión irresponsable de haber
dado el nivel de regiones a los departamentos. Ese error debe ser cuanto antes
corregido, antes que destruya más al país.
Si optamos por el modelo confederativo de González
Prada y de Haya de la Torre se solucionaría, en gran parte, el problema de la
regionalización. Pero de modo transitorio se debería partir de la demarcación
de las regiones que puso en marcha el primer gobierno aprista.
En la tumba de Víctor Raúl se dice “Aquí yace la
luz”. La expresión puede resultar equívoca, porque la luz, por su misma
naturaleza, jamás puede yacer. Desde la tumba de Haya de la Torre resurge,
siempre nueva, la luz que puede iluminar todo nuestro accionar humano, y no
sólo político. En el silencio de su aparente descanso, podemos oír su grito
clamoroso y angustioso que nos dice: yo construí el Aprismo, el deber de
ustedes es reconstruirlo de acuerdo a la nueva realidad.
Lima, setiembre de
2021.
Hugo García
Salvatecci
CONTENIDO TOTAL DE LA OBRA
COMENTARIOS POR DISTINGUIDOS
PROFESIONALES DE LAS OBRAS DEL DR. EUDORO TERRONES NEGRETE
OBRAS
Y COMENTARISTAS:
1. HACIA UNA NUEVA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA EN EL PERÚ.
Dra. Emilia
Figueroa Galup.
Dr. Jorge Lazo
Arrasco.
Dr. Víctor Raúl Díaz
Chávez.
Dra. Margarita
Ysabel Pajares Flores.
César Arias
Quincot.
2.
PERFIL Y ÉTICA DEL INVESTIGADOR CIENTÍFICO UNIVERSITARIO.
Dr. Florentino Mayurí Molina.
Dr. Luis Rodríguez de los Ríos.
3.
FILOSOFÍA (TEXTO UNIVERSITARIO).
Dr. Enrique L. Dóriga.
4.
PERIODISMO ÉTICO Y DEONTOLÓGICO.
Manuel Jesús Orbegozo.
5.
FILOSOFÍA DEL ESTUDIANTE UNIVERSITARIO. APRENDIENDO A APRENDER EN LA
UNIVERSIDAD.
Dr. Iván Rodríguez
Chávez.
Danilo Sánchez
Lihón.
Dimas Arrieta
Espinoza.
6.
DICCIONARIO DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA.
Norman Arellano Lozano.
Dr. Lorgio A. Guibovich Del Carpio.
7.
INICIACIÓN EN LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA.
Dr. Luis Alberto Rodríguez de los Ríos.
Dr. Roberto Mejía Alarcón.
Dr. Julio César Vladimir Elguera Cabrera.
8.
CONCEPTOS DE FILOSOFÍA EN SU PERSPECTIVA HISTÓRICA.
Dr. Víctor Raúl Díaz Chávez.
9.
LA REGIÓN ASUMIENDO SU DESARROLLO.
Dr. Humberto Carranza Piedra.
10.
UNIVERSIDAD JAIME BAUSATE Y MEZA. TESTIMONIO DE UN PERIODISTA.
Danilo Sánchez Lihón.
Dr. José Manuel Casiano Collazos.
Mario Rubén Gonzáles Ríos.
Apolinario Mayta Inga.
11.
MEJORES PERIODISTAS Y MEDIOS CON PRINCIPIOS Y VALORES ÉTICOS.
Dr. Jorge Lazo Arrasco.
12.
SÓCRATES, EL MAESTRO, EL FILÓSOFO Y EL MÁRTIR DE LA FILOSOFÍA.
Dr. Carlos Díaz Hernández.
Dr. Julio César Vladimir Elguera Cabrera.
13.
FILOSOFÍA DE LA GLOBALIZACIÓN. UN CAMBIO DE ÉPOCA Y UNA ÉPOCA DE GRANDES
CAMBIOS.
Dr. Roberto Mejía Alarcón.
Dr. Jorge Lazo Arrasco.
14.
DICCIONARIO DE INGLÉS PARA PERIODISTAS.
Joseph Attea Bittar.
M. Karen Jogan, Ph.D.
15.
¿QUÉ ES FILOSOFÍA? (COMPENDIO
ANTOLÓGICO).
Dr. Luis Jiménez Gómez.
16.
GLOSARIO RADIOFÓNICO.
Miguel Humberto Aguirre Guajardo.
17.
VISIÓN CRÍTICA DEL COOPERATIVISMO.
Dr. Luis Maita Limas.
18.
PERFIL DEL PERIODISTA.
Jesús
A. Kohagura Gahona.
Manuel
Jesús Orbegozo.
Dr.
Roberto Mejía Alarcón.
Héctor
Vargas Haya.
César
Acuña Peralta.
Luis
Santillán Pareja.
Francisco
Rosario Enciso.
Rodolfo
Orozco Miranda.
19.
ENGLISH HANDBOOK.
Rudolf Lehmann Kida.
20.
EL APRISMO SEGÚN HAYA DE LA TORRE (FILOSOFÍA, IDEOLOGÍA Y DOCTRINA).
Guely Villanueva Díaz.
Hugo García Salvatecci.
FIN