Artículos periodísticos y de investigación

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10 de mayo de 2023

DR. EUDORO TERRONES NEGRETE, TESTIMONIO DE UNA VIDA AL SERVICIO DEL PUEBLO (II)


DR. EUDORO TERRONES NEGRETE, TESTIMONIO DE UNA VIDA AL SERVICIO DEL PUEBLO (II)

 

PRÓLOGO 

Escribe:

Danilo Sánchez Lihón,

Director del Instituto del Libro y la Lectura del Perú y docente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

 

EUDORO TERRONES NEGRETE, CENTINELA Y PALADÍN

1.

William Shakespeare delineó en Noches de Epifanía, tres clases de grandeza entre los seres humanos y descalificó una cuarta actitud, diciendo que además de las tres dignidades que señala, hay personas a quienes la magnitud que se les asigna les resulta inmensa para su desempeño.

E invocó del siguiente modo, diciendo:

“¡No temáis a la grandeza! Algunos nacen grandes. Otros logran grandeza con su tesón, esfuerzo y sacrificio. Hay también a quienes la grandeza les es impuesta. Y a otros la grandeza les queda grande.”

Por éstas y varias otras razones es que apelo a este apunte del Bardo o Cisne de Avón para escribir estas notas de adhesión, cariño y homenaje a Eudoro Terrones Negrete con quien tuve el privilegio de trabajar juntos en la docencia universitaria en la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza.

 

2.

Las tres grandezas que delinea y proyecta William Shakespeare, recapitulándolas, son así:

1. La grandeza que se recibe como un azar del destino, como un don y un regalo divino y que se depara hacia algunos mortales quienes nacen naturalmente dotados para algo excelso y que solo tienen que aceptar dicho designio, disponiéndose a seguir esa pauta, ceñirse esa corona y someterse a dicha ordenanza.

2. Otros seres humanos logran impulsarse hacia la grandeza por su propio mérito, esfuerzo y pundonor, luchando con ahínco, con entrega y consagración en obtener aquello que sueñan en obtener con decidido afán. Ellos se hacen magnos y colosales, consiguiendo ceñirse la insignia que inicialmente les estaba negada. Estos no siguen el libreto impuesto, sino que lo contradicen y se rebelan con el que se les había asignado.

3. Pero hay otros destinos a quienes la grandeza les es impuesta como un yugo, un castigo y hasta una calamidad. No lo reciben como un obsequio, un atributo ni como un halago sino como una condena y una inmolación, la misma que no es posible evitarla ni se logra eludir, y que hace de sus figuras las más conmovedoras y trágicas que registra la historia humana.

 

3.

A aquella categorización que hiciera aquel que también dijo que: “Estamos hechos de la misma materia que los sueños”, se suma un detalle cual es de aquellos seres indignos en quienes se cernió la grandeza sobre sus frentes, pero que no están a la altura de sus egregias investiduras.

Ahora bien, apelo a la cita de William Shakespeare porque esta obra que tengo el honor de prologar titulada “Testimonio de una vida al servicio del pueblo” de Eudoro Terrones Negrete, es una muestra palmaria de la segunda alternativa para adquirir grandeza y hacer que la vida alcance una plena significación.

Y cuál es siguiendo la vía del esfuerzo propio, de la brega para avanzar incluso empezando desde una condición humilde, partiendo desde una provincia y trabajando en las más diversas localidades, en uno y otro trabajo y en otra ubicación, pero eso sí con una línea muy clara de aferrarse a sus principios y valores inamovibles.

Gracias al orden y a la sapiencia, al saber optar, al saber elegir y seleccionar, como al saber ser austeros, ahorrativos y cumplidores del deber.

 

4.

Bajo la emblemática que acabamos de trazar son múltiples las facetas profesionales y los logros académicos, cívicos y sociales de Eudoro Terrones Negrete como consta en este libro.

Son extraordinarios y llenos de acierto sus desempeños en ámbitos tan arduos, fecundos y trascendentes como el de la educación, la política, la función pública, el periodismo, la gestión cultural.

Sin embargo, hay un camino entre los muchos senderos que él ha abierto, que recorre y en los cuales se abre paso para alcanzar logros significativos, que resulta un distintivo y una estrella fulgurante que lo caracteriza y define.

Luz que se abre paso en los libros que él ha escrito como en los cursos que dicta, como en la variedad de las obras que él concreta y que aborda. Aspecto crucial como una ruta que guía sus pasos como también marca el paso de los demás.

¿Cuál es aquel pendón al cual me refiero y que es la que más nos convence y conmueve en el destino de Eudoro Terrones Negrete y de la cual él es un devoto? Sin lugar a duda: la ética.

 

5.

Porque en las diversas funciones que Eudoro Terrones viene cumpliendo es un faro, un centinela atento a todo lo que ocurre en el ámbito de la intelectualidad en el Perú y el mundo.

Pero de todo ello lo que más nos fortalece en él es su inclinación por la ética en todo aspecto de la vida, hecho que lo convierte en un paladín.

Y dentro de este rubro de actividad su inclinación y predilección por la ética periodística, que es aquello que en el mundo actual constituye un clamor ciudadano universal.

Y que creo yo que es lo que más y mejor lo define y representa. Y lo mejor que refleja su espíritu, la limpidez de su conducta y el comportamiento que tiene y siempre ha tenido, cuál es su preocupación por lo correcto y honrado.

Veamos lo que textualmente él nos dice en su libro: Ética periodística:

 

6.

“Desde que el ser humano se agrupa en sociedades, no cabe duda que tuvo necesidad de contar con normas, disposiciones, reglas, principios y valores éticos que le permitieran regular su conducta frente a los demás miembros de la comunidad, con el fin de vivir bien y en armonía social, haciendo uso de su libertad con responsabilidad.

“El ser humano desde que nace hasta que muere, es un ser en permanente acción e interacción social; es un ser que suscita y soluciona deudas éticas, dilemas, déficits y problemas éticos, dentro del contexto de su naturaleza humana y naturaleza moral.

“Dentro de este contexto hay una disciplina de la filosofía que estudia la conducta moral, la conciencia moral y la experiencia moral del hombre: se llama Ética. Esta disciplina es la moral pensada o la teoría de la moral de las personas; es la ciencia del deber ser y del deber hacer; es la ciencia del buen obrar y del buen vivir de las personas.”

 

7.

La ética que es una disciplina de la filosofía que se orienta a dilucidar e iluminar el comportamiento humano y los caminos que se abren a sus pies, pero más que en una práctica de la vida.

La ética que es ejemplo y son principios. Que es la armonía del ser con el universo que nos remece el alma y hace nacer nuestra adhesión plena a los valores.

Ética que es lo que más necesitamos ahora en nuestras vidas. Porque es aquello que el actual sistema de las finanzas y orden del mundo nos la niega y atenta frontalmente en contra de ella.

Y que es el campo más urgente, perentorio y decisivo de acometer como una necesidad pública de nuestras sociedades contemporáneas y que Eudoro Terrones Negrete aborda en sus reflexiones posiblemente escuchando lo que constituye un clamor ciudadano.

Ética educativa, política, cívica y en cada campo profesional y, ¡cómo no!, en lo cotidiano. De allí su predilección por los filósofos griegos y principalmente por la figura egregia, cuál es Sócrates.

 

8.

Pero hay otra perspectiva que resalta en esta obra de Eudoro Terrones Negrete como cualidad inherente a su autor. Y ello es la de ser un escritor y un editor tenaz y persistente, hecho que se grafica en haber dado a la prensa hasta ahora 63 obras publicadas como maestro y político, aparte de sus obras como legislador y las numerosas ediciones de revistas de las cuales él ha sido su principal animador.

Actividad poco reconocida y sin embargo muy sacrificada, que hay que alentarla cada vez más porque cumple una labor que se proyecta hacia aquellos que por una u otra razón no pueden asistir a clases, y porque hay diversas maneras de enseñar que no solo se hace en las aulas, sino escribiendo y editando.

Cumplir con esta labor es abrigar la misma actitud con que se desarrolla una y otra lección ante un auditorio. Es crear aulas abiertas, cátedras permanentes y como tal una dimensión acrisolada del magisterio que es importante impulsar y valorar. Él agregó siempre a su labor diaria en las aulas, el de editar libros de manera pertinaz, constante y consumada. Caballero andante en el ámbito del conocimiento, de la preocupación por sembrar y echar luz aquí y allá. Y soñar.

Él es un paradigma de esta función, quien siempre está haciendo un nuevo libro o una nueva revista de manera callada, paciente y poniendo una fruición especial en la nueva obra que está realizando. ¿Acaso porque con ello se gana dinero? No. Más bien se lo pierde, siendo la motivación aquella que se centra en el ámbito más legítimo del espíritu.

 

9.

Y es que Eudoro Terrones Negrete es un creyente fervoroso en que todo se puede cambiar, mejorar y hacer un mundo mejor, pródigo y enaltecido, a partir y a través de la educación y de los libros.

Pero no sólo es un creyente de estas rutas y senderos, sino que es un legionario en estas alternativas, quien lucha con el libro en la mano como un arma de combate, quien sale, entra o pasa de un aula hacia otra, de una a otra oficina, imbuido de aquel ideal, y de aquella misión. Y de la acrisolada moral y ética de que la educación lo puede todo.

Quien ha sabido aunar a su docencia presencial en el aula de clases, y a la gestión educativa que le permite ir implementando programas por donde va y viene, la publicación constante de libros y revistas en una labor de quien se desvive por sus ideales, con la excelencia educativa y la ética cultural como sus emblemas y banderas.

Es un intelectual acreditado, atento y vigilante, siempre irradiando luz y haciéndola precisa e instrumental a través de las 63 publicaciones de su autoría cuyo catálogo figura, con la precisión de título y año de edición, en las solapillas de las obras que en forma persistente nos presenta.

 

10.

Son libros útiles y valiosos, cuadernos de bitácora y lámparas votivas que alumbran en el difícil arte de aprender y emprender y de acertar pensando con pertinencia y tino: teniendo razonamientos cabales sobre todo en la ardua tarea de saber investigar y formularse buenas y raigales preguntas sobre los diversos aspectos y acontecimientos de la realidad, todo ello a fin de resolver problemas y forjarse un destino promisor.

Obras cuyo autor es un connotado gestor educativo, de larga y fructífera experiencia docente y nutrida producción intelectual.

Libros hermosos, claros, amigables, como vivaces, pletóricos y didácticos, que basta cogerlos en las manos para sentirlos fuertes y vibrantes, precisos y contundentes, salidos de la pluma de un profesional consagrado, quien ha dedicado especialmente su desvelo a la educación, y más específicamente a la educación superior.

Y es que su autor es un hombre de principios y de fe. Cree en la educación, cree en los jóvenes, cree en el Perú, cree en un mundo por hacer. Y a ello ofrenda sus mejores esfuerzos, energías y desvelos, como son sus libros que se erigen en indispensables y vitales para los jóvenes.

 

11.

Esto es: servir, ser útiles; ser de provecho, ayudarnos a mejorar, y que es lo que se logra con la lectura de los libros que él publica y que nos ilustran acerca de algo fundamental, cuál es, por ejemplo, cómo tener ideas claras, lúcidas, cabales para la solución de los problemas que se nos presentan.

Y saber pensar y saber aprender es algo muy importante. Como nos lo enseña el libro que motiva este comentario: de caminos antes que de posadas. Manual, breviario, guía práctica. Útil. Un instrumento, pero a la vez un pensamiento, o múltiples, variados e inagotables pensamientos.

Porque podemos comparar un libro, así como a un arma de combate a un instrumento de labranza; a una pica, o a una pala o lampa, o a un arado que rotura la tierra para que en ella la semilla caiga y germine; pero a la vez con un horizonte que contiene una visión, un temperamento y, principalmente, una moral.

Libros cuyas páginas se abren como aulas generosas a los jóvenes para en ellas recrearse, alcanzar inspiración y, ojalá, su destino verdadero.

Su autor ha enfocado y dedicado atención a los temas que aborda, y no para quejarse o echar en cara algunas deficiencias, o para reprochar a las autoridades, o a las generaciones anteriores, de lo que hicieron mal, actitud en la cual incurrimos y que ya hemos hecho de ella un signo o una tendencia cuál es señalar los malos que fueron otros.

 

12.

Porque el libro en general y en sí es un aula abierta, un magisterio permanente, dispuesto a que podamos entrar en él y revisarlo todo y en cualquier momento.

Porque es a través de los libros que alcanzan a proyectarse las clases que se imparten en el salón o en el aula. Como también en donde se configuran los sueños que se albergan y atesoran en lo más íntimo de nuestro espíritu.

Al proyectar nuestras preocupaciones y desvelos a través de los libros hacia un radio de acción más amplio, en el espacio y en el tiempo, mejoramos la educación en general. Y de ese modo se coadyuva a la mejor realización del destino del hombre sobre la faz de la tierra.

Actitudes así tienen inmensa actualidad y hacen de un profesor un hombre de nuestro tiempo, que se instalan en una corriente permanente de preocupaciones que nunca dejarán de ser vigentes.

Maestros así son aquellos que ponen una cuota más de generosidad que se aúna a la obra de Dios que forjan aquella grandeza a la cual aludía William Shakespeare y que anotáramos al principio de este prólogo, contribuyendo en la construcción de un hombre y de una sociedad mejor.

Lima, mayo de 2023.

Danilo Sánchez Lihón.

 

 

 


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