Artículos periodísticos y de investigación

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16 de mayo de 2023

Un minuto sobre el origen del hombre (1)


UN MINUTO SOBRE EL ORIGEN DEL HOMBRE[1]


Escribe: 

Dr. Eudoro Terrones Negrete 

No obstante existir infinidad de obras referentes al estudio del hombre, en sus diversos aspectos y dimensiones, escritas por filósofos, teólogos, antropólogos, embriólogos, biólogos, etnólogos, lingüistas, investigadores, científicos sociales, historiadores, sociólogos, paleontólogos, poligenistas, paleogeógrafos, geomorfólogos, paleobotánicos, sedimentólogos, físicos nucleares,  entre otros, el conocimiento de dónde se originó el hombre y el proceso de su evolución natural aún no están del todo claro y no constituyen teorías definitivas. Más aún cuando con los adelantos de la ciencia y la tecnología se realizan nuevas investigaciones y esfuerzos interpretativos y explicativos que ponen en duda los descubrimientos anteriores.

El biólogo y filósofo francés Jean Rostand (1894-1979) ([2]), en su obra El Hombre, plantea una serie de cuestiones que están por resolverse: « ¿En qué época la línea humana se separó de la rama de los primates? ¿El homo sapiens, apareció en un solo punto de la tierra, o simultáneamente, en varios lugares? ¿Su especie fue en un principio homogéneo, o de entrada, diferenciada en razas?”

Sobre el origen del hombre Rostand ([3]) concluye en lo siguiente: «La especie humana, que se separó, hace unos cien mil años, de la plebe animal, es el punto final de una larga cadena de organismos, ininterrumpida desde los orígenes de la vida, es decir, desde hace dos mil millones de años. Como toda otra especie, se ha formado debido a una serie de cambios acaecidos en la sustancia hereditaria de sus antepasados. En lo que se refiere a la naturaleza exacta de estos cambios, estamos aún en la incertidumbre, pero suponemos que derivan de la ciega causalidad».

El naturalista inglés, Charles Robert Darwin (1809-1882), ha intuido que el hombre se formó en el área tropical de Asia o África y cuyas características físicas ha ido perfeccionándose a través del tiempo, lo mismo que su cerebro y su producción cultural. Y no le faltó razón al naturalista y arqueólogo kenyano Louis Seymour Bazett Leakey (1903-1972) cuando manifestó: «África Oriental ocupa hoy lugar destacado en la historia de la evolución de los ascendientes directos del hombre, así como de sus primos más próximos, los grandes monos antropomorfos».

La ciencia denominada Paleontología señala que, a mediados de la Era terciaria, en el período del Mioceno, aparecen las primeras formas animales del orden de los Primates, orden zoológica al que pertenece el hombre. Pero el hombre, propiamente dicho, aparece a comienzos de la era actual o Cuaternario.

Al respecto, J. Rostand ([4]) precisa: «El homo sapiens no ha existido siempre sobre la tierra, y es, incluso, de aparición relativamente reciente. La ciencia paleontológica nos permite asistir, por así decirlo, a nuestro nacimiento, y sólo es en los jóvenes terrenos del cuaternario, que apenas datan de cien mil años, donde encontramos esqueletos en los que se revela sin equívoco la marca de nuestra especie (hombre de Cro-Magnon, etc.)» Asimismo, puntualiza que «Los modestos mil siglos del homo sapiens no suponen, pues, más que la veintemilésima parte de la historia total; algo así como cuatro segundos al cabo de una jornada de veinticuatro horas. En cuanto a la historia propiamente dicha del hombre civilizado, se encontraría en la quinta parte del último segundo de la última hora». ([5])

Por su parte M. H. Day ([6]) explica que «la evidencia directa de la evolución del hombre desde sus antecedentes prehumanos radica en los restos que existen en los yacimientos fósiles. Generalizando, pueden reconocerse cuatro fases estructurales del proceso evolutivo: la prehumana (Australopitecos), la humana temprana (Homo habilis), la humana posterior (Pitecántropos) y la humana moderna, que es la del Homo sapiens».

Horacio, el poeta lírico y satírico latino, nos dio la versión clásica de la evolución de la cultura humana y el concepto del humilde comienzo del hombre:

“Cuando por vez primera surgieron los hombres

como gusanos del seno de la tierra,

eran mudas criaturas carentes de lenguaje,

de formas vagamente humanas;

valiéndose de las uñas y los puños cerrados luchaban

por las bellotas y los abrigos donde guarecerse durante la noche;

utilizaron después garrotes; por fin emplearon armas,

que aprendieron a perfeccionar con su uso creciente,

hasta que aprendieron a formar las palabras y los nombres,

con los sones que emitían y pudieron manifestar sus ideas;

desde entonces dejaron de luchar y empezaron

a construir ciudades, defendiéndose el hombre del hombre,

y establecieron leyes, como freno a las disputas,

que protegían a las personas, propiedades y esposas.

se verá que fue el temor a la injusticia lo que dio

origen al derecho si se estudia la historia de la humanidad”. ([7])

 


[1] De la obra: ¿QUÉ ES EL HOMBRE? ENFOQUE INTEGRAL SOBRE LA NATURALEZA HUMANA, autor Dr. Eudoro Terrones Negrete.

[2] Rostand, Jean, El hombre, Alianza Editorial Madrid, 6ª. Edición, Madrid, 1981, p.126.

[3] Rostand, Jean, Op.cit., pp.138 y 139.

[4] Ibídem, p.119.

[5] Ibídem p.123.

[6] Day, M.H., El Hombre fósil, Ed. Bruguera, 1969.

[7] Hoebel, E. Adamson. Antropología: El estudio del hombre. Ediciones Omega, S.A., Barcelona, Segunda edición, 1973, p.115.

 

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