LA INSEGURIDAD CIUDADANA EN LOS PAÍSES DE AMÉRICA
LATINA
Escribe: Eudoro Terrones Negrete
INTRODUCCIÓN
En los países de América Latina la
población vive en condiciones de
vulnerabilidad y desprotección; todos los días experimenta momentos
escalofriantes de inseguridad que condicionan sus decisiones, gestiones y
acciones, a la vez que afectan su tranquilidad y calidad de vida, el Estado de
derecho, el régimen político democrático
y la paz social.
¡Qué tiempos aquellos en que se podía pasear alegremente
con la familia por los parques, jardines, calles, plazas y avenidas con total tranquilidad hasta cualquier hora
del día!. ¡Sólo quedan, de aquellos tiempos, inolvidables recuerdos!
En los últimos años la inseguridad ciudadana constituye
uno de los principales problemas que
preocupa y afecta hondamente a los países de América Latina.
Es un problema común de todas las personas y de todos los gobiernos; por tanto,
el compromiso de lucha por su erradicación es responsabilidad de todos, debe
ser combatida por todos y en todos los frentes.
La
inseguridad ciudadana es la posibilidad de sufrir delito, riesgo, daño, temor,
malestar, angustia, nerviosismo o desconfianza que el ciudadano experimenta en
cualquier lugar y tiempo, ante posibles
agresiones, asaltos, secuestros o violaciones, de los cuales puede ser víctima
y que no es capaz de dominar,desencadenado
por el avance incontrolable de la violencia, la criminalidad, el nacrotráfico, el
feminicidio, el terrorismo, la corrupción, etc., con sus funestas consecuencias
en todo sentido y orden de cosas.
Hay
sentimiento de desconfianza de la población hacia la policía, el patrullaje
policial no surte efectos óptimos y deseados por el común de las personas, el
presupuesto asignado por el Gobierno es muy bajo, ineficacia de la política
nacional de seguridad ciudadana, carencia de recursos humanos bien capacitados
y entrenados para luchar contra la delincuencia organizada y la criminalidad, la
delincuencia común y violencia urbana en las calles, plazas y avenidas de los
países latinoamericanos. Hay poca voluntad para investigar, para dar con
los responsables materiales o intelectuales de la inseguridad y sancionarlos
con todo el peso de la ley.
La
seguridad ciudadana es un fenómeno social complejo, pluricausal,
multidisciplinario e internacional de interés colectivo y público; es un bien
público que los gobiernos locales, gobiernos regionales y el gobierno nacional,
el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo y el Poder Judicial deben
amparar, proteger y garantizar para que la población pueda vivir y trabajar en
paz y gozar de óptimas condiciones de tranquilidad, bienestar y felicidad.
La
inseguridad ciudadana es atentatoria contra los derechos humanos, la vida de
las personas, el Estado de derecho, amenaza el orden interno de un país,
ocasiona funestas consecuencias en la sociedad e incide negativamente en el
desarrollo socioeconómico, político, educativo, cultural y ecológico de los
países.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Siguiendo
a Fernando Carrión M., diríamos: “América Latina no ha sido reflexionada –como
unidad o totalidad– desde la perspectiva de la violencia. Existe una producción
bibliográfica bastante importante, desigual en cantidad y calidad, sobre cada
uno de los países, así como sobre algunas ciudades en particular. Se debe
indicar que hay publicaciones y propuestas importantes, que han surgido
principalmente de organismos internacionales. En esa perspectiva, la OPS (1994)
ha logrado hacer propuestas continentales para enfrentar la problemática que va
desde una perspectiva metodológica denominada epidemiológica, hasta acciones
específicas para reducirla. También el BID ha desarrollado importantes
iniciativas que pueden encontrarse en la definición metodológica del «marco de
referencia para la acción» (BID, 1999) y las «notas técnicas de prevención de
la violencia» (BID, 2000 a); además se debe resaltar el estudio destinado a mostrar
los costes económicos que trae la violencia (BID, 2000 b). El PGU-AL (1994)
realiza un seminario en Cali y publica un libro pionero sobre seguridad
ciudadana, donde se discuten las propuestas locales que más interés despiertan
para enfrentar la violencia. La CEPAL (1999) realiza un diagnóstico de la
problemática y de las salidas de política que se han diseñado. CLACSO (2002)
conforma un grupo de trabajo sobre la temática para hacer una reflexión más
académica, y FLACSO-Ecuador (2002) publica una compilación de estudios que van
desde una perspectiva regional, pasando por lo nacional y lo local”[1].
“Esto
significa – señala Fernando Carrión M.- que hace falta comparar los casos de
los países y construir visiones regionales más comprensivas. Una óptica de conjunto
y una reflexión supranacional pueden aportar a la comprensión andina de los
fenómenos de la violencia. Para ello se deben realizar estudios transversales,
comparativos y generales, que permitan encontrar algunas constantes y
determinaciones comunes y extraer experiencias intercambiables. Más importante
aún si se tiene en cuenta que la violencia se encuentra en una fase de
internacionalización, propia de la dinámica globallocal que sigue a la lógica
de la violencia en el mundo actual”.
¿Cómo puede sentirse
seguro la población en un país democrático si algunas autoridades de las
instituciones encargadas de preservar el orden público y de administrar
justiciar son las primeras en dar mal
ejemplo, en incurrir en la comisión de delitos en estar vinculadas con
actos de delincuencia, narcotráfico o corrupción?
En
el presente artículo pretendemos dar respuesta a las siguientes interrogantes: ¿Por qué ocurre tanta inseguridad ciudadana e
ineficacia en la lucha contra este problema en los países de América Latina? ¿Cuáles son las causas y consecuencias del problema
de la inseguridad ciudadana? ¿Qué teorías
explican el fenómeno de la violencia y de la conducta delictiva? ¿De qué manera la inseguridad ciudadana afecta el
crecimiento, el desarrollo y el progreso de los países de América Latina? ¿Qué políticas
y medidas deberían aplicar las autoridades como posibles soluciones al
problema de la inseguridad ciudadana en los países de América Latina?
TEORÍAS QUE EXPLICAN EL PROBLEMA DE LA INSEGURIDAD
CIUDADANA
Este
artículo busca aportar al conocimiento de la inseguridad ciudadana que afecta a
diversos países, a través de las teorías de la ruptura y de las formas de
socialización.
La
teoría de la ruptura o de la
anomia y la teoría de las formas de
socialización son dos teorías fundamentales que en las ciencias sociales
explican el fenómeno de la violencia y de la conducta delictiva, como veremos
en las siguientes líneas.
“En
las ciencias sociales existen dos teorías básicas para el estudio de la
violencia y de la conducta delictiva, las que se presentan en diversas
combinaciones: la teoría de la ruptura o de la anomia y la teoría de las formas
de socialización. En el primer caso, se privilegian como factores explicativos
las dimensiones estructurales y sociales. Así, en este enfoque, la violencia
surgiría de la ruptura o desajuste del orden social, es decir, de cambios
sociales acelerados como efecto de la industrialización o la urbanización, por
ejemplo, que disuelven los mecanismos tradicionales de control social y generan
una brecha entre aspiraciones y los medios social y culturalmente aceptados
para hacer realidad esas aspiraciones (Martínez, 1990). En esa línea, la teoría
de Maltón sostiene que la conducta delictiva depende de la capacidad de los
individuos para alcanzar las metas-éxitos de acuerdo a su entorno social y a la
importancia asignada al éxito económico (ILPES, 1997). Por tanto, desde esta
perspectiva, existiría una correlación importante entre pobreza y delincuencia.
En el segundo caso, el énfasis se coloca en la socialización, es decir la
violencia comprendería dimensiones organizativas, institucionales y culturales
que pueden conducir a la selección de estrategias violentas por parte de
ciertos actores sociales. En esa línea, la teoría de Sutherland afirma que las
causas primarias del delito se derivarían de la existencia de grupos
subculturales de delincuentes (grupo de amigos, familia, cárcel), que traspasan
los conocimientos delictuales (ILPES 1997). Hay cierto consenso en definir la
violencia como el uso o amenaza de uso, de la fuerza física o psicológica, con
intención de hacer daño de manera recurrente y como una forma de resolver los
conflictos (Guerrero, 1997, McAlister, 1998 y Tironi y Weinstein, 1990). La
violencia tiene relación con la agresividad pero no equivale sólo a una
agresión puesto que debe ser recurrente y ser parte de un proceso. También se
debe tener presente la existencia de actos agresivos que no son violentos, como
por ejemplo omitir una acción de ayuda para perjudicar al otro (Lolas, s/d). A
su vez, la agresión tiene una base psicológica en la frustración, pero para que
ésta induzca a actos agresivos tiene que combinarse con ciertas características
como bloquear la obtención de un objetivo ya anticipado; provocar ira por su
arbitrariedad o afectar a individuos que han aprendido a responder
agresivamente (Tironi y Weinstein, 1990). En otros términos, la violencia y los
aspectos relacionados como la agresión y la frustración obedecen a un complejo
conjunto de elementos psicológicos, sociales y culturales”[2].
CAUSAS DE LA INSEGURIDAD CIUDADANA
La
inseguridad ciudadana puede ser de orden físico, sexual, psicológico, político,
racial, familiar y laboral, y puede deberse a múltiples causas que pasamos a
referir. Adicción al consumo de alcohol y de drogas, precariedad económica, desempleo, pobreza
crítica o extrema, abandono familiar, abuso de las autoridades políticas, desigualdad
social, venta de armas de fuego de manera indiscriminada y sin control, incomprensión amorosa, inmadurez y desajuste matrimonial, ideologías
políticas violentistas, abuso y arbitrariedad de autoridades policiales,
judiciales, Defensoría del Pueblo o del Ministerio Público, marginalidad y
exclusión social, normas autoritarias en el hogar, escasez
de servicios de alarma y guardias privados en las ciudades.
Asimismo
son causas de la inseguridad ciudadana el incremento de la tendencia a hacerse
justicia por las propias manos, la deficiente administración de justicia, la separación de los padres de familia con
hijos menores, la precariedad del estado mental de las personas, las
desavenencias y relaciones negativas entre padres e hijos, las malas compañías de los hijos, el caótico
sistema de transporte vehicular que genera accidentes y muertes, la carencia de
educación de los ciudadanos, el bajo nivel cultural de las personas, la
existencia de penas o castigos muy benignos a los actos delictivos, el deficit
de infrraesctructura, equipamiento y de efectivos policiales, el crecimiento
descontrolado y desordenado de las ciudades.
La
inseguridad ciudadana también tiene por causas la escasez de carreras técnicas
cortas, la carencia de una educación inclusiva de calidad con principios y
valores éticos, el alcoholismo, el terrorismo, la permanente difusión de hechos
violentos en determinados medios de comunicación, el sistema judicial en crisis
integral e incurso en actos de corrupción.
CONSECUENCIAS DE LA INSEGURIDAD CIUDADANA
Como
producto de la inseguridad ciudadana ocurren las violaciones sexuales, la violencia
contra las mujeres, la violencia familiar, el acoso laboral, los atracos, los asaltos
a cambistas, los asaltos en la vía pública con armas de fuego o instrumentos
punzocortantes, los homicidios, los chantaje, las extorsiones, los
atentados contra la integridad física y moral de las personas, las
desapariciones de personas, la represión, las torturas en los lugares de
reclusión, el proxenetismo, el pandillaje, los robos a bancos, a comerciantes y
a domicilios, los robos de automóviles, celulares y demás bienes ajenos, la microcomercialización
y el consumo de droga, las amenazas contra las personas, los secuestros con
fines económicos y políticos.
La
inseguridad ciudadana origina funestas consecuencias en los países. Incrementa
la brecha social entre ricos y pobres, disminuye la producción y la
productividad, aumenta los costos en la provisión de los servicios básicos del
Estado (salud, servicios legales, servicios de seguros, etc.), ocurre el
desplazamiento de inversiones privadas a otros países en busca de mercados más
seguros y más rentables, se produce la fuga de recursos
humanos calificados a países foráneos, la fuga de turistas a otros puntos de
interés menos riesgosos, disminuye la recaudación tributaria, incumplimiento de
algunas disposiciones y normas legales. Finalmente se dificulta y retrasa el crecimiento,
desarrollo y progreso de los países.
POLÍTICAS PARA GENERAR SEGURIDAD CIUDADANA
Entre
las políticas para generar mayor seguridad ciudadana se puede considerar lo
propuesto por la OMS y la OPS. “En esta línea, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la
Salud (OPS) han adoptado un “enfoque epidemiológico” para enfrentar la
violencia. La adopción de este enfoque epidemiológico en algunas ciudades de
América Latina se ha traducido en la puesta en práctica de una combinación de
medidas: i) medidas integrales focalizadas en aquellos factores de riesgo con más
incidencia en hechos de violencia delictual; ii) medidas de control policial de
corto plazo que actúan sobre fenómenos concretos y a veces por tiempos
delimitados, con reformas de los sistemas judicial, policial y penitenciario
que requieren de consensos políticos y sociales; iii) medidas preventivas
acompañadas de seguimiento policial como el control del porte de armas y del
consumo de alcohol y drogas; iv) medidas preventivas primarias, que intentan
cambiar actitudes, normas y comportamientos sociales de la población en
general; y v) medidas preventivas secundarias, orientadas a grupos de alto
riesgo, como hombres jóvenes que hayan sido testigos o víctimas de violencia
cuando niños”.[3]
POSIBLES SOLUCIONES AL PROBLEMA
No
es solución al problema de la inseguridad ciudadana: la pena de muerte, el solo
endurecimiento de las leyes, la prisión perpetua, el dejar hacer y dejar pasar
de parte del Estado, la aplicación por las manos de la justiciar popular, el
patrullaje en las calles por efectivos del Ejército, las declaraciones altisonantes de funcionarios y autoridades,
las amenazas de mano dura, los pedidos de permisos para portar armas por la mayoría de la población, el enrejamiento
de las casas y de los conjuntos habitacionales o el cierre de los espacios
públicos.
Los
habitantes de los países requieren de una educación moral con autoridad y
ejemplo. Educación moral que haga posible la persecución, la denuncia, el
rechazo y la captura de los delincuentes y entregarlos a los tribunales de
justicia.
Para
reducir los niveles y porcentajes de criminalidad y violencia se requiere de un
eficaz liderazgo de las autoridades de gobiernos locales, gobiernos regionales
y gobierno nacional, con el fin de que escuchen y atiendan de manera oportuna y
responsable el clamor de los ciudadanos por mayor seguridad, previa
aplicación de una efectiva, eficiente y eficaz política de Estado y de un Plan de Seguridad Ciudadana Integral.
Entre
las posibles soluciones al problema de la inseguridad ciudadana se formulan las
siguientes acciones:
1. Voluntad política de los gobiernos de turno para
abanderar la lucha por la seguridad ciudadana.
2. Crear y poner en funcionamiento Observatorios de Seguridad Ciudadana y Juntas
Vecinales de Seguridad Ciudadana.
3. Realizar patrullaje policial las 24 horas del día.
4. Instalar tranqueras de seguridad en lugares críticos
de la delincuencia.
5. Dotar al Ministerio del Interior y a las Comisarías de
equipos de tecnología de última generación.
6.Capacitar permanentemente a la Policía municipal y/o
Serenazgo en estrategias, tácticas y métodos de lucha contra la inseguridad
ciudadana.
7. Reformar a la Policía nacional y al Poder judicial
para eliminar a los malos elementos y a autoridades corruptas.
8. Crear, organizar y desarrollar un sistema de control,
prevención y sanción rigurosa a la expansión de conductas delictivas.
9. Desarrollar programas atractivos de orden laboral,
social, deportivo y cultural que estimulen el racional y adecuado uso del
tiempo libre de adolescentes y jóvenes.
10. Desarrollar campañas de recuperación de adolescentes y
jóvenes que truncan sus estudios regulares.
11. Implementar carreras técnicas cortas a través del
Ministerio de Educación.
12. Efectuar
seguimiento, control, evaluación y sanción de apología de la violencia.
13. Crear, organizar y desarrollar programas de
oportunidades laborales para la población de los establecimientos penales.
14. Crear, organizar y desarrollar Centros de Atención y
Ayuda Psicológica (CAAP) para atender a las víctimas de la violencia.
15. Los
gobiernos deben institucionalizar mecanismos no violentos de prevision y resolución
de conflictos sociales.
16. Incrementar los servicios de seguridad privada en las
instituciones, bancos, empresas e industrias.
17. Acopiar información, procesar, sistematizar, evaluar y
combatir la deserción de estudiantes en educación primaria y educación
secundaria.
18. Identificar y erradicar los puntos de venta de objetos
robados.
19. Instalalar servicios de vigilancia
privada en unidades residenciales, centros comerciales e industriales y lugares
que lo requieran.
20. Retirar dinero de cajeros automáticos de los bancos,
acompañado de un familiar o de alguna persona de confianza.
21.Capacitar, entrenar y sensibilizar a la población para
promover acciones de prevención del delito, de armonía social y convivencia
pacífica.
22. Acopiar, procesar, sistematizar y evaluar la
información relevante y creíble sobre actos delictivos.
23. Evaluar y reajustar anualmente el Plan de Seguridad
Ciudadana Integral.
[1] Fernando Carrión M. “La
inseguridad ciudadana en América Latina”. http://www.redalyc.org/pdf/520/52001204.pdf
[2] Irma Arriagada y Lorena Godoy. “ Seguridad ciudadana y violencia en América Latina:
diagnóstico y políticas en los años noventa”. https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/6263/S998552_es.pdf?sequence=1&isAllowed=y
[3] Irma Arriagada y Lorena Godoy. “Prevenir o reprimir: falso dilema de la seguridad ciudadana”.https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/12203/070107131_es.pdf?sequence=1&isAllowed=y