LOS CAMBIOS EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Escribe: Eudoro Terrones Negrete
En la era de la globalización
ocurren profundos cambios en las personas, instituciones, empresas y la
sociedad en su conjunto. Cambios en lo tecnológico, gnoseológico, social,
cultural, educativo, profesional, empresarial, económico, político, ecológico,
ético, jurídico y en las comunicaciones; profundos cambios en las relaciones
hombre-cosas-instituciones, que dan origen a un nuevo mundo cibernético, a un
nuevo Estado-Red y a un nuevo hombre virtual.
La aparición de nuevas tecnologías
como la fotónica, la nanotecnología, los microsistemas, los nanosistemas, la
tele computadora, la generación de energía por sustitución de hidrógeno del
sol, etc., están creando una sociedad global reticular y permitiendo la
multiplicación de los espacios locales.
Cabe mencionar algunos de los
principales cambios que se producen por el avance inusitado de las tecnologías
de la información y la comunicación:
El tránsito de los medios de
comunicación masiva a la comunicación sectorial e individualizada.
Hay radicales modificaciones de la
percepción del espacio y del tiempo: todo el planeta parece más cercano cuando
uno se comunica vía Internet con cualquier parte del mundo.
La interacción entre los receptores
y productores de la información y comunicación sin fronteras temporales ni
espaciales a través de nuevos lenguajes y medios informáticos.
Se produjo el gran paso histórico
de la memoria escrita (imprenta) a la memoria electrónica (computadora, 1955).
La energía nuclear es reemplazada
por el petróleo; fuentes geotérmicas generan electricidad tomando el calor de
la propia tierra o utilizando la fuerza de las olas.
El funcionamiento creciente de
nuevos canales temáticos televisivos (canal cultural, canal deportivo, etc.).
La emisión de programas de televisión por cable o televisión digital vía
satélite. La expansión del videocable. El incremento de difusión de
video-caseteras en los hogares y el número de abonados.
La difusión, la producción, la
selección y el almacenamiento de la información mediante la búsqueda automática
e instantánea en Internet.
La multiplicación de los espacios
locales y globales en la comunicación, lo local puede ser al mismo tiempo
mundial.
La veloz obsolescencia en el uso de
las tecnologías.
Los cambios en los lenguajes,
formatos, formas de escribir o de narrar.
La nueva modalidad de integración e
interacción tecnológica del hogar con redes de información y entretenimiento.
Un modelo de comunicación cada vez
más fragmentado, segmentado e individualizado y una producción audiovisual más
transnacional en lo productivo, con mercados globalizados y con una creciente
desregulación de la intervención del Estado.
La posibilidad de combinar la red
telefónica con la red televisiva para transformar el televisor en un terminal
de acceso a los servicios asociados con el Internet.
Ya no hay necesidad de pedir
autorización para traspasar los límites o las fronteras territoriales de los
pueblos, el mito de la ubicuidad es una realidad.
Estamos viviendo un cambio de
paradigma cultural. La cultura de la televisión dejará paso a la cultura
teleputer, que es la suma de todos los antiguos medios masivos de comunicación
incluida la televisión.
La individualización en mayor grado
del proceso orientación-aprendizaje; el acortamiento de plazos entre las fases
de investigación, desarrollo experimental e innovación en la producción de
recursos didácticos.
El diseño de documentos con nuevos
formatos que además pueden publicarse, circular y transferirse por medio de las
telecomunicaciones o de soportes como el CD ROM, que dan origen al texto
digital como un producto de la era posmoderna.
Algunos piensan que la sociedad
global muestra una época de nostalgia e incertidumbre, de actitud nihilista (los
valores supremos pierden validez), una época de la liberalización de las
racionalidades y las diversidades (etnias, negros, mujeres, gays, etc.) y una
época de aproximación lamentable hacia una ética light, época de descrédito de
lo absoluto, de surgimiento de una nueva idolatría del capital o de una «nueva
religión» la del «mercantilismo» (dogma básico: el poder del dinero;
sacramentos: los productos comerciales; Iglesias: los bancos, y sacerdotes: los
banqueros y financieros).
En la sociedad global asistimos a
un cambio de era y de civilización. Se observa el desencadenamiento del boom
del mercado del cuerpo humano (con prótesis, piezas sintéticas, siliconas e
implantes de órganos): se origina la transformación de imágenes corporales en
procura de cuerpos perfectos (el «morphing» como técnica de animación por
computadora); se practica la modificación de los hábitos de consumo; se
desarrollan identidades transterritoriales, multiétnicas, heterogéneas y
multilingüísticas; se incrementa el derrumbe de viejas utopías; se relanza la
denominada «economía criminal» (negocio de la droga, de las armas, el
narcotráfico y la prostitución).
Los Estados, ahora mundializados en
sus estructuras internas y funciones, están originando la interdependencia
generalizada de naciones, clases,, grupos e individuos y un nuevo tipo de
estado surge ya: el Estado supranacional o Estado global.
Bonilla y García mencionan que
«Antes se era de izquierdas o de derechas. Ahora se es ecologista, defensor de
los derechos humanos, «militante» de juntas vecinales y locales, punkero,
rappero, «new age», skinheads, o simplemente, un desencantado».
Antes la orientación o
direccionalidad de la comunicación era de una sola vía, del centro (global) a
la periferia (local). Hoy en día, el centro pierde control en favor de la
periferia, los usufructuarios de los medios tienen la posibilidad de generar
sus propios mensajes.