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30 de mayo de 2019

HAYA DE LA TORRE, LA REFORMA UNIVERSITARIA Y LA UNIVERSIDAD POPULAR “MANUEL GONZALEZ PRADA” EN EL PERÚ


HAYA DE LA TORRE, LA REFORMA UNIVERSITARIA Y LA UNIVERSIDAD POPULAR “MANUEL GONZALEZ PRADA” EN EL PERÚ

Escribe: Eudoro Terrones Negrete

Hace cien años (1918-2018), en Córdova (Argentina), se produjo el primer chispazo de la revolución universitaria, que rápidamente se expandió y vinculó continentalmente con los demás países de América Latina.

Germán Arciniegas llegó a decir que “La revolución tuvo por efecto inmediato y resultado más visible, pronunciarse contra un sistema anticuado, casi arqueológico, que retenía a la universidad al margen de las inquietudes de nuestro tiempo, de los avances técnicos, de la investigación científica”. 

Y agregaba: “El caso obliga a hacer de la Universidad un formidable laboratorio humanizado, con campos de experimentación en donde quiera que haya un grupo humano que deba ser investigado, que esté pidiendo una aproximación, en donde no haya el interés del partido, sino el fervor del estudio”.[1]

Los estudiantes universitarios de Córdova buscaban liberar a la universidad de sus tradicionales males y problemas. Justificaban sus demandas revolucionarias dentro de una lucha dialéctica que implicaba Negación y afirmación, para investigar, saber, emancipar la universidad de la tutela religiosa y acercarla a las clases populares, renovar los estudios y reconstruir las universidades y el Estado.

Las demandas revolucionarias de los estudiantes eran: la libertad de Cátedra, la asistencia libre, la participación de los estudiantes en el gobierno de las universidades, la autonomía universitaria, asistencia libre a clases, establecimiento de libertad de cátedra o docencia libre con cátedras paralelas o docencia libre, bienestar estudiantil, libertad de juramento, nacionalización de universidades provinciales del Litoral y Tucumán, supresión del dogmatismo imperante, contra el carácter “arcaico y elitista del sistema de gobierno en la universidad, libertad académica, gratuidad de la enseñanza, unidad latinoamericana, misión y función social de la universidad, renovación por concurso de cátedras, libertad absoluta de doctrinas, rebaja de pensiones, entre otros.

En 1917 Haya de la Torre conoció al político y literato Manuel González Prada y se convirtió en visitante de su casa para desarrollar actividades políticas propias del radicalismo de dicho intelectual; un año después cargó el ataúd de González Prada.
En enero de 1919 participó en la comisión universitaria y tras afirmar y consolidar su liderazgo estudiantil apoyó la lucha de los trabajadores por la conquista de la jornada de las ocho horas de trabajo, incursionando así en la vida política del Perú. En octubre de este año, fue elegido presidente de la Federación de Estudiantes del Perú, y que le permitió vincularse con amplios sectores de la sociedad peruana e indoamericana y encabezar movimientos de lucha social y política a favor de la reforma universitaria en el Perú.
Participó en el primer Congreso Nacional de Estudiantes, realizado en la ciudad del Cusco (marzo de 1920), donde se aprobó el proyecto de creación de las “universidades populares”, que dos años más tarde (en 1922) se les denominó Universidades populares González Prada.
Torres Iriarte expresa: “Desde la década del veinte del siglo pasado, la presencia e influencia de Víctor Raúl Haya de la Torre, reviste la mayor importancia en los procesos políticos desarrollados en América Latina. La contribución en el plano ideológico, transcendió a la práctica política, al organizarse movimientos y partidos políticos en diversos países de la región, bajo la concepción de frentes únicos de trabajadores manuales e intelectuales y partidos pluriclasistas. La fuerza y claridad del pensamiento de Haya de la Torre, fueron convocando a los trabajadores y estudiantes latinoamericanos, que más allá de los nacionalismos, comprendieron que el aprismo como ideología, como frente o como partido; eran instrumentos de la transformación política y de la redención social para nuestros pueblos. Sucesos como la Revolución Mexicana y la Reforma Universitaria de Córdova, representaban hitos importantes en la forja de un destino político diferente para América Latina. Desde su primer destierro en 1923, Haya de la Torre, comprendió que la gran transformación debía responder a un esfuerzo continental, que tuviera objetivos de lucha antiimperialista, de unidad política y económica, de nacionalismo económico y de solidaridad internacional. La experiencia de las Universidades Populares, las luchas de estudiantes y trabajadores en el Perú, facilitaron que en virtud a una rigurosa formación académica, capacidad de análisis y de interpretación de la realidad latinoamericana, Víctor Raúl definiera Qué es el APRA y señalará el Programa Máximo conciso; que desde su exposición y difusión, se convirtió en el ideario de las juventudes, de los trabajadores y de los pueblos de nuestro continente. Por ello es justo reconocer, la gran contribución de Haya de la Torre al pensamiento político latinoamericano; en un continente acostumbrado a seguir los lineamientos políticos señalados en Europa”.[2]

“Haya de la Torre, -señala Torres Iriarte- más allá de su condición de político y pensador, ejerció la docencia en América Latina, lo que lo convierte en una figura prominente de nuestros pueblos, quiénes recogiendo su pensamiento; hoy en un contexto de globalización y de integración de mercados, encuentran en los procesos regionales de integración una herramienta adecuada para insertarnos mejor en la economía internacional, sin desviarnos de la defensa de los principios de pan con libertad”.

LA UNIVERSIDAD POPULAR "MANUEL GONZÁLEZ PRADA" EN EL PERÚ

Entre el 11 y el 20 de marzo de 1920 se realiza, en el Cuzco, el Primer Congreso Nacional de Estudiantes peruanos, eligiendo a Haya de la Torre como a su primer Presidente de la Federación de Estudiantes del Perú. En este Congreso se aprobó la creación de las Universidades Populares, la misma que fue solicitada y sustentada por el delegado Abraham Gómez, respaldada y defendida por Haya de la Torre y Luís F. Bustamante.

En virtud de este Congreso se permitió la existencia de cátedras libres, que los delegados de los estudiantes tuvieran asiento en el Consejo Universitario; y en lo político se suscitó un distanciamiento entre el Gobierno de Leguía y los estudiantes.

A iniciativa de Víctor Raúl Haya de la Torre, el Primer Congreso de Estudiantes del Perú, proclamó la reivindicación material y espiritual del indio como uno de los primeros deberes de la juventud reformista, grito redentor que avivó siempre, en sus coloquios y desde la Universidad Popular.

Haya de la Torre, funda en su casa, en Villa Mercedes (Lima), la primera Universidad Popular “González Prada” del Perú (UPGP), que adopta tres lemas originales: uno, que se indicaba con los tres ochos «8-8-8» para significar: ocho horas de trabajo, ocho horas de estudio y ocho horas de descanso. El otro provenía del lema del cooperativismo que decía «Uno para todos y todos para uno». Y el tercero, “Si sabes mucho, enseña. Si sabes poco, aprende”.

La inauguración se efectuó en el Palacio de la Exposición de Lima, cerca del Parque de la Reserva, el 22 de enero de 1921, es decir al año siguiente del acuerdo del Cuzco. Meses y años después se organizan universidades populares en Barranco, El Callao, Arequipa, Salaverry, Trujillo, Cuzco, Ica, Chosica y Jauja.

DISCURSO INAUGURAL

En su condición de flamante Rector de la UPGP. Haya de la Torre pronunció un reflexivo discurso inaugural: “En el Perú, los estudiantes que tenemos el privilegio de recibir educación secundaria y superior, constituimos una minoría, comparada con la gran población juvenil, incapacitada, por razones económicas, de recibir los beneficios de la cultura”.

TEMAS DEL I CONGRESO DE ESTUDIANTES

El Congreso tuvo por temas la autonomía universitaria, la participación de los estudiantes en el gobierno de la universidad, el derecho a la cátedra libre, la abolición de las cátedras vitalicias, el derecho de tacha a los catedráticos por parte de los estudiantes, la liquidación del reglamentarismo en la enseñanza y la gratuidad de la enseñanza.

Así mismo, la igualdad de deberes y derechos entre los estudiantes, la expulsión de los catedráticos tachados, la asistencia libre de los estudiantes tras la supresión de la lectura de listas, el otorgamiento de becas para los estudiantes de escasos recursos económicos, el derecho a huelga de los estudiantes, la creación de las universidades populares, la lucha contra las drogas, entre otros.

LA PONENCIA DE LOS 14 PUNTOS

La ponencia tuvo catorce puntos, entre los cuales se acordó lo siguiente: la creación inmediata de la Universidad Popular bajo la dirección de la Federación de los Estudiantes del Perú, para lo que se solicitará el apoyo de los Poderes Públicos, de las instituciones y de los particulares que se interesen por sus nobles finalidades.

La Universidad Popular tendrá intervención oficial en todos los conflictos obreros, inspirando su acción en los postulados de justicia social; la enseñanza comprenderá dos ciclos: uno de cultura general de orientación nacionalista eminentemente educativa, y otro de especialización técnica, dirigida hacia las necesidades de cada región; la enseñanza será metodológica, ordenada, sencilla y eminentemente objetiva (cinematógrafo, vistas fijas, cuadros murales, etc.) haciéndose ella por lecciones y conversaciones y sirviendo la conferencia sólo como tesis y complemento de éstas”.

Se precisa, que la enseñanza deberá estar exenta de todo espíritu dogmático y partidista; se organizarán cursos de vacaciones de extensión cultural organizados por el comité federal y los centros representativos de las universidades menores, en las distintas provincias de la República y que serán encomendadas a los estudiantes que permanezcan en ellas durante aquel tiempo.

La Universidad Popular deberá preocuparse del perfeccionamiento intelectual, moral y físico del obrero, de sus necesidades materiales, fomentando la creación de cooperativas, cajas de ahorro e instituciones que tiendan a ese fin.

La ponencia señalaba que la Universidad Popular deberá organizar una biblioteca, con préstamos de libros a domicilio; un museo nacional de producciones naturales e industriales; salas de recreo y campos deportivos; un consultorio técnico compuesto por alumnos de las distintas facultades y que absolverá por escrito o verbalmente las cuestiones que se propongan.

Además se determinó que la FEP encomendaría a una comisión la reglamentación de la Universidad Popular.

ANTECEDENTES

La Universidad Popular tuvo por antecedente las ideas anarco-sindicalista puro de Manuel González Prada, cuando a decir de Haya “La vieja arquitectura de las Universidades oficialistas, sólo permitía elaborar profesionales de la política, que es decir profesionales de la explotación” (San Ángel, México, enero 1924). 

La Universidad Popular también tuvo su origen en la iniciativa de Haya de crear el Centro Universitario de Trujillo en junio de 1916, cuando el 27 de junio de este año se aprueba un voto de aplauso para el Centro Universitario por la instalación de la Universidad Popular. 

El Plan de Acción Inmediata o Programa Mínimo de 1931 del Partido Aprista Peruano, en el rubro de “Educación”, propone la creación de “universidades populares…”

PLANA DOCENTE

En la plana docente de las U.P.G.P. estuvo conformada por estudiantes de diferentes facultades de las universidades de San Marcos y San Fernando y la Escuela de Ingenieros. Cabe referir a Víctor Raúl Haya de la Torre, Oscar Herrera Marquis, Manuel G. Abastos, Raúl Porras Barrenechea y Nicolás Terreros.

También Aristóbulo Chávez Herrera, César Delfín Castañeda, Víctor Raúl Iparraguirre, Rómulo Meneses, Jacobo Hurtwitz, Francisco Sánchez Ríos, Eloy Vega Luque y Jesús Vera Portocarrero, Humberto del Águila, Luis E. Heysen, José Carlos Mariátegui, Tapia Padilla, Teodoro Moneda, Luis F. Bustamante, Alfonso Silva Santisteban y Enrique Cornejo Koster,

Las UPGP tenían un Consejo Directivo integrado por representantes de alumnos y profesores; la asistencia de los alumnos era libre y la enseñanza gratuita, los profesores colaboraban con sus clases magistrales.

ASPECTO ACADÉMICO

En las UPGP se enseñaban, por ejemplo, asignaturas de biología general, salud e higiene, geografía científica y social, historia de la civilización, historia de las ideas sociales, psicología, medio ambiente, economía política e historia de la crisis mundial.

Las UPGP realizaban campañas de higiene y salud, campañas para erradicar el opio, el consumo de alcohol y resolver los problemas sociales o de contaminación del medio ambiente, mediante la celebración del “Día de la Planta” con el lema “Los árboles mejoran el clima y alegran la vista. Cuidémoslos”, “Siembra un árbol y te pagará con su sombra”, “Siembra un árbol y escribe un libro”, “Aprende del árbol, elévate como él”, Día que fue instituido por Haya de la Torre.

Las horas de clase empezaban a las 8.00 de la noche y se prolongaba en algunas ocasiones hasta las primeras horas del día siguiente.

En esta institución popular se utilizaba una metodología adecuada al adulto y objetiva mediante el uso de cuadros murales, vistas fijas, cinematógrafos, y el método socrático o dialogado. Se complementaban mediante conferencias y prácticas académicas consistentes en la organización de cajas de ahorro, de cooperativas de servicios múltiples.

DEMOCRATIZACIÓN DE LA CULTURA

Estas universidades luchaban por desterrar las exclusiones teologales ( “Tolerar a todos, menos a los intolerantes” ), por erradicar el sistema feudal universitario, por recusar el espiritualismo idealista y el positivismo conservador, por democratizar el conocimiento y la cultura, por eliminar los privilegios de clase, por crear y consolidar la conciencia de clase en los trabajadores manuales e intelectuales, por generar el cambio de actitud de la población frente a los problemas sociales para una eficaz y oportuna solución.

También trataban de despertar la conciencia de responsabilidad histórica de los trabajadores, formar grupos de estudio descentralizados, rechazar las ideas conservadoras y opresivas de la plutocracia limeña, impartir sus enseñanzas de cultura general y de especialización técnica orientadas a las necesidades de cada región.

TRANSFORMACIÓN ESPIRITUAL Y MORAL

De las UPGP, Antenor Orrego manifestó que era el “germen y raíz de la gran transformación espiritual y moral que se está operando en nuestra patria”, ante el predominio del “espíritu cerrado y estrecho de las Universidades oficiales en el Perú, que se mantenían radicalmente aisladas y extrañas a las grandes masas populares de la nación. Peor aún, el universitario académico de entonces no ocultaba un sentimiento peyorativo hacia el pueblo a quien despreciaba desde las alturas aristocráticas de su refinamiento intelectual”


[1] Gabriel del Mazo, “La reforma universitaria”, Tomo I, Lima, 1967, pp. XIII-XV.

[2] José Antonio Torres Iriarte, “Haya de la Torre y su influencia en el proceso político latinoamericano”. Revista Indoamericanista A.P.R.A, 93 años. http://apra-global.blogspot.pe/2008/02/haya-de-la-torre-y-su-influencia-en-el.html




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