CONCLUSIONES SOBRE
LA EDUCACIÒN UNIVERSITARIA DE CALIDAD EN EL PERÚ
Escribe: Eudoro
Terrones Negrete
I
Cuando
abordamos el problema de la desigualdad en la educación superior en América
Latina y el Caribe es oportuno y válido destacar las expresiones del doctor
Claudio Rama[1],
cuando manifiesta que “la iniquidad de las sociedades latinoamericanos es el
resultado de su heterogeneidad estructural histórica, de su inserción
subsidiaria en los circuitos de la economía mundial, de las modalidades
desiguales del proceso de mercantilización, de la debilidad de las estructuras
de los Estados para redistribuir las rentas excedentes y de las estructuras de
concentración de los bienes y servicios y de la muy reciente consolidación de
las democracias. Estos parecen ser los ejes centrales de América latina, el
continente más desigual medido por el índice de Gini.”
Dentro de
este contexto, el Perú, como uno de los países de América Latina y el Caribe, no
es la excepción, toda vez que está experimentando similares problemas en la
educación superior, está comprometido en la lucha común por la igualdad en la
educación, la regionalización y la descentralización, la aplicación de
políticas educativas de equilibrio y de cohesión social, la educación de
calidad continua e inclusiva con sentido social y valores éticos.
En la actualidad la materia gris está desplazando en importancia y trascendencia a la materia prima, por el predominio de la
inteligencia y del conocimiento, del capital intelectual, de las industrias de
la información y del saber. El carácter abierto de las economías, el aumento en
el grado de internacionalización, los conocimientos teórico-prácticos y las
competencias de los individuos (aptitud para la comunicación oral y escrita,
capacidad para el trabajo en equipo, disciplina personal, creatividad y
espíritu inventivo e innovador, capacidad de conceptualización, etc.) constituyen algunos factores clave para
asegurar una mano de obra calificada y flexible, para lograr el mejoramiento de
la productividad, alcanzar el rápido éxito de las instituciones educativas y el
progreso social, económico, político, educativo-cultural y moral, a tal punto
que, según la OCDE (1989), en un futuro próximo el ciudadano genérico se verá
obligado a cambiar de profesión varias veces a lo largo de su vida activa.
Las
universidades que cumplen con el proceso de autoevaluación, evaluación,
acreditación y certificación de la calidad de los servicios educativos que
ofertan, garantizan la prestación de servicios educativos eficientes, en
función a los objetivos de transformación, crecimiento y desarrollo del país.
II
La educación
universitaria de calidad es la clave y la herramienta fundamental para mejorar
los niveles de producción y de productividad, generar nuevos conocimientos,
nuevas teorías de enseñanza-aprendizaje y nuevas tecnologías, mejorar la
calidad de vida de la población, desarrollar y fortalecer la democracia
funcional con respeto a los Derechos Humanos. Pero también la educación universitaria de calidad es la
clave para competir con eficacia en el mundo global y enfrentar con éxito los
retos científicos y tecnológicos del presente y de los próximos siglos.
III
Hablar de la educación universitaria de calidad en
el Perú implica alcanzar elevados estándares de calidad, desarrollar una
cultura de calidad y una filosofía de prevención, creatividad e innovación institucional, a la vez que incorporar a los mejores estudiantes, mejores
profesores, mejores y mayores recursos físicos, recursos de capital, recursos
didácticos y metodológicos y equipos tecnológicos de última generación. Pero
también implica el compromiso permanente de las universidades de formar
excelentes graduados, desarrollar el trabajo institucional, académico y
administrativo en equipo, con visión y misión compartidas por todos los
miembros de la comunidad universitaria. Implica aplicar una gestión de calidad
total y satisfacer las exigencias, expectativas y necesidades de los usuarios
del servicio educativo, del mercado laboral y de la sociedad peruana.
El mismo hecho
de pensar y apostar por la educación universitaria de calidad en el país
implica asegurar la racional, equitativa y justa distribución de la riqueza y
del ingreso nacionales, dotar a las universidades públicas y privadas de presupuesto
suficiente para investigación científica y adquisición de modernos
laboratorios, talleres, bibliotecas y mejorar las remuneraciones del personal
administrativo, docente y de servicios.
Pero
también implica la aplicación de estructuras de gestión no burocrática,
descentralizada y flexible, que conduzca a incrementar la matrícula sin
sacrificar la calidad ni saturar el mercado interno con profesionales que poco
o nada contribuyen con el crecimiento y el desarrollo sostenible y sustentable
del país.
IV
En el Perú
es necesario reducir la brecha tecnológica entre inforicos e infopobres, universalizar las nuevas tecnologías en los
procesos pedagógicos, generar mayores fuentes de empleo digno y salario justo,
mejorar la selección de ingreso de estudiantes a las universidades,
democratizar el ingreso a las universidades, aplicar políticas educativas de
equilibrio y de cohesión social con responsabilidad compartidas, sentido social
y valores éticos, proveer un servicio de educación universitaria de calidad en
función a los requerimientos de crecimiento, desarrollo y progreso del país,
ofertar servicios de educación universitaria de calidad que sean reconocidos internacionalmente y sin
discriminación por razones de raza, sexo, idioma, religión, capacidad física, de
orden social, cultural, económico y político.
V
La educación universitaria de calidad en el Perú
no se obtiene sobre la base de improvisación, buenas intenciones o simples aspiraciones.
Es siempre el producto de un esfuerzo perseverante e inteligente en el que se
conjugan mejores recursos humanos y recursos materiales, modernos métodos y técnicas
de enseñanza-aprendizaje y renovados talleres, laboratorios, bibliotecas
físicas y virtuales y equipos tecnológicos.
La educación universitaria para ser de calidad
debe basarse en la enseñanza democrático-participativa, en la utilización de
métodos formativos y prácticos y con enfoque globalizador. Debe aplicarse
estrategias didácticas y métodos para formar y desarrollar competencias: el
método constructivista de Kolb, el método clínico de Piaget, el método de mapas
conceptuales, las estrategias metacognitivas, las pasantías, el análisis
crítico, el portafolio, la simulación, la clase magistral, las monografías y
los ensayos.
La educación universitaria para ser de calidad
debe desarrollar entre otros el pensamiento crítico, el pensamiento dialéctico,
el pensamiento sistémico y el pensamiento complejo, la propuesta curricular por
competencias que incremente las zonas de desarrollo próximo de los estudiantes,
desarrolla prioritariamente la enseñanza basada en competencias (EBC). Debe
aplicar un horario flexible en las sesiones de aprendizaje, articular la teoría
con la práctica en el proceso de enseñanza-aprendizaje. El profesor debe
efectuar su reciclaje profesional de por vida, el currículo debe ser periódicamente
renovado y actualizado según los avances
y las innovaciones científicas y tecnológicas. La enseñanza debe basarse
en las competencias (EBC), los miembros de la comunidad universitaria deben ser
proactivos al cambio, tener conciencia, mística y vocación de servicio al bien
común. Las universidades públicas y privadas deben trabajar en alianzas
estratégicas con otras universidades nacionales o extranjeras, con el sector
empresarial y con los sectores de la sociedad. Las universidades deben aplicar
estructuras de gestión desburocratizante, descentralizada, inclusiva, participativa
y flexible, que conduce prioritariamente a incrementar la matrícula con niveles
de calidad, y forjar profesionales, técnicos, especialistas e investigadores
calificados para el crecimiento y el desarrollo sostenible y sustentable del
país.
La
educación universitaria para ser de calidad en el Perú tiene que aplicar una
política científica, incentivar las aptitudes creativas de los profesores,
estudiantes y personal administrativo, renovar los métodos y técnicas de
enseñanza-aprendizaje, forjar profesionales, investigadores sociales y
especialistas competentes, con empleo bien remunerado, con oportunidades de
realización y desarrollo de su personalidad así como también de sus proyectos
de vida. Así mismo responder a las necesidades de crecimiento y desarrollo
integral de la sociedad en los campos científico, tecnológico, social,
económico, político, cultural, ecológico, axiológico y ético; elaborar y
desarrollar una planificación estratégica, racional y realista. Y “mejorar la
contratación, la formación, la situación social y las condiciones de trabajo
del personal docente” (UNESCO).
VI
La
educación universitaria de calidad se caracteriza por ser autónoma,
democrática, humanista, científica, tecnológica, axiológica, ética,
multicultural, investigativa, polivalente, participativa horizontalmente, interdisciplinaria,
multidisciplinaria, multicultural, competitiva, participativa, continua e
inclusiva, innovadora, equitativa, antiburocràticacentrada en los intereses de
los estudiantes, receptiva de la cooperación internacional y deberá ser medida sobre la base de resultados.
La
educación universitaria de calidad se caracteriza por ser impulsora del cultivo
y desarrollo de la política científica, incentivadora de las aptitudes
creativas de los profesores y estudiantes, renovadora de métodos y de técnicas
de enseñanza-aprendizaje, forjadora de profesionales, investigadores sociales y
especialistas competentes y por responder a una planificación estratégica,
racional, realista, responsable y con rigor científico.
La educación universitaria de calidad se caracteriza,
además, por ser pluricultural, investigativa, polivalente, interdisciplinaria,
multidisciplinaria, competitiva, continua, inclusiva, y medida sobre la base de
resultados, participativa horizontalmente, autónoma, centrada en los intereses
de los estudiantes y receptiva de la cooperación internacional.
VII
La
educación universitaria de calidad utiliza métodos formativos fundado en la
acción y en el enfoque globalizador; aplica estrategias didácticas y métodos
adecuados para formar competencias, tales como el método constructivista, el
método de análisis crítico, la clase
magistral, los seminarios, las monografías y los ensayos; desarrolla el
pensamiento sistémico, el currículo y la enseñanza basada en competencias
(EBC); aplica un horario flexible en las sesiones de aprendizaje; articula la
teoría con la práctica en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
En la
educación universitaria de calidad el profesor efectúa su reciclaje profesional
de por vida, a través de un currículo periódicamente renovado y actualizado
según los avances y las innovaciones
científicas y tecnológicas. Las universidades trabajan con el sector
empresarial y sectores de la sociedad.
Los miembros de la comunidad universitaria son proactivos al cambio.
VIII
La educación universitaria de calidad está
relacionada con el desarrollo de una cultura de calidad, de una cultura investigativa
institucionalizada, de una política de estímulos para los investigadores, de
una filosofía de prevención, creatividad
e innovación institucional, de programas de proyección a la sociedad de
los nuevos conocimientos generados, apropiados y convalidados. Asimismo está
relacionada con la incorporación de los mejores estudiantes y mejores
profesores, con la aplicación de modernos y suficientes recursos didácticos,
metodológicos, financieros, físicos y tecnológicos. Está relacionada con el
desarrollo del trabajo institucional, académico y administrativo en equipo, con
visión y misión compartidas por todos los miembros de la comunidad
universitaria. Está relacionada con la apertura del sistema educativo superior
universitario nacional a las corrientes internacionales.
IX
La mejora de la eficacia y de la eficiencia del
sistema educativo universitario es posible mediante la mejora del paradigma de
la gestión de calidad de los
servicios educativos en sus diversos niveles y modalidades y la aplicación de
políticas y de estrategias educativas, como por ejemplo medir la satisfacción de las expectativas de
los usuarios del servicio educativo y competir sobre la base de una mejora
continua.
X
Finalmente, podemos concluir manifestando: A
mayores niveles de calidad educativa universitaria en el Perú, mayores son los
niveles de desarrollo social, económico, político, ecológico y moral de las
personas, de las instituciones y del país, y, consecuentemente, menores son los
niveles de inequidad, de marginación y exclusión social.
[1] Claudio
Rama, director del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación
Superior en América Latina y el Caribe (IESALC), en: Revista Universidad Nº 8-
ANR- Comisión de Coordinación Inter-Universitaria- Dirección General de
Desarrollo Académico. Lima-Perú, 2005.