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28 de abril de 2019

SIMÓN BOLÍVAR: “YO SOY EL HOMBRE DE LAS DIFICULTADES”


SIMÓN BOLÍVAR: 
“YO SOY EL HOMBRE DE LAS DIFICULTADES”

Escribe: Eudoro Terrones Negrete




En el presente artículo queremos valorar la personalidad, las cualidades del Libertador, cómo es conocido y principalmente relevar su autodenominación como “El hombre de las dificultades”.

Compartimos las expresiones de Gerhard Masur: “La figura de Bolívar creció en Sudamérica como un dios para unos y como un destino fatal para otros. Las pasiones del nacionalismo y la parcialidad política impiden apreciar su estatura con justicia. El mismo Bolívar dice: “Para juzgar a las revoluciones y a sus jefes, debemos observarlos desde cerca y juzgarlos desde muy lejos.”[1]

Investigadores, historiadores, y políticos de diversos lugares del planeta han destacado la vida y obra de Bolívar. Por ejemplo, Pedro Wilson Leyva, Juvenal Herrera Torres, Gerhard Masur, José Ramón Medina, Diana Milagros Rueda de Aranguren, Alfonso Rumazo González, Daniel O’Leary, Manuel Pérez Vila, Alfredo Boulton, Guillermo Rincón Urdaneta, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Rufino Blanco-Fombona, Miguel de Unamuno, Carlos Tünnermann Bernheim, Luis Alva Castro, Francisco Pividal, entre otros.

Simón Bolívar es conocido como “el genio de la Libertad” (Iván Guillermo Rincón Urdaneta), “Maestro de América” (Alfonso González), “El primer humanista de América” (Manuel Pérez Vila), ”El conductor de Pueblos”,  “el prócer más destacado de la Independencia Hispanoamericana, el gran libertador[2] de cinco naciones americanas”, “el revolucionario constructor”, “el promotor de la integración hispanoamericana”, “el conquistador de libertades americanas”, “el creador de países independientes”, “el encarnizado e irreconciliable enemigo del colonialismo”, “el emancipador de los marginados”, “el reformador social”,  “el más grande, valiente y leal soldado de la causa americana”.

Bolívar es “uno de los próceres de más elevada figuración en la gesta emancipadora americana del siglo XIX” (Pedro Wilson Leyva), Bolívar es el teórico y práctico del internacionalismo solidario de Colombia con los pueblos de Hispanoamérica y del mundo y es el precursor genial del antiimperialismo moderno (Juvenal Herrera Torres), “Bolívar se me aparece como una de las principales figuras del siglo XIX y como una de las personalidades más grandes de todos los tiempos” (Gerhard Masur). “Bolívar fue, por tanto, el precursor del pensamiento antimperialista hispanoamericano, porque el preimperialismo fue el germen del actual imperialismo de la era monopolista...Muy pocos en la historia de la humanidad han sido dirigentes de la acción, en el lugar de la acción y al frente de la acción. ¡Bolívar fue uno de ellos!” (Francisco Pividal).

El escritor y economista peruano, Luis Alva Castro” señala: “Nunca será suficiente remarcar que este ilustre caraqueño, nacido un 24 de julio de 1783, no sólo fue el héroe máximo de la emancipación de Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia, fue también el primer difusor y organizador de las instituciones libres de nuestro continente, mérito que le valió en su tiempo el apelativo de “alfarero de repúblicas”, apelativo que él mismo acepta en una carta a Santander del 6 de mayo de 1824. Fue preceptor constitucional, inspirador jurídico republicano y forjador de un estilo de gobierno donde la prioridad siempre la tuvo el bienestar general y sobre todo la defensa de los más necesitados...”[3]


Para el historiador colombiano Juvenal Herrera Torres: “Bolívar, en cambio, fue íntegro como soldado e ideólogo de la independencia, y en esto radica su verdadera grandeza: supo interpretar, en el curso mismo de la guerra, las aspiraciones de las gentes sencillas, de indios, negros, mulatos, zambos y llaneros que se habían levantado contra sus opresores. Y fue esa masa popular, abnegada y heroica, que reconoció en Bolívar a su auténtico líder, la que expulsó del territorio americano a los colonizadores españoles”.[4]

Refiere Herrera Torres que el erudito chino Wang Zhaochun explica con toda claridad las dificultades que tuvo que enfrentar el Libertador, limitado como estaba por las condiciones históricas y por la clase social en que nació. Sin embargo -dice el destacado intelectual chino, Simón Bolívar -indudablemente fue un gigante mundial establecido en tierra americana. En su lucha concentró las características de la lucha de la burguesía europea por la libertad democrática de la revolución de las colonias por la independencia y la soberanía nacional, y del continente americano por la unidad continental. Antes de Bolívar nunca había surgido y era imposible que surgiera un personaje como él en Europa y América del Norte.[5] Herrera Torres puntualiza que “Bolívar, por supuesto, como aguerrido paladín de la igualdad social, luchó contra las diversas formas de segregación racial, de discriminación por razones de clase o de raza: aberraciones que el Libertador calificó como odiosas. Por eso supo interpretar los anhelos de las amplias masas populares”.
 


José Ramón Medina[6] decía en su artículo “Bolívar es América”: “Bolívar fue un ser iluminado e iluminante. Una fuerza creadora en ebullición permanente. Una voluntad que no solo movió montañas sino que las transformó en pueblos libres. En Bolívar todo era hacer y quehacer. Aun en sus momentos más oscuros, bajo el peso de la depresión y de la decepción, esa llama interior que labró su vida, afluía incontenible en sus entrañas, para galvanizarle. Solo tuvo una meta: vencer. Y un destino: permanecer. Alguna vez se definió, con certero tipo enunciativo: “Yo soy el hombre de las dificultades”. Y nunca estuvo más seguro de sí mismo, ni más cerca de su íntima esencia humana, que en estos instantes decisivos, cuando se miraba hasta el fondo del alma, para buscar en ella una respuesta fiel a su pasión libertadora…Su vida fue una vida fulgurante. Un combate a fondo con su tiempo y con sus sueños. Agotó en sí mismo todas sus potencias y posibilidades, trasladándolas, intactas y fecundantes, a la construcción de un continente. Vivió acelerada y visionariamente. Y, sin embargo, tuvo tiempo para todo. Para la guerra y para el amor, para la esperanza y para el desengaño, para la derrota y para el triunfo. En él se conjugaron saberes, placeres y deberes, en una gran llamarada existencial. Fue hombre de pensamiento y de acción, con una clara conciencia de la misión creadora que le tocó llevar a cabo. Una misión que se impuso a sí mismo en su espléndida mocedad de criollo, empeñado en descubrir su propia identidad en medio de una Europa decadente, sacudida por los aires imperiales…Hombre de mano y pulso firmes, supo sortear todos los infortunios con elegancia y coraje. Manejó hombres e ideas, con sabiduría y realismo. Fue tenaz y obsesivo, visionario y práctico, inflexible y generoso, cambian te y perseverante. En suma, una personalidad compleja y apasionante, como lo revela su copiosa y rica correspondencia, en la que lo encontramos de cuerpo entero. Un hombre de carne y hueso que se quemó en su propio fuego…El hombre de las dificultades fue, también, el hombre de los peligros. Estaba en su sangre y en su espíritu codearse con los acontecimientos, ser él mismo el acontecimiento. En medio de las vicisitudes de la guerra, y las delicias de sus lances amorosos, hallaba tiempo suficiente para autoanalizarse. “Yo siento –escribía– que la energía de mi alma se eleva, se ensancha y se iguala siempre a la magnitud de los peligros. Mi médico me ha dicho que mi alma necesita alimentarse de peligros para conservar mi juicio, de manera que al crearme Dios, permitió esta tempestuosa revolución para que yo pudiera vivir ocupado en mi destino especial”…”.









[1] Gerhard Masur, “Simón Bolívar”, Barcelona, 1971, p.8.
[2]Le llamaron el Libertador -el que liberta- porque quiso emancipar naciones y mentes, no sólo con la espada sino también con la palabra y el ejemplo. Por eso se le sigue llamando el Libertador” (Manuel Pérez Vila, en el Prólogo a la obra “Bolívar” de Jorge Campos.
[3] Luis Alva Castro, “Bolívar en La Libertad”, Ediciones Andinas, 2003, pp. 47-48.
[4] Herrera Torres, Juvenal. Bolívar:” El Hombre de América”. file:///C:/Users/ttona_000/Desktop/Bolivar_el-Hombre_America-1.pdf
[5] Wang Zhaochun: Primera recopilación de ensayos sobre Simón Bolívar en China”. China Reconstruye 1983. P. 29.
[6] Texto del discurso pronunciado en el acto del 21 de julio en el Campidoglio de Roma, como homenaje al Bicentenario del Nacimiento del Libertador. Suplemento Especial del diario El Nacional, Caracas, 24 de julio de 1983.

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