¿QUÉ
SIGNIFICA SER PERIODISTA?
Escribe: Eudoro Terrones Negrete
El primer
problema que debe aclararse y precisarse al hablar del ejercicio periodístico
es la definición de periodista, toda vez que en muchas legislaciones de los
países del mundo no se maneja un concepto unívoco y que pueda ser aceptado
universalmente.
Aquiles Menéndez, en su obra “Ética
Profesional”, explica: “La carrera de periodista no nació por arte de magia.
Cincuenta y nueve años antes de Jesucristo, Julio César consideró que el pueblo
romano tenía el derecho y la necesidad de conocer algunos acontecimientos y
pensamientos de sus autoridades; y así nació la famosa Acta diurna, que fueron originalmente pequeños avisos colocados en
lugares fijos, pero escogidos entre los más estratégicos y frecuentados. Esta
costumbre perduró hasta el año 1500, aproximadamente, cuando los venecianos
introdujeron sus Notizie o Foglialla mano (Gacetas DE manos) que, al estamparse, en el
siglo siguiente, comenzaron a venderse al precio de “una gaceta” (pequeña moneda
de cobre); lo que estereotipó el nombre de Gaceta para todos los países
latinos”.
Antonio López de Zuazo, a su vez, consigna como
primera aparición del término periodista, en 1763; segunda aparición, en 1787;
se repite desde 1812; se generaliza a partir de 1820; ingresa en la Academia en
los discursos de Eugenio Sellés (1895) y Juan Valera (1898); se matiza como
periodista profesional en 1928; y ahora impregna los términos de reportero,
informador, redactor, columnista, comunicador y tantos otros afines”.[1]
Hay quienes piensan que cada día resulta más
difícil definir y desentrañar lo que significa ser periodista, saber cuáles son
sus reales características, sus notas esenciales distintivas. Viene al caso las
expresiones de Manuel Fernández Areal cuando en su obra “El derecho a la
Información” (1971) manifiesta: “Decíamos que cada día resulta más difícil
saber quién es periodista y quién no es periodista. Y esto, no porque el ámbito
profesional se torne más complicado o más extenso, sino, principalmente, porque
en virtud de esa complejidad de funciones, son tantos los que intervienen en el
quehacer periodístico y tan atractivos este quehacer, que casi todos cuantos
tienen alguna relación con la prensa gustan de ser apodados “periodistas”, lo
sean o no. De aquí resulta que ya no se puede averiguar si periodista es el que
dirige un periódico, el que lo confecciona, el que escribe artículos, el que
hace entrevistas, el que lleva la contabilidad de la publicación, el que
atiende las tareas publicitarias o el que vende el periódico”.
No deja de faltar intelectuales y periodistas
que consideran que es un problema serio, difícil y grave intentar definir el
término periodista en su completo significado y real dimensión, cuando ahora se
habla también de “periodista ciudadano” o de “ciberperiodista”. No se ha
logrado hasta la fecha un consenso que resuelva el problema de quién es
verdaderamente un periodista. ]En la mayoría de textos sobre periodismo se usa
el término periodista, pero no se precisa su significado. Por lo tanto, estamos
ya en el siglo XXI y aún seguimos huérfanos de una definición universal y
definitiva.
Desde el siglo XX hasta nuestros días, el
término periodista ha merecido
diversas denominaciones:
-
Codificador de mensajes
colectivos,
-
Colector de noticias,
-
Comunicador público,
-
Comunicador social,
-
Administrador de la libertad de
prensa,
-
Difusor de la verdad informativa,
-
Escritor periódico,
-
Especialista de la información
social,
-
Guardián de las instituciones
públicas,
-
Hombre de la pluma,
-
Hombre de prensa,
-
Mediador social,
-
Mediador entre la información y la
sociedad,
-
Operador semántico,
-
Pintor crítico de la realidad,
-
Portavoz del sentimiento
autocrítico de la sociedad,
-
Profesional de la información y la
comunicación,
-
Reportero multimedia,
-
Sembrador de ideas,
-
Señor de los lenguajes,
-
Supremo educador,
-
Técnico de la información,
-
Tecnificador del diálogo social.
Hace más de 100 años, decía Joseph Pulitzer:
“El periodista no es el gerente comercial o el editor, y ni el mismo
propietario de un periódico. El periodista es el vigía en el punto del comando
del navío del Estado. Él observa la vela que pasa, las pequeñas señales que
surgen en el horizonte. Él informa sobre el náufrago que aparece a la deriva y
este puede ser puesto a salvo. Él investiga, a través de la nieve y de la
tempestad, para avisar sobre los peligros que están al frente. Él no está
pensando en su salario o en el lucro de la empresa. Él está allí para cuidar de
la seguridad y el bienestar de las personas que en él confían”.
El Diccionario de la Real Academia Española
registra en la voz periodista dos acepciones: “Persona que compone, escribe o
edita un periódico”, y “La persona que tiene por oficio escribir en
periódicos”.
La Ley francesa, del 29 de marzo de 1935, en
el artículo 1° define al periodista profesional en los términos siguientes: “El
periodista es la persona que tiene por ocupación principal, regular y
retribuida, el ejercicio de su profesión en una publicación, diaria o periódica,
editada en Francia, o en una agencia francesa de información, y que obtiene de
ella los principales recursos para su existencia…”
El contrato colectivo de 31 de enero de 1938,
firmado entre los editores y redactores de la prensa polaca, establece que es
periodista, en los términos de este contrato, quienquiera que: “a) Se ocupe
constante y profesionalmente en la publicación, recolección, redacción o
preparación de textos destinados a ser publicados en un periódico o en una
publicación periódica polaca que aparezca más de una vez por semana o trabaje
en un boletín diario o en una agencia de información de prensa, siempre que
este trabajo constituya su única o su principal fuente de recursos; b) Posea
nacionalidad polaca y goce de todos sus derechos civiles y polacos; c) Haya
cumplido el período de permanencia necesaria en un periódico como periodista
aprendiz”.[2]
Por Ley N° 15630, promulgada el 28 de
setiembre de 1965, se reconoce por primera vez en el Perú la condición de
periodista profesional. El Reglamento de esta Ley, el Decreto Supremo N° 74, en
su artículo 1°, define el periodista como a toda persona que, de acuerdo con lo
establecido en el Reglamento y ciñéndose a normas morales, desarrolla
exclusivamente la actividad intelectual remunerada, escribe, compone, edita,
dirige o colabora por escrito o gráficamente, de modo regular y permanente, en
algún órgano de difusión del pensamiento. Se considera también periodista al
reportero gráfico que, al servicio permanente de un órgano de difusión del
pensamiento, con periodicidad definida, ejercita iniciativa en el cumplimiento
de su función.
Tras la Ley de Prensa e Imprenta de 1966, el
Estatuto profesional español (Decreto de 13 de abril de 1967) considera como
periodista “en activo” a la persona que realiza profesionalmente tareas de
información en forma escrita, oral o gráfica en los distintos medios, es decir,
no sólo en la prensa, sino en la radio, en la televisión o en el cine, así como
cerca de organismos o entidades de carácter público”.
Según el periodista chileno Sergio Prieto
Arrate, el periodista “es una persona que ha asumido como vocación informar a
la opinión pública sobre el acontecer diario que considere de real interés, de
manera oportuna y veraz, y con un marcado respeto por la objetividad, la ética
y la moral.
A su vez, para Ortego Costales, “Son
periodistas los que trabajan directa y racionalmente la noticia, quienes la
buscan, escribe, seleccionan o titulan, pero no quienes se reducen a una simple
manipulación de la misma: el taquígrafo que la recibe por teléfono, el que la
envía o repite por teletipo, el linotipista que la compone, el corrector de
pruebas”.
En Ecuador, la Ley del Ejercicio Profesional
del Periodista de 1975 dispone en su artículo 1° que es periodista profesional
“a) Quien hubiere obtenido el correspondiente título académico conferido por
las universidades u otros establecimientos de educación superior de la
República, b) Quien hubiere obtenido ese título u otro equivalente, en
universidades o planteles de educación superior extranjero, y lo revalidare
legalmente en el Ecuador, y c) Quien obtuviere un certificado de
profesionalización otorgado por el Ministerio de Educación Pública, en razón de
haber ejercido la profesión con anterioridad a la fecha de vigencia de esta
Ley, y de acuerdo con sus disposiciones”.
La Asamblea Legislativa de la república de
Panamá aprobó la ley que establece normas generales para el ejercicio del
periodismo profesional. La ley define como periodistas profesionales a quienes
obtengan el título académico de licenciatura, postgrado, maestría o doctorado en
periodismo, comunicación social o ciencias de la información conocido en
Panamá, a aquellos que hayan sido reconocidos con la Ley 67 de 1978 y que
tienen por funciones principales la búsqueda, preparación y redacción de
noticias, entrevistas y reportajes y darlos a conocer a través de cualquier
medio.
La Ley de Bolivia N° 494, de 29 de diciembre de
1979, en su primer artículo establece: “Reconózcase e institúyase la profesión
de periodista en provisión nacional, a los ciudadanos que hayan obtenido el respectivo
título académico otorgado por la Universidad boliviana y a los que por su
antigüedad y capacidad en el ejercicio prolongado de la actividad periodística cumplan
con los requisitos que establecen la presente Ley”.
De acuerdo con la Ley N° 12908, conocida como
el Estatuto del Periodista Argentino, el periodista es “toda persona que
realice en forma regular, mediante retribución pecuniaria, las tareas que le son
propias en publicaciones diarias o periódicas y agencias noticiosas. Tales son
el director, codirector, subdirector, jefe de redacción, secretario general,
secretario de redacción, prosecretario de redacción, jefe de noticias,
editorialista, corresponsal, redactor, cronista, reportero, dibujante,
traductor, corrector de pruebas, reportero gráfico, archivero y colaborador
permanente. Se incluyen como agencias noticiosas, las empresas radiotelefónicas
que propalen informativos de carácter periodístico, únicamente con respecto al
personal ocupado en estas tareas”.
En fin, mucho se puede decir acerca de lo que
significa ser periodista. El periodista es un profesional agredido por los
hechos que ocurren en el mundo; es un intérprete crítico, responsable e
imparcial de los problemas que ocurren a diario en las sociedades; es un
promotor de la libre discusión de las ideas, del análisis científico de la
realidad, en aras del crecimiento, desarrollo y progreso de las naciones.
[1] En “Estudios sobre el mensaje periodístico” (revista) número 2,
Servicio de Publicaciones de la Universidad Complutense, Madrid, 1995.