LA MUERTE TRÁGICA DE ALAN GARCÍA PÉREZ
Escribe:
Eudoro Terrones Negrete
Alan
Gabriel Ludwig García Pérez, recién a la edad de cinco años pudo ver a su padre
Carlos García Ronceros cuando éste salió
de la cárcel de El Panóptico de Lima tras cumplir su condena impuesta por la
dictadura.
En abril de 1992,
luego del repudiado golpe de Estado perpetrado por Alberto Fujimori, fuerzas
militares asaltaron el domicilio de Alan García. Con su vida en peligro, y tras
dos meses en la clandestinidad, Colombia le concedió asilo político cuando
ejercía la Presidencia de la República César Gaviria. Estando en Colombia,
García Pérez promete luchar contra el régimen de Alberto Fujimori y este le
abre proceso judicial por presunto enriquecimiento ilícito y otros casos de
corrupción, hecho que le llevó a vivir en este país durante varios años y en
Francia, hasta enero de 2001, cuando finalmente decide volver al Perú para
reincorporarse a la lucha política, por la libertad y la justicia social
de los que menos tienen.
García Pérez al
postular como candidato a las elecciones generales en junio de 2001, obtuvo el
47 % de los votos. En el año 2004 es elegido presidente del Partido Aprista
Peruano. En junio del 2006, la inmensa mayoría nacional lo elige Presidente de
la República, con el 52,6 % de los votos.
Primer
gobierno (1985-1990)
El líder aprista,
electo presidente de la República de Perú a los 35 años de edad, en su primer
gobierno de 1985-1990, enfrentó la crisis económica de la deuda externa y el
fenómeno del terrorismo de Sendero Luminoso que produjo miles de muertes a
ciudadanos, campesinos, maestros, empresarios y a miembros de las Fuerzas
Armadas y Fuerzas Policiales; Sendero Luminoso es el responsable de la muerte
de más de mil doscientos apristas, entre dirigentes y funcionarios públicos. El
gobierno tuvo alzas y bajas en todo orden, hiperinflación, estatización de la
Banca y el pago del 10 % de la deuda externa. Encaró la recesión mundial y el
desorden social causado por el terrorismo masivo.
Segundo gobierno (2006-2011)
Personajes
de la política internacional y destacados intelectuales vieron con buenos ojos
el segundo gobierno (2006-2011) de Alan García, por ser diametralmente opuesto
al primer gobierno (1985-1990).
En
declaraciones a los medios de comunicación en el mes de mayo de 2008, el jefe
de Estado, Alan García Pérez, dio a conocer los resultados favorables de su
gobierno en la lucha contra la pobreza; habló sobre la necesidad de una
“reforma de la Constitución política” para elegir a los congresistas en segunda
vuelta electoral a fin de que el jefe de Estado pueda tener mayoría en el
Congreso y se haga responsable y si a los 5 años no cumplió lo que ofreció, que
lo quemen, lo enjuicien o se olviden de él”. Planteó la “despartidarización de
la gerencia pública” del país, para contar con verdaderos técnicos calificados
y experimentados, a quienes debería pagárseles bien. Sería una entidad lo más
alejada del poder político y se encargue de seleccionar a los mejores gerentes
y ponerlos a disposición de las regiones. Postuló la necesidad de “desalanizar”
el Partido Aprista Peruano para que el partido pueda asumir nuevas responsabilidades
históricas de acuerdo a los nuevos tiempos, incorporar líderes juveniles y
expandir su organización partidaria para nuevas confrontaciones electorales.
Finalmente mostró su extrañeza ante la inexistencia de una oposición política
coherente y orgánica, vacío que es llenado por los periódicos que hacen las
veces de opositores políticos. Dijo: “La prensa no tiene que ser la
horticultura de los logros del gobierno, pero tampoco tiene que ser la
sepulturera de los gobiernos”.
Para
la subsecretaria de Estado y administradora de la Agencia de Estados Unidos
para el Desarrollo Internacional (USAID). Henrietta Fore, el “Perú es un modelo
de democracia y economía de mercado que puede ser exhibido para otros países”. El
gestor de carteras de deuda de EM (Reino
Unido), James Craige, señaló que Perú está haciendo lo que algunos de los
países de mayor calidad deberían hacer, que es retirar deuda externa y emitir
deuda local. “Nos gustaría tener más países como Perú, sin deuda en el
mercado”. El escritor y novelista, Mario Vargas Llosa, elogió al presidente
Alan García por la política “moderna y responsable” que viene aplicando en
beneficio del Perú: “Está haciendo un gobierno muy responsable, un gobierno que
realmente no es para nada el gobierno de la vez anterior. El Perú está
recibiendo muchos beneficios de esa política responsable, moderna, que no
solamente defiende la legalidad democrática, sino también estimula la economía
de mercado, las inversiones, la responsabilidad fiscal”.
El presidente García
Pérez trabajó con todos y para todos, sin exclusión partidaria ni política.
Supo aglutinar a las fuerzas independientes en su gabinete ministerial,
alentó la fe y la esperanza del pueblo en un mañana común. Gobernó con
responsabilidad y realismo, inyectando dinamismo e inteligencia, entusiasmo y
acción innovadora para crecer democráticamente, con orden, autoridad, igualdad,
fraternidad, libertad de expresión y justicia social.
El segundo
mandato de García Pérez se caracterizó por el alto nivel del crecimiento
económico alcanzado, cuyo promedio en el período 2006-2011 fue de 7 %, el mayor
obtenido en décadas por gobierno alguno. Durante el quinquenio se redujo la
pobreza en 20 puntos (del 48 % al 28 %) y se observó un extraordinario
desarrollo de infraestructura, en puertos, carreteras, electrificación y
saneamiento. El Perú creció con estabilidad política y seguridad jurídica, con
una política realista y de austeridad, sin gastar más de lo que ingresa
mensualmente a las arcas fiscales, con una disciplina fiscal rígida, con una
educación de calidad y la realización de grandes obras como el Gran Teatro
Nacional, el Tren Eléctrico, los Colegios emblemáticos, dotación de servicios
de luz, agua y desagüe para los pueblos más necesitados, miles de kilómetros de carretera, creación y
funcionamiento del Ministerio del Ambiente para planificar y aplicar políticas
estratégicas, regulaciones, inspección y manejo de temas ambientales, de
control y fiscalización ambiental y prevención de la contaminación mediante
educación ambiental, pero también para administrar los parques nacionales y
parques industriales y contribuir al desarrollo sostenible del Perú. .
El presidente
Alan García Pérez dejó un país bien parado social y económicamente, con
crecimiento sostenido, con significativa reducción de la pobreza, con
analfabetismo cero (0), con seguridad ciudadana, con grandes inversiones, con
miles de obras de electrificación, transportes, educación, servicios de agua
potable y alcantarillado, creciente empleo, inflación controlada, etc., que aún
no ha podido ser igualado, menos aún superado por los gobiernos de Ollanta
Humala, Pedro Pablo Kuczynski y Martín Vizcarra.
El Aprismo y la política de moralización en el Perú
De un rápido sondeo
de opinión sobre la Política de
moralización en el Perú, realizado a un selecto número de militantes y
dirigentes apristas, se puede concluir en lo siguiente:
Los apristas están
convencidos que la moralización de las instituciones y de los poderes del
Estado son necesarios para lograr el
crecimiento, el desarrollo y el progreso del Perú y es la mejor garantía para
el buen uso de los fondos del tesoro público y el ingreso de inversiones
extranjeras.
Piensan los apristas
que sólo una profunda e imparcial política de moralización en el Perú hará
posible el surgimiento de una sociedad mejor; puntualizan que la moralización a
fondo debe hacerse sin complicidades, sin tolerancias, ni compadrazgos; moralización
a fondo con ponderación, con pruebas fidedignas, confiables y corroboradas; moralización
a fondo con respeto a la presunción de la inocencia, el debido proceso y los
derechos humanos; moralización a fondo con respeto a la verdad, a la dignidad
de las personas y a la buena imagen de las instituciones.
Enfatizan los
apristas que la moralización a fondo debe efectuarse sin abuso ni exceso en la
detención preliminar y la detención preventiva; pero sí con investigación seria,
responsable, imparcial y justa; moralización
a fondo sin filtrar información reservada a medios de comunicación y a ONGs;
moralización a fondo sin judicializar la
política ni politizar la justicia.
Asilo político, defensa
jurídica por más de treinta años y decisión final
Alan
García Pérez, luego de haber cumplido nueve años de asilo en la Embajada de
Colombia, motivado por la persecución política del gobierno de Alberto
Fujimori, haber ejercido su defensa
jurídica por más de treinta años sobre presuntas comisiones de delitos de
corrupción, que nunca le fueron probadas por las comisiones investigadoras del
Congreso de la República ni por el Poder judicial, y tras sentirse atormentado
e impotente por la forma abusiva e injusta como se viene administrando justicia
en el Perú, utilizando especulaciones, hipótesis, condicionales “podría” y
“habría”, filtración de información reservada a algunos medios y
ONGs, abusivas detenciones preliminares y detenciones preventivas que “primero
privan al ciudadano de su libertad para después investigarlo”, no le quedaba
otro camino que el de recurrir a una extrema y lamentable decisión de quitarse
la vida en defensa de su dignidad, del honor de su familia y de su orgullo de
ser aprista.
Algunos comentarios sobre la
muerte de García Pérez
Muerto
Alan García, su nombre repercute en el Perú y en el mundo entero, unas veces
cubierto de calumnias y de odio, y otras veces de gran amor, valoración y
admiración por su calidad humana, tenacidad en la lucha, inteligencia,
capacidad oratoria, capacidad de rápida persuasión y de respuesta a los
interlocutores y su visión de Estadista.
“Alan
García les mostró su desprecio de demócrata frente a sus abusos, frente a sus
muñecos, frente a sus tretas y ofrendó su vida para evitarle al aprismo la
utilización de los vejámenes que le tenían preparados. Al materializar su
premeditada decisión dio una lección de coraje y de honor, al no aceptar la
humillación de una rendición” (Enrique Valderrama Peña).
“Con
su muerte Alan se llevó las acusaciones que le hicieron y nos dejó el sagrado
derecho de la presunción de inocencia. Gracias, Alan, por las cosas buenas que
hiciste” (Jaime Miranda Sousa Díaz).
Alejandro Tudela
Chopitea, sobre la muerte de Alan García, ocurrido el 17 de abril de 2019 en
Lima, asevera: “Nada daña más al Estado Constitucional de Derecho y al Sistema
de Justicia que la creciente percepción ciudadana de que en la indispensable
lucha anticorrupción se están cometiendo excesos y abusos que la politizan y
deslegitiman y que la jurisprudencia del TC y de la Corte Suprema que fija los
estándares garantistas para imponer estas medidas extremas es apenas papel
mojado. En esta delicada coyuntura, es hora de que el presidente del Poder
Judicial y la fiscal de la Nación pongan orden en sus casas” (Expreso, Lima,
24/04/2019).
Declaraciones de Jorge Barata
El exdirectivo de
Odebrecht en el Perú, Jorge Barata, ha reconfirmado en las instalaciones de la Procuraduría de
Paraná, en Curitiba (Brasil), el 23 de abril de 2019, y ante los fiscales
peruanos José Domingo Pérez y Rafael Vela que el ex presidente Alan García nunca
le pidió dinero o una coima para él o para el Partido Aprista, directa ni
indirectamente, que nunca trató nada irregular con él ni tampoco le insinuó
ningún acto ilícito.
Con las declaraciones
de Jorge Barata se ratifica una vez más que Alan García murió inocente, con las
manos, el corazón y el cerebro limpios.
Al respecto el
abogado del Partido Aprista Peruano, Erasmo Reyna puntualizó: “Podemos concluir
en que nada ilícito hubo en el comportamiento del ex presidente Alan García, que
él no supo de presuntos aportes, nunca pidió dinero para él ni para el partido.
Consecuentemente, Alan García murió inocente”.
El desagravio a Alan García
Conocida la
declaración de Barata, los dirigentes del Partido Aprista Peruano realizaron en
el Aula Magna de la Casa del Pueblo, avenida Alfonso Ugarte de Lima, el
DESAGRAVIO A ALAN GARCÍA, acto que tuvo lugar el martes 23 de abril de 2019, a
las 7:00 p.m., ante una masiva concurrencia de su militancia y de público en
general.
Genaro Vélez denunciaría penalmente a juez y a fiscal
Mientras esto
acontecía, Genaro Vélez, abogado de los bienes patrimoniales del fallecido
ex presidente Alan García, anunció públicamente que denunciaría penalmente a
juez Juan Sánchez Balbuena y a fiscal José Domingo Pérez, por los delitos de
prevaricato y abuso de autoridad, por sus acciones irregulares y conductas, por
extralimitarse en sus atribuciones.
¡Alan
no ha muerto, vive con su pueblo!
Madeleine Osterling Letts, en su artículo “¡Alan
no ha muerto, vive con su pueblo!”, afirma categóricamente que “Alan García
Pérez fue un hombre valiente hasta el final. Un pequeño lunar en un país de
cobardes, conformistas y cortesanos”…Alan no ha muerto, vive con su pueblo, es
una de las frases que se coreó con pasión encendida y que demostró que el Apra
es el partido político más fuerte y organizado del país”.