APUNTES SOBRE LA DEONTOLOGÍA PERIODÍSTICA
Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete
El vocablo deontología proviene
del término griego “deon” que
significa “deber”, “obligación”, “lo bien”, “lo justo”, “lo adecuado, “lo que
es conveniente” y de “logos” que
quiere decir “tratado”, “estudio”, “conocimiento”.
En su sentido etimológico la deontología es el conocimiento de lo que es
justo y conveniente.
Este término se usa en el contexto de los colegios profesionales, de sus
códigos de ética o deontología y de sus tribunales de honor.
La Deontología y sus definiciones |
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Autores |
Definiciones |
JEREMY BENTHAM, Deontología o ciencia de la moral. |
La deontología es un arte y una ciencia de la
moral. En cuanto arte la deontología es un estilo de vida moral, significa
saber lo que es conveniente hacer. En cuanto ciencia, deontología significa
conocer lo que es conveniente hacer en toda ocasión, es conocimiento de los
medios para aspirar a fines éticos. |
KANT |
La deontología es una ciencia de los deberes o
imperativos categóricos en la que no importan los fines, sino la
intencionalidad del acto, independientemente de las consecuencias materiales
de aquél. |
LUKA BRAJNOVIC |
“La deontología o ética profesional es la
moralidad, el honor, la honestidad, el deber, la responsabilidad y la
obligación de conciencia referidos al ejercicio de una profesión”. |
HÉBARRE,
Protection de la vie privée et
déontologie des journalistes. (I.P.I. ZURICH, 1970) |
“La deontología es el conjunto de reglas de
carácter ético que una profesión se da a sí misma y que sus miembros deben
respetar” |
FRANCISCO VÁSQUEZ FERNÁNDEZ, Ética y Deontología de la Información. |
“Deontología informativa es un conjunto de
normas profesionales, mínimas y clarividentes, que regulan la conciencia
profesional del informador, basadas en la veracidad y la responsabilidad
profesional, con un cierto sentido utópico de aspirar a “lo deseable como
mejor”. Exigen un constante proyecto de perfeccionamiento profesional”. |
JOSÉ MARÍA DESANTES GUANTER, El autocontrol de la actividad informativa. |
“En sentido amplio la deontología es la ciencia
que está constituida por todas las normas éticas objetivas para una
colectividad profesional, sea cualquiera el grado de positivación a que hayan
llegado normas legales en su distinta cualidad jerárquica; normas
estatutarias de las organizaciones profesionales,; normas convencionales
incorporadas o no a convenios colectivos de trabajo; costumbres, principios
de general aceptación”. “ “En sentido estricto se considera Deontología,
tan sólo, al conjunto de normas de menor grado de positivación y que no están
respaldadas por una sanción estatal” |
AQUIELES MENÉNDEZ, Ética Profesional. |
“Ciencia normativa que estudia los deberes y
los derechos de los profesionales en cuanto tales. Es lo que la pulcritud y
refinamiento académico ha bautizado con el retumbante nombre de deontología”. |
FRANCISCO IGLESIAS, Guía de los estudios universitarios. Ciencias de la Información.
Periodismo, Ciencias de la imagen visual y auditiva, publicidad y relaciones
públicas. |
“Ética profesional, es decir, parte de la Ética
que abarca, por una parte, la profesión con todas sus consecuencias morales y
proyecciones éticas sociales y, por la otra, los distintos aspectos de la
conducta y la conciencia del profesional. Como tal parte de la Ética o la
Moral natural, la Deontología es teórica y práctica”. |
ANTONIO ROSMINI, Sistema filosófico. |
“La deontología
general es la ciencia que trata de la perfección de los entes en general.
La deontología especial es la
ciencia de la perfección humana”. |
El ser humano, como ser racional, ser social y ser profesional, para
desenvolverse dentro de la sociedad y de su centro laboral tiene que cumplir
determinados preceptos que normen y regulen su comportamiento y garanticen el
logro de sus objetivos, fines y metas en función del interés social; tiene que
cumplir una serie de deberes: deberes familiares, deberes sociales, deberes
profesionales, deberes morales, deberes religiosos, deberes políticos, deberes
cívicos, deberes económicos, deberes ecológicos como condiciones o requisitos
para conseguir el bienestar individual y el bienestar general.
El filósofo y jurisconsulto inglés Jeremy Bentham (1748-1832) es el
creador y acuñador del término “deontología” y es autor de la obra “Deontología
o Ciencia de la moral” (1834).
Para Bentham la Deontología se basa en la acción libre de la persona
humana y como ciencia pertenece al ámbito de la Ética y ésta, a su vez, pertenece
a la Filosofía. “La tarea del deontólogo es enseñar al hombre la manera de
dirigir sus emociones de modo que queden subordinadas, en cuanto es posible, a
su propio bienestar”.
En síntesis, la deontología periodística o deontología informativa, es
una disciplina que forma parte de la Filosofía y de la Ética profesional periodística;
es la ciencia de los deberes o la teoría de las normas morales que regulan el
comportamiento profesional del periodista en sus relaciones con sus colegas,
usuarios de la información, fuentes informativas, instituciones, las empresas
informativas, los poderes del Estado, el entorno político, el entorno
internacional y la sociedad.
La deontología periodística comprende los deberes éticos y los derechos
que guían el desempeño honesto,
responsable, digno y justo de la profesión del periodista, siempre con miras al
servicio de la comunidad y con el fin de alcanzar el bien personal (perfección)
y el bien social (bienestar y progreso de la colectividad).
Los deberes del periodista están contenidos en códigos de ética, cartas
de honor, manuales de estilo, estatutos, reglamentos, reglamentos y leyes.
El maestro universitario Daniel Barredo Ibáñez[1],
en su introducción al diagnóstico de los códigos deontológicos en el Ecuador
expresa lo siguiente:
“Desde la forja del famoso Código
de Hammurabi, fechado en el año 2200 a.C., pasando por el memorándum
difundido por Benjamín Harris en 1690 (Barroso, 2011, pp.142-3), lo cierto es
que la profesión periodística ha ido desarrollando distintos conjuntos de
normas para facilitar la asunción de algunos principios básicos; unos
principios que varían globalmente en función de los elementos esenciales de
cada cultura periodística (Oller y Barredo, 2013), pero que tienden a conformar
un corpus que Baranda del Campo (2014) sintetiza de la siguiente manera: “ La
información ha de sr verídica, cierta, objetiva y ajustada a la realidad. Debe
resultar completa y sin manipular, comprensible, asequible y ágil” (p.256).
Esos adjetivos forman un ideal para los profesionales de los medios de
comunicación, aunque no olvidemos que hay numerosos elementos que dificultan –a
veces, directamente, imposibilitan- su materialización. En un trabajo anterior
propusimos algunos tabúes que tendían a restringir los flujos informativos en
el periodismo español (Barredo, 2011), los cuales proceden y permanecen en el
contexto simbólico como resultados de un devenir sociocultural. Dichos tabúes,
además, se ven influenciados por diversas causas, algunas de ellas
inextrincables a la cotidianidad individual, como el sexo, la ideología, las
creencias religiosas, el lugar de nacimiento9, entre otros (Shoemaker y Reese,
1996). Todos esos factores –junto a aspectos como las rutinas y las líneas
rojas profesionales –configuran el imaginario de los periodistas y, por tanto,
determinan en mayor o en menor medida la construcción de la información. Y es
por ello que, en paralelo a la legislación, resulta necesario instituir unos
acuerdos mínimos que garanticen un adecuado desenvolvimiento profesional, es
decir, una mediación que erosione la mayor parte de los efectos de las causas
mencionadas anteriormente: “Los códigos deontológicos pueden observarse como
referentes de los criterios de calidad exigibles a la praxis profesional.
Aunque su contenido suele ser bastante escueto y general, permite establecer al
menos unos mínimos sobre el contenido de los principios deontológicos”.
(Suárez, 2013, p.808). La deontología, por tanto, podría ser entendida como un
factor de moderación de los tabúes informativos”.
OBJETO
DE LA DEONTOLOGÍA PERIODÍSTICA
La deontología periodística tiene por objeto:
- Analizar los
principios básicos de la moral individual y social dentro del contexto de los
deberes y derechos profesionales.
- Definir la
naturaleza, las ideas y valores de la profesión periodística y sus relaciones
con los destinatarios de la información que reciben su influencia.
- Determinar las
conveniencias y consecuencias que mutuamente rigen las relaciones entre
periodistas, medios y público en general.
- Aplicar los
principios morales a la vida laboral para un correcto ejercicio profesional del
periodismo en aras del interés social o bien común.
- Garantizar y
fomentar el cumplimiento de los deberes profesionales.
- Estudiar las normas
y reglas morales de comportamiento del periodista orientados a conducir el
ejercicio pleno, racional, correcto, libre, consciente, voluntario, honesto y
responsable de la profesión, orden al beneficio personal y al bienestar
colectivo o progreso de la sociedad.
FUENTES
PARA EL CONOCIMIENTO DE LA DEONTOLOGÍA PROFESIONAL
Porfirio Barroso Asenjo, en su obra Fundamentos
Deontológicos de las Ciencias de la Información, señala como fuentes
básicas para el conocimiento de la Deontología Profesional las siguientes:
-
Costumbre
profesional.
-
Decisiones de los
tribunales de honor.
-
Instituciones de
autocontrol.
-
Sindicatos de
prensa.
-
Federaciones.
-
Iniciativas del
legislador (la ley).
-
Manuales de estilo.
-
Códigos éticos.
PRINCIPIOS
DEONTOLÓGICOS SEGÚN JEREMÍAS BENTHAM
Jeremías Bentham, pensador inglés, creador del término Deontología y
padre de la corriente ética del Utilitarismo, considera la existencia de tres
grandes principios deontológicos:
1.
El principio de la
utilidad;
2.
El principio del
interés;
3.
El principio de la
maximación de la dicha pública.
Según Bentham, el bien y el mal dependen de estos tres principios
fundamentales, simultáneamente vinculados entre sí y vigentes en los campos de
la moral, la religión y la política.
“La moral y la religión no pueden tener sino un mismo y solo principio.
Si el moralista, el político, y el sacerdote se penetrasen de su misión, su fin
debe ser el mismo. El fin del hombre de estado, como está universalmente
reconocido, es la dicha del estado, la mayor suma posible de dicha para los
individuos del estado en el curso de su vida mortal”.
PRINCIPIO
DE UTILIDAD
El principio de la utilidad es la base de la Deontología. Según este
principio una acción es buena o mala, digna o indigna, o merece3 la aprobación
o desaprobación, en proporción de su tendencia a acrecentar o disminuir la suma
de la dicha pública (bienestar o felicidad colectivas).
La capacidad máxima de acrecentar la dicha pública o “maximación de la
dicha” está conformada por las acciones buenas, acciones dignas y acciones
aprobables.
La capacidad de disminuir la dicha pública (“minimización de la dicha”)
está conformada por las acciones malas, acciones indignas y acciones
desaprobables.
En opinión de Bentham la palabra Deontología o ciencia de lo que es bien
o conveniente, “se ha escogido como la más propicia de todas para representar
en el dominio de la moral el principio del utilitarismo o de la utilidad. Esta
palabra utilitarismo ofrece al espíritu un sentido demasiado vago y poco
definido: si este término pudiera aplicarse de una manera inmediata y directa a
la producción de la felicidad, se podría emplear de una manera justa y
conveniente”.
PRINCIPIO
DE INTERÉS
La expresión “lo convenible” debe ser
entendida como “lo que es conforme a un interés ilustrado en el doble
plano, individual y social”.
Bentham expresa que en la naturaleza del hombre está el pensar antes que
todo en sus intereses, y por aquí es por donde todo naturalista ilustrado
creerá que es de su interés comenzar. El deber siempre cederá el paso al
interés. El interés siempre está unido al deber en todas las cosas de la vida.
“Toda ley que tenga por objeto la dicha de los gobernados, deberá tender a que
éstos encuentren su interés en hacer aquello, cuyo deber les impone la misma.
En sana moral, jamás podría consistir el deber de un hombre en aquello que
tiene interés en no hacer. La moral le enseñará a establecer una justa
estimación de sus intereses y de sus deberes; y examinándolos, notará su
coincidencia”.
PRINCIPIO
DE MAXIMACIÓN DE LA DICHA PÚBLICA
Este principio de “maximación de la dicha”, que aparece por primera vez
en la obra de Bentham “Proyecto de codificación” (1822), debe entenderse en su
fórmula mágica “la mayor dicha del mayor número”, como el acto de “elevar la
dicha al máximo posible, a fin de procurar que los hombres, tanto de forma
individual como colectiva, dispongan de la mayor suma posible de dicha, y
evitarles la mayor cantidad posible de males”.
Bentham afirma que la deontología sirve para aclarar la inteligencia de
modo que pueda guiar la voluntad en busca del bienestar, poniendo a su
disposición los medios más eficaces. La voluntad siempre tiene a la vista este
fin. A la inteligencia toca corregir sus aberraciones, siempre que emplee otros
instrumentos que los más convenientes. La repetición de actos, sean positivos o
negativos, es decir, actos de comisión u omisión, que tenga por objeto la
producción de la mayor balanza de placer accesible, y que sean juiciosamente
dirigidos a este fin, constituye la virtud habitual.
IMPORTANCIA
DE LA DEONTOLOGÍA PERIODÍSTICA
La deontología periodística es importante por las razones siguientes:
La ética profesional del periodista adquiere un reconocimiento público. La
moral del periodista se torna trascendente en su actividad profesional al
infundirle de autoridad, cohesión, unidad, espíritu solidario y alto sentido de
honestidad y de responsabilidad para ganar y mantener credibilidad, confianza,
respeto del público y conciencia exacta del sentido ético y social de su
profesión y conciencia diáfana de sus deberes, derechos y responsabilidades.
El conjunto de reglas de conducta que deben regir la actuación
profesional del periodista se funda en la convicción personal que la libertad
sólo puede fructificar si va de la mano con la responsabilidad.
La deontología es el único camino que existe en los estados democráticos
para que los periodistas sean capaces de preservar, fomentar, desarrollar y
consolidar la libertad de información al servicio de la sociedad civilizada y
progresista,
El código deontológico informativo es el instrumento normativo a través
del cual se plasman los deberes del periodista y se materializa la deontología
informativa.
Dentro del ámbito de la deontología informativa, el periodista tiene que
defender los derechos humanos importantes: la libertad de información y el
derecho a la intimidad de las personas; defender la libertad de informar y
cumplir las normas profesionales de autocontrol. La dignidad profesional es la
única actitud válida para superar imposiciones intencionales y sectarias y para
observar el respeto a los derechos de las demás personas y el respeto a la
audiencia.
La deontología informativa ampara, protege y potencia la libertad
informativa, engrandece, favorece y ennoblece el trabajo profesional del
periodista y de los medios y contribuye al mejoramiento de los informadores y
del público.
Aquiles Menéndez, en su obra “Ética Profesional” (México, 1970:14-16)
considera que la ética profesional es importante en el orden especulativo y en
el orden práctico.
A) EN EL ORDEN ESPECULATIVO: Analiza los principios
fundamentales de la moral individual y social, y los pone de relieve en el
estudio de los deberes profesionales. Siguiendo el procedimiento
Socrático-Aristotélico, trata de definir con claridad y concisión la naturaleza
de la Profesión y las distintas relaciones con todos los elementos humanos que
sufren su influencia o la ejercen. Así comprendemos la diferencia entre los
deberes derivados de la justicia o la caridad, cuando hay virtudes que es menester prácticas en conciencia, y los otros deberes sociales impuestos por la convivencia.
Además trata permanente y vigorosamente
de combatir el divorcio que se ha
pretendido establecer entre las ideas
y la vida: o sea, la otra actitud negativa del profesionista que
se dice para su capote: “Nosotros respetemos la regla moral a la distancia,
pero no nos compliquemos la vida; vivamos como todo el mundo, sin tantas
investigaciones. Disimulemos y llevemos de la mejor manera posible nuestro
fardo de defectos y dejemos a los filósofos especular sobre las virtudes” (La vie en ordre, de J. Léclercq. Página
48).
El joven egresado de la universidad,
sobre todo si el ambiente fermentaba en inquietudes espirituales, al desembocar
en lo que comúnmente se llama la vida sufre
una decepción tremenda: “tiene la impresión de que la moral es solamente
respetada en los libros”, porque todas las leyes son conculcadas más o menos
descaradamente por personas (a veces personajes) de su respeto, sin que nadie
se escandalice ni proteste, ni en los negocios, ni en la política, ni en la
familia.
Es la primera crisis por la que atraviesa toda profesión. Es la hora de la
decisión vital; porque si su moral está bien pertrechada espiritualmente, se
resuelve a luchar y a ser fermento de renovación humana en todos los órdenes.
En cambio, si no ha precedido una sólida formación
moral proporcionada a las necesidades contemporáneas, el flamante
profesionista claudica sin resistencia ni batallas, guardando una secreta
rebeldía para sus maestros “porque no le prepararon para eso; porque le
disfrazaron la vida, y porque, en lugar de moral,
le enseñaron un mito.”
B) EN EL ORDEN PRÁCTICO. La
importancia está determinada por las conveniencias y consecuencias que
mutuamente rigen las relaciones entre profesionistas y clientela.
Es notorio que la mejor garantía del
éxito profesional la constituye el leal y escrupuloso cumplimiento de los
deberes. La clientela, por un instinto defensivo, tiene horror de los autómatas
que no tienen responsabilidad ni amor al ejercicio consciente de la profesión.
Por otra parte, la función específica de
la actividad profesional consiste en establecer
o restablecer el orden necesario al bien común. Pero frecuentemente, y aún más de lo
que imaginamos, el profesionista se juzga dispensado de cualquier orden o disciplina; como si semejante anarquía fuera un privilegio debido a
su capacitación universitaria. Así, el bien común sufre un prejuicio
irreparable, y la clientela (por no decir la sociedad) tiene que soportar el
espectáculo bochornoso del profesionista que:
a)
Se sustrae (hasta con indignación) de
horarios y programas.
b) Protesta airadamente contra cualquier
contralor, como si el título universitario confiriera simultánea y
automáticamente: competencia, exención e impunidad.
c)
Se rebela contra cualquier tipo de
cooperación que signifique responsabilidad o compromiso.
d)
Hace burla de sus informalidades y
negligencias.
e)
Ni falta quien cacaree como el primer
derecho profesional, la independencia absoluta e intangible de su persona y
conducta frente a cualquier requerimiento de la sociedad en que vive.
DEBERES
ESPECÍFICOS DEL PROFESIONAL SEGÚN BRAJNOVIC
La deontología se refiere primordialmente a los deberes específicos del
profesional, que en opinión de Luka Brajnovic en su obra “Deontología
periodística” tales deberes consisten en:
a. La preparación adecuada (estudio,
aprendizaje, capacitación específica y titulación legal para el ejercicio
profesional).
b.
El ejercicio competente y honesto de la
profesión.
c.
La entrega o dedicación al trabajo
profesional.
d. La realización de las prestaciones,
resultantes de este trabajo, en favor del “bien común” y al servicio de la
sociedad.
e. El constante perfeccionamiento del
propio sabe4r profesional sin considerarlo jamás como algo limitado o superado,
sino como el punto de partida.
f.
La exigencia justa de obtener no sólo el
prestigio profesional sino también los medios materiales (económicos), para
poder llevar una vida digna.
CÓDIGO
DEONTOLÓGICO PERIODÍSTICO
El código deontológico periodístico permite el cumplimiento de lo
siguiente:
Abstraer los valores éticos que son voluntariamente aceptados por el
gremio de los periodistas y los convierte en reglas de conducta obligatorias en
su cotidiano quehacer profesional.
Eliminar a los periodistas no calificados y a los corruptos e inescrupulosos,
permitiendo infundir de identidad y status sólido a la profesión periodística.
Enriquecer la calidad de vida de la sociedad en general, y lograr la
dignificación moral del gremio periodístico.
Apelar a la convicción racional de los periodistas como principal
motivación para el cumplimiento de las conductas dispuestas como debidas en el
gremio periodístico.
ANTONIO
ROSMINI Y LA DEONTOLOGÍA
Con posterioridad a Bentham, en el año 1845 A. Rosmini publica su obra
“Sistema filosófico” y en el que incluye las “Ciencias deontológicas”, las
mismas que comprende a la “Deontología general” y la “Deontología especial”,
esta última comprende la “ciencia de la perfección humana”.
Rosmini divide la deontología en
telética, ética y ascética.
La TELÉTICA es “la doctrina del arquetipo al que todo
hombre tiene el deber de acercarse”.
ÉTICA
es “la doctrina de las
acciones con las que el hombre se acerca a dicho arquetipo y se configura a
sí mismo de acuerdo con él”.
ASCÉTICA,
EDUCACIÓN POLÍTICA, etc. es “La doctrina
de los medios y ayudas con los que se ve estimulado y animado para
realizar tales acciones”.
Estas ciencias deontológicas se rigen por el principio de crear
perfección en los seres y definir los medios para lograrla.
FORMAS
O MODOS DE SER
Según Rosmini hay tres formas o modos de ser: ser ideal, ser real y ser
moral. Decía: “El hombre es un ser real, intelectual y moral; por consiguiente,
participa de la perfección propia de los tres modos de ser. Pero habida cuenta
de que la perfección moral constituye el cumplimiento de las otras tres, y sólo
ella es la perfección personal, la doctrina de la perfección moral es la que
resume en sí la doctrina de la perfección humana”.
“El “ser moral” nace de la unión dialéctica entre el ser “ideal” y el ser
“real”; lo moral es la cópula sintética entre el objeto (ser ideal) y el
predicado (ser real). Así lo define Rosmini: “El ser moral es la relación que
tiene el ser real consigo mismo mediante el ser ideal”. Y agrega: “Tiene la
propiedad de ser el acto que pone en armonía el sujeto con el objeto, de ser
virtud perfeccionadora, cumplimiento del sujeto mediante la unión y la
adecuación con el objeto beatitud del ente”.
PRINCIPIOS
ÉTICOS SUGERIDOS PARA DESARROLLAR EL PERIODISMO[2]
El deber del periodista es la búsqueda de la verdad, ofreciendo un
recuento justo y completo de hechos y temas. Los periodistas concienzudos de
todos los medios de información y especialidades se deberán esforzar por servir
al público cabalmente y con honestidad. La integridad profesional es la piedra
angular de la credibilidad de un periodista.
BUSQUE
LA VERDAD Y REPÓRTELA
Los periodistas deben ser honestos, justos y valerosos al buscar,
reportar e interpretar la información.
Los periodistas deben:
1.
Comprobar la exactitud de la información
de todas las fuentes y cuidarse del error. La distorsión deliberada es
inadmisible.
2.
Buscar activamente a los protagonistas
de la noticia para darles la oportunidad de responder a alegaciones de conducta
impropia.
3.
Identificar sus fuentes siempre que sea
factible. El público tiene derecho a toda la información posible sobre la
confiabilidad de las fuentes.
4. Cuestionar siempre los motivos de sus
fuentes antes de prometer anonimato. Aclarara las condiciones de cualquier
promesa hecha a cambio de información. Cumplir sus promesas.
5.
Cerciorarse de que los titulares,
avances noticiosos y material de promoción, fotos, vídeos, materiales de audio,
gráficos, fragmentos sonoros y citas no tergiversen los hechos. No deben
simplificar o acentuar en exceso los incidentes fuera de contexto.
6.
No distorsionar nunca el contenido de
fotos o vídeos noticiosos.
7. Realzar imágenes por motivos de claridad
técnica es siempre permisible. Identificar los montajes y las ilustraciones
fotográficas.
8. Evitar las escenificaciones engañosas o
las noticias escenificadas. Si una escenificación es necesaria para transmitir
la noticia, identificarla como tal.
9. Evitar los métodos encubiertos u otras
formas subrepticias de buscar información, excepto cuando los métodos abiertos
tradicionales no produzcan información vital para el público. El uso de dichos
métodos debe explicarse en el artículo.
10. No
copiar ninguna información o investigación periodística realizada por otros
colegas.
11. Examinar
sus propios valores culturales y evitar imponérselos a otros.
12. Evitar
los estereotipos de raza, sexo, edad, religión, grupo étnico, procedencia
geográfica, orientación sexual, incapacidad, apariencia física o condición
social.
13. Apoyar
un abierto intercambio de opiniones, incluso las que estimen repugnantes.
14. Dar voz
a los que no la tienen; las fuentes oficiales y extraoficiales de información
pueden ser igualmente válidas.
15. Distinguir
entre abogar por una causa y reportar la noticia. Se debe identificar el
análisis y el comentario, y no tergiversar los hechos o su contexto.
16. Distinguir
entre noticia y publicidad y rechazar las formas híbridas que borran los
límites entre las dos.
17. Reconocer la obligación especial de asegurar que los asuntos públicos se conduzcan al descubierto y que los documentos gubernamentales estén sujetos a examen.
MINIMICE EL PERJUICIO
Los periodistas con ética tratan a las fuentes, a los protagonistas de la noticia y a los colegas como seres humanos merecedores de respeto.
Los periodistas deben:
1.
Compadecerse de los que puedan ser
afectados adversamente por la cobertura noticiosa.
2.
Mostrar una especial sensibilidad al
tratar con niños y con personas necesitadas.
3.
Mostrar sensibilidad al solicitar o
utilizar entrevistas o fotos de personas afectadas por la tragedia o la
desgracia.
4.
Reconocer que buscar o reportar información
puede causar perjuicio o malestar. La búsqueda de la noticia no da permiso para
la arrogancia.
5.
Reconocer que los particulares tienen
mayor derecho a controlar la información sobre sí mismos que los funcionarios
públicos y otras personas que buscan poder, influencia o atención.
6. Sólo una extraordinaria necesidad
pública puede justificar la intromisión en la vida privada de alguien.
7.
Proceder con buen gusto. Evitar ceder a
la curiosidad sensacionalista.
8. Ser cautos en cuanto a identificar a
sospechosos que abusan de menores de edad o a víctimas de delitos sexuales.
9.
Ser juiciosos en cuanto a nombrar a los
sospechosos de delitos antes de la formulación oficial de sus cargos.
10. Contrapesar
el derecho de un sospechoso de un delito a un juicio justo con el derecho del
público a estar informado.
ACTÚE CON INDEPENDENCIA
Los periodistas no deben estar sujetos a
intereses particulares, sino sólo al derecho del público por conocer la verdad.
Los periodistas deben:
1.
Evitar conflictos de intereses, reales o
aparentes.
2. Estar libres de vínculos y actividades
que puedan comprometer su integridad o perjudicar su credibilidad.
3. Rechazar regalos, favores, pagos, viajes
gratuitos y tratamiento especial, y evitar empleos secundarios, participación
política, cargos públicos y el servicio en organizaciones comunitarias si
comprometen la integridad periodística.
4.
Revelar los conflictos inevitables.
5.
Mostrarse alertas y valientes, pidiendo
que rindan cuenta a los que ejercen el poder.
6. Negarles trato de preferencia a
anunciantes y personas con intereses particulares y rechazar sus presiones para
influir en la cobertura noticiosa.
7.
Desconfiar de fuentes que ofrecen
información a cambio de favores o dinero; evitar ofrecer pago por la noticia.
SEA RESPONSABLE
Los periodistas son responsables ante
sus lectores, oyentes, televidentes y colegas.
Los periodistas deben:
1.
Aclarara y explicar la cobertura
noticiosa y promover el diálogo con el público acerca de la conducta
periodística.
2.
Alentar al público a expresar sus quejas
contra los medios informativos.
3.
Admitir los errores y corregirlos con
prontitud.
4.
Poner al descubierto las faltas de ética
en la conducta de periodistas y medios de información.
5.
Atenerse a las mismas normas elevadas
que les exigen a otros.
[1] Barredo Ibáñez, Daniel (Editor). Ética
y deontología periodística. Algunas claves para entender el contexto
ecuatoriano. Cuadernos del Mundo /05. Sociedad Latina de Comunicación
Social. www.cuadernosartesanos.org/cdm05.pdf
[2] Soto Pasco, Rogelio. Ética. La
mejor estrategia para lograr el éxito. Instituto de Desarrollo Humano
AMEX S.A.C., Lima, 2010, pp.111-114.