¿QUÉ
ES FILOSOFÍA DE LA SALUD?
Escribe:
Dr. Eudoro Terrones Negrete
INTRODUCCIÓN A LA SALUD
La salud es un bien
privado y público, bien de consumo y bien de producción, pero también es un
derecho de carácter básico, histórico, inalienable, intransferible,
inabdicable, inembargable y consubstancial a toda naturaleza humana.
Las Constituciones
políticas de los diversos países del mundo determinan que la salud debe ser
amparado, respetado y protegido por los Estados y que debe ser implementado
mediante un sistema efectivo y descentralizado, equitativo, eficiente y de
calidad, con políticas reales de salud que cubra totalmente la demanda de las
poblaciones, distribuya de manera equitativa los recursos (para todos y en bien
de todos), logre la optimización y corrupción cero del gasto público y el
destino de los recursos a actividades sanitarias y que con el menor coste
produzcan mayores beneficios a la sociedad.
Según la Declaración
Universal de los Derechos Humanos en sus artículos 3: "Toda persona tiene
derecho a la vida ...",
y 25.1: "Toda persona tiene
derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su
familia, la salud
y el bienestar...".
El
derecho a la salud sólo puede asegurarse con el ejercicio compartido e
interrelacionado de la responsabilidad personal y la responsabilidad social del
Estado en la prestación de servicios de salud de calidad.
Todo ser humano está obligado moralmente a no atentar contra su salud y la salud de las demás personas, tiene el deber de cuidarla, conservarla, protegerla, respetarla, incrementarla y recuperarla cuando resulte mermada, perdida, alterada o perturbada.
La
Constitución política del Perú consignas una serie de derechos fundamentales
de la persona, como los derechos a la vida, a la salud, a la identidad, a la integridad moral, psíquica y física
y al libre desarrollo y bienestar. El concebido es sujeto de derecho en todo
cuanto le favorece. Señala asimismo que las personas tienen los derechos a la
paz, a la tranquilidad, al disfrute del tiempo libre y al descanso, a gozar de
un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de su vida.
Toda persona discapacitada tiene derecho a la
protección de su salud, la del medio familiar y la de la comunidad así como tiene
el deber de contribuir a su promoción y defensa. La persona incapacitada para
velar por sí misma a causa de una
deficiencia física o mental tiene derecho al respeto de su dignidad y a un
régimen legal de protección, atención, readaptación y seguridad.
Según la referida Constitución el Estado combate y sanciona el tráfico ilícito de drogas, regula el uso de los tóxicos
sociales y determina la política nacional de salud; el Poder Ejecutivo
norma y supervisa su aplicación, además es responsable de diseñarla y conducirla en forma
plural y descentralizadora para facilitar a todos el acceso equitativo a los
servicios de salud.
El Estado
reconoce el derecho universal y progresivo de toda persona a la seguridad
social, para su protección frente a las contingencias que precise la ley y para
la elevación de su calidad de vida.
El Estado garantiza el libre acceso a
prestaciones de salud y a pensiones, a través de entidades públicas, privadas o
mixtas y supervisa su eficaz funcionamiento.
La ley
establece la entidad del Gobierno Nacional que administra los regímenes de
pensiones a cargo del Estado.[1]
Mustard, en el párrafo
del capítulo “Desarrollo Histórico de la Salud Pública”, explica: “El concepto de salud como una preocupación global
emergió globalmente como una mayor extensión del punto de vista que miraba las
responsabilidades de la sociedad con la salud. Las distancias entre las
naciones se han reducido continuamente y los problemas de salud de cada nación
son ahora considerados como que se reflejan sobre la salud de todas las
naciones. Los problemas de inadecuada atención médica, de las enfermedades
epidémicas, de la sobrepoblación, de las enfermedades nutricionales y de las
enfermedades tropicales están presentes todavía en muchas partes del mundo.
Tales problemas no son vistos más como de la sola incumbencia de cada nación en
particular, sino que son vistos como problemas mundiales, para resolver
los cuales hay que utilizar los recursos científicos y tecnológicos
de todas las naciones”[2].
Charles
Edward Amory Winslow[3],
condensó su pensamiento en una fórmula que ha llegado a ser tal vez la
definición más conocida y generalmente aceptada de la salud pública y de su
relación con las demás materias. Para fines de análisis podríamos presentarla
de la manera siguiente: La salud pública
es la ciencia y el arte de: 1) impedir las enfermedades; 2) prolongar la vida,
3) fomentar la salud y la eficiencia por el esfuerzo organizado de la comunidad
para: a) el saneamiento del medio, b) el control de las infecciones
transmisibles, c) la educación en higiene personal, d) la organización de los
servicios médicos y de enfermería para el diagnóstico temprano y el tratamiento
preventivo de las enfermedades, e) el desarrollo de un mecanismo social que
asegure a cada uno un nivel de vida adecuado para la conservación de la salud;
organizando estos beneficios de tal modo que cada ciudadano se encuentre en
condiciones de gozar de su derecho natural a la salud y a la longevidad(http://www.bvs.sld.cu/revistas/spu/vol40_1_14/spu15114.htm).
“El arte y la ciencia de mantener, proteger y
mejorar la salud de las personas mediante esfuerzos organizados de la
comunidad, incluyendo los convenios por los cuales la comunidad proporciona
servicios médicos a grupos especiales de personas y se preocupa de la
prevención o control de las enfermedades, de las personas cuya hospitalización
es necesaria para proteger a la comunidad, y de las que carecen de medios para
ser atendidas médicamente”. (Asamblea de Delegados de la Asociación Médica
Americana, formulada en 1948).
“La salud es un estado de completo bienestar
físico, mental y social, y no solo la ausencia de afecciones o enfermedades, al
que tiene derecho toda persona sin distinción de raza, credo…”. (Organización
Mundial de la Salud).
"Salud es aquella manera de vivir
autónoma (es decir, con
libertad de escoger y, por tanto, de estar informado y con sentido crítico),
solidaria
(o
sea, colaborando con los demás) y alegre
que se da cuando se va asumiendo la propia realización"
(X
Congreso de Médicos y Biólogos de Lengua Catalana, que tuvo lugar en Perpiñán en 1976[4]).
Respecto de la salud,
dice, nos hallamos en condiciones engorrosas: “Uno puede sentirse sano, es decir, juzgar
según su sensación de bienestar vital, pero jamás puede saber que está sano…La
ausencia de la sensación (de estar enfermo) no permite al hombre expresar que
está sano de otro modo que diciendo estar bien en apariencia”. (Kant, “La disputa de las facultades” ,1798).
“«Aunque la salud sea el
más grande de todos nuestros bienes que conciernen al cuerpo, es sin embargo
aquel al que dedicamos menos reflexión y con el que menos nos deleitamos. El
conocimiento de la verdad es como la salud del alma: una vez que se la posee,
no se piensa más en ella». (Descartes,
en una carta a Chanut del 31 de marzo de 1649).
Claude Bernard utilizó
por vez primera la expresión «organismo en estado de salud”.
Hoy se habla de salud
frágil o precaria, de mala salud y óptima salud, salud libre y salud
condicionada. El ser sano es un ser independiente de las medicinas, no depende
del médico, no pide ayuda. El ser enfermo es un ser dependiente de las medicinas,
pide ayuda, necesita del médico, se pregunta de qué está enfermo y por qué está
enfermo, cuál es la causa y cómo debe curarse, se pregunta si está inscrito en
la Seguridad social, se pregunta por los síntomas de sus males; extraña vivir
en la autenticidad de su existencia y requiere de un médico o de un equipo de
especialistas según la complejidad de su mal o de la intervención de equipos
sofisticados. Se admite, por ejemplo, que la mala salud “es la restricción de
los márgenes de seguridad orgánica, la limitación en el poder de tolerancia y
compensación de las agresiones del entorno”.
No le falta razón a
Maurice Merleau Ponty, cuando escribió en Lo
visible y lo invisible (pág. 4 7): «La filosofía es el conjunto de
cuestiones donde el que cuestiona es puesto en tela de juicio por la cuestión”.
En el transcurrir de su
existencia el hombre se esfuerza por dejar de ser “un animal enfermo” y que
está obligado a preservar, disfrutar, incrementar o recuperar su buen estado de
salud, por cuanto la salud es un bien preciado y es una condición indispensable
y necesaria para mantener una vida feliz, autónoma, solidaria y pacífica.
La salud es una ciencia
social y una técnica, es una realidad existencial propia de la condición
humana, algo connatural a todo ser humano, en su dimensión corporal, mental,
espiritual y moral. Es un derecho humano
básico, algo que a todo hombre o a toda mujer interesa y preocupa, convoca a
mantenerla o cuidarla, pero especialmente a los profesionales sanitarios y a la
filosofía de la medicina.
El buen estado de salud
es un factor revelador de cuánto vale cualitativamente el hombre, es el medio
que permite a las personas satisfacer cualquier otra necesidad fundamental de
su existencia. Cuando uno goza de salud toda va bien y es posible desarrollar
sus proyectos de vida, realizar sus capacidades, destrezas y habilidades, sus
potencialidades con visión de futuro y encontrar un sentido a los años y a la
vida humana.
Para
Lydia Feito, el concepto salud reviste la característica de ser un concepto
múltiple, relativo, complejo, dinámico y abierto: "De la salud tendremos que decir, como notas que le
son propias, que es un concepto múltiple
(porque permite distintas
visiones del mismo, ya sean grupales o individuales),
relativo (porque
dependerá de la situación, tiempo y circunstancias de quien lo defina y para quien lo aplique), complejo (porque
implica multitud de factores,
algunos de los cuales serán esenciales o no dependiendo del punto de vista que se adopte), dinámico (porque
es cambiante y admite grados) y abierto (porque debe ser modificable para acoger los cambios que la
sociedad imponga a su concepción)"[5]
Para
la medicina griega existe esta relación directa entre salud y enfermedad. De
hecho, la salud aparecía definida como disposición natural (kata physin) y la
enfermedad como
disposición antinatural (para physin), aunque en esta última distinguía dos
tipos: las enfermedades
"por necesidad forzosa" de la naturaleza y las enfermedades "por
azar"[6].
La
salud ha sido definida desde diferentes ciencias, como desde la antropología,
la economía, la psicología, la religión, la filosofía, la historia, la
sociología, la medicina, la política, etc.
La
salud es el estado de buen o normal funcionamiento del organismo de un ser
humano en un determinado momento y lugar y que, consecuentemente, carece de
enfermedad, malestar, o dolencia alguna o de mal funcionamiento de su ser.
La salud, entendida positivamente, implica los conceptos de integridad (completeness), eficiencia (efficiency) y total funcionalismo (full functioning) de mente, cuerpo y adaptación social[7].
CINCO CRITERIOS OBJETIVOS DEL CONCEPTO SALUD SEGÚN PEDRO LAIN ENTRALGO
Pedro Laín
Entralgo distingue cinco criterios objetivos del concepto salud (datos físicos
observables y medibles relacionados con la salud biológica o física)[8]: 1) un criterio morfológico (ausencia
de lesiones o alteraciones físicas); 2) un criterio etiológico (inexistencia de taras genéticas
o agentes patógenos en el organismo del sujeto);3) un criterio funcional (es sano el hombre que es normal
desde el punto de vista orgánico y funcional); 4) un criterio utilitario (es sano el individuo que puede
tener un rendimiento vital sin exceso de fatiga o daño); 5) un criterio comportamental o conductual (es
sano quien está integrado socialmente). Por lo que corresponde al sentido
subjetivo de "estar sano" habría que hablar de algunos motivos psicológicos,
como: conciencia de la propia validez, sentimiento de bienestar psico-orgánico,
cierta seguridad de poder seguir viviendo, libertad respecto al propio cuerpo,
sentimiento de semejanza básica con los demás hombres y la posibilidad de
gobernar el juego vital de la soledad y la compañía[9].
Así como hay un criterio objetivo de salud para determinador el “estado sano” de una persona, también hay un criterio subjetivo que es producto de la percepción que cada persona tiene acerca de su estado de salud y su sentimiento de estar sano de acuerdo a su nivel cultural, sus condiciones, formas y estilos de vida, etc.
SALUD BIOLÓGICA Y SALUD BIOGRÁFICA
Diego Gracia,
siguiendo en parte la definición canónica de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), distingue e interrelaciona dos niveles
en la categoría salud: salud biológica y salud biográfica. La salud biológica o salud física, es
la ausencia de enfermedad o de disfunciones en el cuerpo físico; la salud biográfica o salud moral,
es el estado de perfecto bienestar físico, mental y social.
SALUD ECOLÓGICA
La salud ecológica es un término que se ha utilizado para la relación entre la salud humana y el estado del medio ambiente. En la medicina, la salud ecológica se refiere a la sensibilidad química, que resulta de la exposición a los productos químicos sintéticos (pesticidas, humo, etc.) en el medio ambiente, de ahí el término ecológico.[10]1 El término también se ha utilizado en la medicina con respecto al manejo de los factores ambientales (impuestos, seguros de salud) que pueden reducir el riesgo de hábitos no saludables, como fumar.[11]2 Con el término planificación urbana, la salud ecológica se refiere a que tan “verdes” son las ciudades, es decir, el compostaje, reciclaje y la eficiencia energética.[12]3 La salud ecológica se diferencia de la salud del ecosistema, la cual es la condición de los ecosistemas que tiene determinadas propiedades estructurales y funcionales,[13]4 también se diferencia de la integridad ecológica, que se refiere a los ambientes con mínimo impacto humano.[14]5 Aunque el término salud ecológica ha sido utilizado libremente en referencia a una serie de problemas ambientales, también la salud humana, en su sentido más amplio, es reconocida por tener fundamentos ecológicos.[15]6
FACTORES DETERMINANTES DEL ESTADO DE SALUD INTEGRAL DE LAS
PERSONAS
El estado de salud integral (holistie health) de las personas está determinado por la
integración de los factores biológicos,
estilo y hábitos de vida, factores propios del entorno, y servicios sanitarios.
Factores
biológicos o endógenos: factores físicos y psíquicos, genéticos,
endocrinos, edad;
Estilo
y hábitos de vida: nutrición, sedentarismo,
comunicación, valores, creencias, roles, costumbres.
Factores
propios del entorno: clima, migraciones,
natalidad-mortalidad, vivienda, calidad del aire y del agua, sistema educativo,
religión, empleo y
paro, ingresos económicos.
Servicios sanitarios: cantidad y calidad de centros de salud, profesionales sanitarios, camas/habitantes, hospitales, servicios sociales.
TIPOS DE MODELOS DE SALUD[16]
Desde
un enfoque integrador y convergente, podemos decir que la salud
es uno de
los mayores bienes del ser humano y que se inscribe en todas las dimensiones de
su existencia. Por eso se puede hablar de salud física, salud
emocional, salud mental, salud social, salud
religiosa, salud laboral, salud económica, salud ecológica, etc. Vamos a tratar
de ver
cómo se concibe la salud desde algunas de estas vertientes o de qué tipos de
modelos de salud
podemos hablar hoy día:
La
SALUD SOMÁTICA:
es el estado del organismo libre de enfermedades y capacitado para ejercer
normalmente todas sus funciones fisiológicas (por ejemplo, peso corporal,
agudeza visual,
fuerza muscular, funcionamiento eficiente del cuerpo, etc.). La salud es
entendida aquí desde
un modelo clínico, donde las personas son consideradas como sistemas
fisiológicos multifuncionales.
La salud vendría dada por los síntomas de alteración o lesión de dichos
sistemas o funciones
orgánicas.
La
SALUD PSÍQUICA:
es la capacidad de autonomía mental para reaccionar ante las dificultades
y los cambios del ambiente (poseer capacidades intelectuales, procesar y
comprender la
información dada, ejecutar la capacidad para tomar decisiones, etc.). En la
salud psíquica
cobra importancia la capacidad de asimilar los cambios y las dificultades, así
como la de aceptar
y/o modificar el ambiente para obtener satisfacciones personales básicas,
de manera que la
persona sea capaz de establecer relaciones interpersonales armoniosas. El
individuo
necesita, pues, vivir satisfecho consigo mismo y en su relación con las demás
personas.
La
SALUD SOCIAL: es condición necesaria para la salud física y mental.
Una sociedad enferma da lugar a la aparición de enfermedades
individuales (ambiente, hábitat, vivienda, alimentación,
transportes, contaminación...). La salud vendría identificada, desde esta
comprensión, con
la capacidad del individuo para relacionarse e integrase en la urdimbre
cultural que le
haya tocado vivir, según la lotería social, así como con su capacidad de
desarrollar o
adaptarse al rol o la tarea social que él mismo pueda y quiera darse o la
sociedad decida
otorgarle. El individuo necesita tener habilidades para interaccionar bien con
la gente y
el ambiente.
La SALUD
ECOLÓGICA: esta salud es
importante, dado que las posibilidades de llevar una vida mínimamente
normal están en relación directa con la salud ambiental: aire puro, agua
limpia, control
de ruidos, belleza del ambiente, etc. El hombre es un ser vivo solidario del
resto de la biosfera,
esto es, es un ser
con-un-entorno. El ambiente, pues, puede influir o predisponer a la persona a
tener más o menos
salud y a desarrollar o no alguna enfermedad.
La SALUD ESPIRITUAL: este modo de entender la salud no puede quedar ignorado, dada la naturaleza metafísica del ser humano. La salud espiritual debe ser entendida como aquel estado en el que las creencias de una determinada persona o pueblo son incluidas como elementos constituyentes de la existencia y de la felicidad que cada persona o pueblo quiera creer o perseguir. Pero las ideas y creencias pueden ser más saludables unas que otras (sobre todo, algunas imágenes o interpretaciones de lo divino), así como ser más beneficiosas o más dañinas unas que otras para el ser humano. Por otro lado, el mundo de la interioridad no puede ser menospreciado si queremos tener una concepción integral de la salud humana o dotar algunas experiencias humanas de cierto sentido.
LA SALUD MENTAL
Frecuentemente
se dice que de nada sirve la riqueza, la fama, el poder o el prestigio, así
como la existencia de una perfecta salud corporal, si quien tiene esos bienes
sufre una alternación de su equilibrio mental. El hombre no es feliz o infeliz
por la forma como vive sino por el modo como se siente vivir.
Así es
posible que un sujeto físicamente sano, querido por todos, rico, inteligente y
poderoso, decida suicidarse y lo haga por el simple hecho de no tener salud
mental, es decir, por atravesar una época de melancolía. En cambio, otro sujeto
anémico o tuberculoso, pobre, abandonado o perseguido, lucha y vive con alegría
si conserva su equilibrio mental y tiene fe en su porvenir o en el de sus ideas
u obras.
¿QUÉ
ES FILOSOFÍA DE LA SALUD?
La filosofía de la salud es
una ciencia y un arte que aporta una visión global, un sentido y espíritu
crítico y una reflexión constructiva sobre el concepto integral, el origen, el
proceso histórico, los problemas fundamentales, las políticas y los servicios
de salud al ser humano.
Así como todo ser humano
necesita de una filosofía que oriente y guíe su acción por los caminos del
crecimiento, desarrollo, progreso, bienestar y felicidad, así también necesita
de una filosofía de la salud que
norme su comportamiento tras la práctica de buenos hábitos y estilos de vida,
en la que la tenencia de poder y de bienes no instrumentalice al hombre, no lo
utilice como medio.
No cabe duda que los
seres humanos vivimos en una sociedad global con múltiples posibilidades de
crecimiento, desarrollo y progreso social, científico, humanístico y
tecnológico, pero también con mucha miseria, hambre, subempleo y desempleo,
desnutrición y enfermedades crónicas. Y de lo que pensemos y hagamos en el
presente dependerá el futuro, si logramos superar y erradicar progresivamente
los grandes y complejos problemas de la humanidad. Y la salud es uno de esos
grandes y complejos problemas de las personas.
Mónica Cavallé refiere
que la filosofía antigua de Occidente se presentaba con mucha frecuencia como
“una terapia del alma”: “Para Fedón, discípulo de Sócrates, la filosofía es el garante
de la salud del alma y el camino hacia la verdadera libertad. “Verdaderamente —sostenía el filósofo
académico Cicerón— la
filosofía es la medicina del alma”. Los filósofos escépticos afirmaban que su filosofía actuaba sobre
la mente como un purgante: eliminaba de ella los dogmas y proporcionaba, de
este modo, tranquilidad de ánimo. Según el estoico Aristón de Quios: “Ninguna
diferencia hay entre la locura de la multitud y la que es tratada por los
médicos, a no ser que esta se padece por enfermedad, aquella por falsas
opiniones”. “Vana es la
palabra de aquel filósofo que no es capaz de sanar algún sufrimiento humano”
afirmaba Epicuro, fundador de la escuela epicúrea, y antes que él, los
filósofos pitagóricos; y continuaba: “Pues así como ningún beneficio hay de
la medicina que no expulsa las enfermedades del cuerpo, tampoco lo hay de la filosofía,
si no expulsa las enfermedades del alma”. Galeno escribió un “Diagnóstico
y cura de las pasiones del alma”, Crisipo, una “Terapéutica de las pasiones”, y
Epicteto comparaba su escuela de filosofía con un hospital. Séneca sostenía
que, sin filosofía, el alma enferma, y comparaba sus escritos con útiles
recetas de medicina cuya eficacia había experimentado sobre sus propias heridas”[17].
Además refiere que, un
contemporáneo de Sócrates, Buda, en el mundo de Oriente, concibió su filosofía
como una terapéutica del sufrimiento humano que “se sustentaba en cuatro
principios, las denominadas “cuatro nobles verdades” del budismo, que cabría reformular así: 1) El ser
humano sufre.2)
El sufrimiento tiene una causa.3) Hay una vía que conduce a la
liberación del sufrimiento.4) Esta vía exige la adopción de un modo de vida, es
decir, un cambio en nuestro modo de percibir y de ser”.
Más allá de seguir
pensando unilateralmente sobre la tarea de la medicina de salvar vidas por uno
u otro lugar del globo terráqueo se hace necesario e indispensable meditar
profundamente sobre la razón de ser del hombre en el mundo, sobre su origen y
destino. Debemos preguntarnos y respondernos en el fluir de nuestra existencia:
¿Estamos viviendo como debemos vivir?,¿Para qué vivimos? ¿Por qué vivimos de
una u otra manera? ¿Tiene sentido la vida sin planificación? ¿Qué tipo de vida
estamos experimentando? ¿Cuál sería el tipo de vida ideal que nos conviene
realmente? ¿Será nuestro destino el vivir robotizado o dominado por la máquina
y la tecnología? ¿Nos merecemos cualquier clase de vida o vida de cualquier
clase? ¿Cuándo dejará de ser la salud una simple mercancía que se compra con
dinero y que está al servicio de algunos insensibles médicos y de voraces
grupos de poder económico? ¿Hasta cuándo los seres humanos seremos tratados
como simples productores de bienes de capital para seguir viviendo y no como
personas humanas? ¿Es posible una sociedad justa, digna e igualitaria ante la
presencia de desigualdades biológicas, sociales, psicológicas, económicas y
culturales y el no suministro de las mismas oportunidades para lograr calidad
de vida? ¿Qué futuro nos espera ante los adelantos incontenibles de la ciencia
y la técnica? “¿Qué es eso de nacer en algunos hospitales en las que a unos los
distribuyen por su riqueza en “pabellones de pensionados” (familias que pueden
pagar sus servicios) y a otros en “pabellones de caridad” (familias que pueden
pagar muy poco o nada por los servicios)(Héctor Abad Gómez)”? ¿Qué debemos hacer para llegar a ser lo que
nos proponemos ser o para justificar nuestro paso por la Tierra?
La FILOSOFÍA DE LA SALUD es una ciencia social y ciencia aplicada que
está formada por la ontología, la epistemología, la axiología y la ética.
La ONTOLOGÍA es una rama de la metafísica que se ocupa del estudio del ser, es la investigación del ser en
tanto que es en su esencia y existencia y en cuanto servicio de carácter público
y privado. Es la ciencia del ser
que trata de determinar las categorías fundamentales y las
relaciones del "ser en cuanto ser".
Mario Bunge define la ontología de la siguiente manera: “La rama de la
filosofía que estudia las características más generales de la realidad, tales
como la existencia real, el cambio, el tiempo, la casualidad, la mente y la
vida” (“Diccionario de Filosofía”).
La EPISTEMOLOGÍA es la disciplina que estudia la naturaleza, el
origen, la estructura, el alcance, los objetivos, los métodos, la posibilidad,
la validez y los límites del
conocimiento en su base científica y en cuanto ciencia al servicio del
individuo y de la comunidad. La epistemología es la teoría filosófica del
conocimiento científico.
La AXIOLOGÍA es una rama de la filosofía que estudia la naturaleza de
los valores de las cosas: lo bello, lo bueno, lo agradable, etc., y su
influencia en la vida de las personas; es la teoría general de los valores
siendo estos unas cualidades
especiales que hacen que las cosas sean estimadas por las personas o grupos
sociales en sentido positivo y negativo. El término axiología proviene
del griego axios, lo valioso o
estimable, y logos, ciencia., estudio
o tratado.
Entre los valores humanos se consideran: el respeto, la empatía, la
responsabilidad, la solidaridad, la voluntad, la honestidad, la compasión, el
amor, el perdón, la gratitud, la tolerancia, la humildad, la sensibilidad,
etc.
La ÉTICA o filosofía moral
es una rama de la filosofía que estudia el bien y el mal y sus relaciones con
la moral, con el accionar y el comportamiento humano; es la teoría de la
moral. Es una ciencia teórica y práctica que estudia la conducta humana, lo
bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, la virtud, la felicidad, el deber
y el buen vivir. La ética sirve para normar, determinar y orientar el
comportamiento de los seres humanos en materia de deberes, derechos,
obligaciones, justicia y otras virtudes.
La FILOSOFÍA y la MEDICINA ofrecen infinidad de problemas a
escarbar, reflexionar y resolver respecto a la calidad de la esencia y la
existencia del ser humano como ser sano y como ser enfermo. “Los seres humanos
adquieren conciencia de la salud a través de la enfermedad” (Diego Gracia). La
filosofía ofrece a la medicina una visión global, profunda y crítica del estado
de salud del hombre en el ámbito histórico, ético, epistemológico y axiológico,
haciendo posible un “no a las enfermedades” y un “sí al buen estado de salud”,
como expresión de la voluntad existencial del hombre a vivir bien y de por
vida, con calidad de vida y bienestar permanente, vivir bien con voluntad de
poder superar los síntomas y las manifestaciones de los dolores, sufrimientos,
frustraciones, angustias, temores, enfermedades y la mala conciencia.
Héctor Abad
Gómez, en “Fundamentos éticos de la salud pública”, manifiesta: “La medicina
surgió con la compasión que un ser humano sentía ante el sufrimiento de otro
ser humano y con una decisión de hacer algo para aliviar dicho sufrimiento. De
la medicina surgió la salud pública, que no es otra cosa que la aplicación de
la ciencia de prevenir y curar las enfermedades y de rehabilitar a las personas
que hayan sufrido sus consecuencias, en una forma organizada, dirigida a,
planificada para, coordinada con una comunidad humana. Esto debe continuarse.
La atención médica y la salud son derechos innatos, adquiridos por el solo hecho
de nacer, por todos los seres humanos que nazcan en el mundo. Promover la
salud, evitar el sufrimiento, curar las enfermedades, cuidar al enfermo,
rehabilitar al incapacitado, prevenir las endemias y epidemias, consolar al
triste, evitar el envejecimiento prematuro, cuidar a los niños y a los ancianos
son y serán tareas irrenunciables de la medicina y la salud pública”[18].
[1] Párrafo agregado mediante la Ley N° 28389, publicada
el 17-11-2004.
[2] Citado por Héctor Abad Gómez en su
obra “Fundamentos Éticos de la Salud Pública”.
http://www.udea.edu.co/wps/wcm/connect/udea/.../fundamentos_eticos_sp_hag.pdf?
[3] Winslow, Charles Edward Amory. The untilled field of public health. Mod Med. Mar. 1920;2:183.
[4]
Tomado de M.
Domínguez Carmona, "Concepto de salud y enfermedad", en G. Piédrola
Gil y otros, Medicina preventiva y salud pública, Salvat, Barcelona
1988, 17.
[5] L. Feito, "La
definición de la salud", Diálogo Filosófico 34 (1996) 64.
[6]
Cf. D. Gracia, Fundamentos
de bioética, Eudema, Madrid 1989, 36.
[7] Cf. A.
Bowling, La medida de la salud, S.G Editores / Masson, Barcelona 1994,
8.
[8] Véase la
descripción detallada de cada uno de estos aspectos en el magnífico libro de P
Laín Entralgo Antropología médica, Salvat, Barcelona 1978, 187-195, así
como en su artículo "¿Qué es la salud?", fano 35 (1988)
123-126
[9] Cf. L.
Feito, "La definición de la salud", a. c., 66.
[10] Gibson, Pamela Reed (2000). Multiple
chemical sensitivity: a survival guide. New Harbinger Publications
Incorporated, 375 Pages.
[11] Sorensen, Gloria et al. (2013). “Intention to quit smoking and concerns about household environmental risks: findings from the Health in Common Study in low-income housing.” Cancer Causes & Control, 24:805-8
[12]Teodorescu, Gabriela (2010). “Climate change impact on
urban ecosystems and sustainable development of cities in Romania.” CWSEAS
Transactions on environment and development, 6:103-112
[13] Belaoussoff,
Svenja and Peter G. Kevan (2003). “Are There Ecological Foundations for
Ecosystem Health?” The Environmentalist, 23:255–263.
[14]KARR, J. R., (1996).
“Ecological integrity and ecological health are not the same.” Pp. 97-109, In:
Schulz, P. (ed.) Engineering Within Ecological Constraint Washington,
D.C.: National Academy Press.
[15] White,
Franklin; Stallones, Lorann; Last, John M. (2013). Global Public
Health: Ecological Foundations. Oxford University Press. ISBN 978-0-19-975190-7.
[16] Concepto-de-salud.pdf
[17] http://www.centronagual.es/la-filosofia-como-terapia-del-alma/
[18] http://www.udea.edu.co/wps/wcm/connect/udea/.../fundamentos_eticos_sp_hag.pdf?