LA
REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA Y EL CAMBIO
EN LO POLÍTICO EN EL ESCENARIO MUNDIAL
Escribe: Dr. Eudoro Terrones Negrete
LA REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA
En este nuevo siglo de los grandes, inusitados y profundos cambios, la avalancha de mensajes e informaciones que fluyen libremente de un lado a otro de las fronteras del planeta Tierra ha forzado la velocidad del proceso de toma de decisiones personales, sociales, políticas, educativas, culturales, económicas, ecológicas, éticas y empresariales.
En el actual siglo bendito de la gran revolución de la informática, en el que las comunicaciones de tecnología de punta nos instan a relacionarnos cada día más con las máquinas, se produce el impulso de la educación en equipo de todo el personal de la organización y se fomenta el teletrabajo, el auto desarrollo, se pasa de la memoria escrita (imprenta) a la memoria electrónica (computadora, 1955), se utiliza la energía nuclear en reemplazo del petróleo, se suministra la basura para usarla como combustible, se produce electricidad de fuentes geotérmicas tomando el calor de la propia tierra o utilizando la fuerza de las olas, entre otros adelantos científicos y tecnológicos.
Y dentro de este espacio-tiempo histórico global se busca crecer empresarialmente rompiendo viejos esquemas, métodos, mitos y paradigmas. La familia típica desaparece, al ser reemplazado por madres solteras y hombres solos. Los centros de cómputo son sustituidos por las computadoras personales (Personal Computers -PCs) interconectadas en red. La secretaría personal- desde el nivel de gerencia intermedia hacia abajo, tiende a desaparecer. El cambio de la rutina habitual a la creatividad.
Asimismo se produce la cancelación de la inspección masiva de calidad y se busca el mejoramiento del proceso. Se huye de la reuniónitis, se tiende al tele-trabajo, logramos comunicarnos con mayor confianza y responsabilidad desde el hogar con la oficina mediante el fax, el teléfono celular, el ordenador o el correo electrónico.
Una verdadera revolución tecnológica, sin precedentes en la
historia, viene desarrollándose en el siglo de la sociedad globalizada. Los
cambios en los hábitos de consumo con tendencia
a la onda light (dietética) y la proliferación de los productos verdes
o naturaleza, las carnes rojas son reemplazados por el pescado, las verduras y
las frutas. El hogar se transforma en un centro de producción en lugar de la
fábrica. La distribución de productos en medios de transportes son suplidos por
la tele distribución. La mecanización del proceso productivo es reemplazada por
la robotización y la automatización.
EL CAMBIO EN LO POLÍTICO EN EL ESCENARIO MUNDIAL
“Ser independiente, políticamente, es vivir a tono con los cambios de la época” dirían los siempre acomodaticios, arribistas y oportunistas de la política.
Bonilla y García manifiestan que “Antes se era de izquierda o de derecha. Ahora se es ecologista, defensor de los derechos humanos, “militante” de juntas vecinales y locales, punkero, rappero, “new age”, skinheads, o simplemente, un desencantado”.
Si observamos el escenario político mundial constataremos, que cada cuatro o cinco años aparecen nuevos partidos políticos “independientes”, en lucha frontal contra los tradicionales, esmerados en desprestigiarlos y hacer leña de ellos con tal de jalar agua para su molino en épocas de elecciones nacionales, regionales o municipales.
El fenómeno de la globalización – surgido como producto del avance vertiginoso de la tecnología de la información y la comunicación- está generando profundos cambios en todo orden y sentido en los países del mundo.
Por ejemplo, la insurgencia de una sociedad civil con nuevos actores sociales, (organizaciones campesinas, mutualidades, organizaciones no gubernamentales, etc.), sindicatos autónomos, etc.; de un nuevo tipo de Estado: el Estado supranacional, Estado-Red o Estado global que no demora en poner fin el viejo Estado asistencialista, paternalista o de bienestar.
Se observa la configuración de macrosociedades transnacionales, megaestados, desnacionalización de las sociedades, desterritorialización y planetarización de la ciudadanía (“ciudadanos del mundo”), asimismo la plurisocietarización con miltiterritorialización. No hay necesidad de pedir autorización para traspasar los límites o las fronteras territoriales de los pueblos, el mito de la ubicuidad ya es una realidad.
Las relaciones internacionales de los países están más influenciadas que nunca por el contexto externo, particularmente en el campo económico-financiero.
La interdependencia de los países del mundo; las relaciones e interconexiones múltiples entre los Estados y las sociedades que conforman el sistema global; las redes de información y de comunicación e interacción entre los gobiernos, los organismos internacionales, las empresas multinacionales y las sociedades nacionales es ahora una realidad.
Frente a esta realidad mundial los verdaderos e históricos partidos políticos, con doctrina, ideología, filosofía y organización propia, tendrán que realizar esfuerzos extraordinarios para adaptarse a los nuevos tiempos y actuar exitosamente.
Los problemas que aquejan a los demás países de América
Latina ya no pueden ser afrontados unilateralmente, sino multilateral y globalmente, teniendo en cuenta el bien común
de la humanidad.