LOS VALORES ÉTICOS DEL PERIODISTA EN EL CONTEXTO DE UNA SOCIEDAD GLOBAL EN PERMANENTE TRANSFORMACIÓN
Escribe: Dr. Eudoro
Terrones Negrete
A continuación mencionamos y explicamos una serie de
valores éticos que todo buen periodista deberá cultivar y aplicar en su
quehacer profesional cotidiano dentro del contexto de una sociedad global en
permanente transformación.
El término altruismo fue acuñado en 1851 por el filósofo francés
Augusto Comte, e introducido en el lenguaje científico y filosófico en su
acepción de “sacrificio personal por el beneficio de otros”. Según Comte, "Vivir para otros" e
"Incorporarse a la Humanidad", eran las virtudes cardinales de su
"religión de Humanidad".
Este término proviene del latín “alter”, que significa “otro” y del
francés “altruismo” o “altrui”, que
quiere decir “de los otros”, “de o para otros”.
Según el Diccionario soviético de filosofía, altruismo significa
servicio desinteresado a las otras personas, voluntad de sacrificar al bien
ajeno los intereses personales, propios. A su vez, el Diccionario de la Real
Academia lo define así: “esmero y complacencia en el bien ajeno, aun a costa del
propio, y por motivos puramente humanos”.
El altruismo es una teoría ética opuesto al individualismo egoísta.
Desde su origen hasta la actualidad no deja de ser polémico en los aspectos
filosófico, psicológico, sociológico y
ético.
La teoría ética del utilitarismo se exterioriza en tres posiciones:
individualismo (bienestar individual en perjuicio de la sociedad), altruismo
(bienestar de los demás en perjuicio de lo individual) y utilitarismo
propiamente dicho que combina el individualismo con el altruismo.
El altruismo consiste en desear el bienestar de los demás, aun a costa
del propio, como último fin de toda conducta humana, toda vez que el ser humano
tiene una tendencia natural para ayudar a las demás personas. Altruismo
significa amor al prójimo y al bien común. Designa la solidaridad interpersonal, el sacrificio
personal por el beneficio de otros, en el que los únicos actos moralmente
correctos son aquellos que intentan promover la felicidad de otros. En su
máxima significación, altruismo es filantropía, desapego, desprendimiento,
simpatía, contraposición al egoísmo, compromiso en hacer el bien desinteresado
a las demás personas y satisfacción de sus necesidades e intereses antes que el
propio.
Son frases altruistas: El anonimato es la expresión más genuina del
altruismo (Eric Gibson ) y Bienaventurados los que saben dar sin
recordarlo, y recibir sin olvidarlo (anónimo).
“Hay dos aspectos que definen el altruismo: La simpatía y el compromiso.
La simpatía se apoya sobre valores de bondad y caridad. El compromiso considera
un acto que se sabe va a beneficiar más a otro que a sí mismo, implicando un
sacrificio personal. El compromiso se inscribe en una ética de la
responsabilidad. Porque se trata de actuar concretamente sobre el presente y
sobre el futuro para proporcionar mayor bienestar al resto de la sociedad,
implicando una inversión personal para el desarrollo de bienes comunes.
Recordemos, como ya hemos hecho en otras ocasiones, que la moral se refiere a
la conciencia individual, mientras que la ética se refiere a una moral social”
(http://www.proyectopv.org/1-verdad/altruismo.htm).
Los periodistas altruistas optan por fomentar y poner en
práctica el altruismo, por alinear su bienestar con el de otros y mejorar la
calidad de vida de sí mismos y de los demás. Los periodistas se sienten felices
cuando sus colegas y otras personas prosperan, y se entristecen cuando sus
colegas y las demás personas sufren.
En Club de
Periodistas de México, AC, una de las instituciones más prestigiadas en el
género, fundada por el ilustre
periodista don Antonio Sáenz de Miera, otorga la distinción Premio
Internacional Altruista y Trabajo Periodístico de Mayor Servicio a la Sociedad
a los periodistas que destacan en sus
labores anualmente.
El
periodista altruista no sólo cumple las funciones de informar, fiscalizar,
investigar, educar, culturizar y entretener, denunciar las malas acciones de
las autoridades, funcionarios, empleados y trabajadores de la administración
pública, sino también funciones de altruismo, realizando actividades de
proyección a la comunidad, llevando ayuda social y salud a los que menos tienen
con sendos operativos médicos con atención a la salud bucal, etc. atención a la salud general y la entrega de
medicina gratis a las personas atendidas.
El periodista altruista piensa, actúa y vive en función del bienestar
de los demás. No utiliza a las demás personas como medio o instrumento para
alcanzar su beneficio personal. Sirve desinteresadamente a los demás y no se
sirve de los demás.
AMOR
El
servicio social del periodista se funda en la relación que inevitablemente debe
darse entre el periodista con su público objetivo y cuyo vínculo es el amor.
Si el
periodista no ama a su público, a sus confidentes, muy poco será lo que de
ellos obtenga a nivel de informaciones o de primicias. El amor es el vehículo
de las buenas y cordiales relaciones sociales, laborales, profesionales y con
las diversas instituciones de la sociedad.
COOPERACIÓN
Desde la
aparición del hombre sobre la faz de la Tierra se viene practicando la
cooperación en los niveles de supervivencia, de superación y de bien general. Y
desde que surgió el periodismo como oficio y después como profesión la
cooperación se constituyó en un requisito imprescindible para alcanzar el éxito
en todo orden de cosas y en todas las disciplinas del saber humano.
En el
nivel de supervivencia el periodista se integra en organizaciones sociales y al
tomar conciencia de su precaria situación procura alcanzar mancomunadamente
mejores niveles de vida. Empieza a supervivir sobre la base de la ayuda mutua,
buscando la satisfacción de sus necesidades y la afirmación de la seguridad
social.
En el
nivel de superación, el periodista amalgama esfuerzos, ideas, iniciativas para
vencer los obstáculos y superar los problemas de la vida. La superación logra
obtenerlo mediante el desarrollo de destrezas y habilidades, unida a la
capacidad física y mental.
Y en el
nivel de bien general, el periodista a
través de la cooperación hace posible la normal y equitativa satisfacción de
las necesidades de todos los miembros que conforman los gremios y empresas
periodísticas. La cooperación en este nivel procura el desarrollo y el progreso
de la colectividad, promueve una equitativa y justa distribución de la riqueza
en función de las necesidades individuales y según su trabajo. El periodista
busca su bienestar y el bienestar general.
A través
de la cooperación el periodistas robustece su carácter y los hábitos éticos en
una economía social, amplía su horizonte vivencial, fortifica su espíritu de
buen vivir, coadyuva a la eliminación del paternalismo y los lazos de
dominación y dependencia, armoniza voluntades, intereses y objetivos en procura
de la paz y de la justicia social.
CORAJE INTELECTUAL
El
periodista con coraje intelectual está comprometido a difundir y defender la
verdad, a criticar el error suyo y el de los demás, a pensar y decir lo que
piensa con sinceridad y responsabilidad y a hacer las cosas bien y rectas.
El
periodista con coraje intelectual jamás teme descubrir sus defectos o vicios,
se percata de ellos y asume el reto para superarlos.
Si el
periodista tiene ideales que sostener, ciertamente necesitará valor para
mantenerlos. Si se propone alcanzar una meta digna y justa necesitará valor
para no desviarle de ella y persistir hasta alcanzarla.
El valor
es una oculta y poderosa fuerza interna que impulsa a los periodistas
emprendedores. Si se consulta el diccionario inglés, courage deriva de la palabra latina cor, que significa corazón.
Entonces, el verdadero valor emana del corazón. Sabemos que este órgano es el
más sensible y vital de nuestro sistema y es el que nos incita a concluir con
buena disposición y con amor lo que demos hacer.
Miguel de
Cervantes Saavedra decía: “El que pierde bienes, pierde mucho; el que pierde un
amigo, pierde más; pero el que pierde el valor
lo pierde todo”
ECUANIMIDAD
El
periodista debe mostrarse ante su público y sus semejantes como un profesional
equilibrado, ecuánime y sereno. Debe ser capaz de controlar sus instintos,
pasiones e impulsos. Firmeza sí en sus actos, pero con dulzura y seguridad de
sí mismo. No enojarse ante el comentario adverso que puedan
efectuar a sus artículos personas adversas.
ENTUSIASMO
En el
ejercicio de sus funciones el periodista debe transmitir un contagioso y
permanente entusiasmo por el material periodístico que difunde. Del entusiasmo
que impregne a sus artículos, comentarios, críticas, mensajes o informaciones
que difunda dependerá que su material periodístico se vuelva interesante para
el público y sea acogida.
Ser periodista
entusiasta significa ser periodista con iniciativa, con espíritu de renovación,
con imaginación creadora, con permanente voluntad para hacer las cosas a su
debido tiempo y con vívida tendencia a creer que lo imaginario puede hacerse
instantáneamente realidad.
HONESTIDAD
Periodista
honesto es el que utiliza sólo medios lícitos y éticos para obtener noticias,
documentos, declaraciones, ilustraciones y fotografías. No acepta para sí, ni
en nombre de terceros, comisiones o encargos incompatibles con la integridad y
la dignidad de la profesión. No falsifica los documentos ni suprime las
informaciones esenciales. Condena los delitos de prensa y siempre suele acusar
con pruebas en la mano, luego de un proceso de investigación realizada.
El
periodista honesto sólo acepta tareas que no lesionen su integridad
profesional. No acepta consignas de los anunciantes. Investiga y difunde los
hechos sin prejuicios y sin intención maliciosa. El periodista honesto no se
deja influir por motivaciones extrañas. Valoriza, honra y dignifica el
periodismo como profesión. Se abstiene de toda publicidad comercial en sus
artículos. No acepta publicar anuncios que sean deshonestos, falsos o que
conduzcan a error.
HUMILDAD
El
filósofo uruguayo Luka Brajnovic manifiesta que “En periodismo, como en la
vida, la humildad no sólo es una virtud, es también una guía segura para
reconocer los propios errores, para practicar la tolerancia, para saber
escuchar y oír a los demás, para vivir con sinceridad la convivencia social. La
soberbia puede ser brillante y la humildad opaca, pero la primera refleja
infaliblemente la injusticia y la otra la comprensión”.
La
humildad es una virtud cristiana que consiste en el conocimiento de nuestra
bajeza y miseria y en obrar conforme a él. Subjetivamente y con matiz moral se
dice que un periodista es humilde cuando
lejos de creerse superior a sus demás colegas y semejantes, se siente por el
contrario modesto, sencillo y no soberbio. No es el que se cree saberlo todo, no
es el que se ubica por encima de los demás, y cuanto más sabe y más experiencia
tiene, es más humilde en su forma de ser y de obrar.
IMPARCIALIDAD
El
periodista debe distinguirse por su espíritu de imparcialidad en el juicio, en
el comentario, en la crítica, en la publicación de informaciones. No debe
mostrar preferencias o complacencias sentimentales, grupales, políticas,
religiosas, raciales o de otra índole.
La
información o hecho noticioso debe ser presentado, difundido o publicado por el
periodista, de manera realista, en función de los intereses del bien común, sin
dejarse llevar por influencias, móviles o simpatías particulares o por
presiones económicas, políticas o religiosas.
Francisco
Iglesias entiende por imparcialidad como “el rechazo de todo designio
anticipado o de toma de partido en favor o en contra de una persona,
institución, hecho o acontecimiento. En el lenguaje periodístico, la
imparcialidad se identifica con la objetividad y se refiere a la fidelidad
cuanto más posible a la realidad y a la verdad en su labor divulgadora. En
cuanto a los comentarios o explicaciones necesarias de un hecho, la
imparcialidad incluye el máximo grado de tolerancia para con los argumentos
contrarios”.
Por el
espíritu de imparcialidad el periodista está obligado a:
-
Presentar
las noticias e informaciones sin prejuicio ni tendenciosidad.
-
Dar la
oportunidad para defenderse o replicar a las personas involucradas en alguna
crítica.
-
Considerar
las opiniones del pro y del contra cuando difunde o publica declaraciones sobre
un hecho, tema o problema.
-
No inclinarse
por una u otra opinión, tendencia o corriente política.
-
Dejar que
el público extraiga y formule sus propias conclusiones o juicios de valor.
-
No
suministrar material periodístico que anime a la discriminación y marginación
social, racial, política, religiosa, de sexos, profesional o de otra índole o
que tienda a acreditar falsos valores.
-
Prohibir
la crítica sistemáticamente desfavorable o de mala intención contra sus
colegas, autoridades e instituciones.
-
No
influir en los juicios que se ventilan en el poder judicial.
INDEPENDENCIA DE CRITERIO
El
periodista mantiene su independencia de criterio sobre la base de su
independencia política e independencia económica frente a grupos de poder,
grupos de presión y frente a los poderes del Estado.
El
periodista con independencia de criterio evita el indecoro y los intereses
subalternos. Ejerce su vocación periodística con imparcialidad y sin prejuicios
ni favoritismos.
INTEGRIDAD Y DIGNIDAD
La
integridad profesional del periodista incluye muchos derechos, por ejemplo los
siguiente:
-
Abstenerse
de trabajar en contra de sus convicciones.
-
Abstenerse
de revelar sus fuentes de información.
-
Participar
en la toma de decisiones en los medios de comunicación donde labora.
-
Abstenerse
de promover intereses privados que estén en contra del bien común.
-
Respetar
la propiedad intelectual ajena y recusar el plagio.
-
Manejar
de manera desapasionada y sin prejuicios los temas polémicos.
-
Rechazar
toda remuneración ilícita e injusta.
-
Comunicar
las informaciones teniendo el cuenta el interés colectivo y no los intereses
subalternos o de grupos de poder político y económico
-
Respetar
sus compromisos contraídos.
-
Recusar
el soborno, el cohecho, la extorsión o el chantaje.
-
No
ejercer presión en los poderes del Estado, en provecho suyo o de terceros.
- Rechazar
ventajas, privilegios o incentivos que influyan en el desarrollo de sus deberes
profesionales. No aceptar invitaciones que puedan poner en peligro su
reputación como periodista libre e independiente.
LEALTAD
La lealtad
consiste en la fidelidad del periodista a su palabra empeñada y a las
convicciones y los principios básicos que inspiran su vida profesional en el
contexto social.
La lealtad
sin dobleces es una cualidad que inspira al periodista a cumplir con dignidad
los compromisos contraídos, cuando hace causa común con sus colegas y otras
personas. El periodista leal actúa siempre de buena fe. Se cuida de no prometer
lo que no puede o no piensa hacer, pero una vez empeñada su palabra el
periodista hace todo lo posible por cumplirla.
LIBERTAD
El término
libertad tiene un significado amplio según se trate del tipo de libertad.
Veamos el significado de las clases de libertad. Libertad de confrontación de la información: derecho a expresar una
pluralidad de ideas, criterios y opiniones, así como al contraste de estos
pareceres, respetando a las personas y al bien común. Libertad de contratación de la información: facultad de las
personas físicas o jurídicas de contratar los servicios de un medio de
información. Libertad de expresión:
derecho o facultad de libre comunicación de ideas, pensamientos y opiniones. Libertad de información: derecho a estar
informado, derecho a la libre búsqueda, recolección, selección y difusión de
las informaciones. Libertad de la
información: libertad total de acceso a las fuentes de la noticia, de
constitución de empresas informativas y de difusión de la información, sin otra
limitación legal que los delitos de calumnia y algunas limitaciones al estatuto
de la publicidad. Libertad de prensa:
derecho que tiene el hombre a difundir mediante textos impresos sus ideas,
opiniones o las informaciones, con responsabilidad normada por las leyes de un
país y sin censura previa. Comprende las libertades de imprenta, de expresión,
de información y de la información. Libertad
interna de la prensa: aspiración de los periodistas y redactores a un mayor
derecho de cogestión en sus respectivas empresas. Libertad de empresa periodística: derecho a crear empresas
periodísticas para difundir informaciones. Libertad de pensamiento o de conciencia:
derecho ciudadano a sostener, manifestar y propagar sus propias ideas, sean
éstas de tipo social, político, religioso, etc., sin oposición de las
autoridades constituidas. Libertad moral:
derecho que todo individuo tiene de pensar en su fuero interno y a mantener en
él convicciones religiosas y morales, a mantener creencias concretas y a seguir
pautas de conducta que su religión, aprendizaje y convencimiento deseen, y la
libertad de poder comunicarlas y ponerlas en práctica.
El
periodista ético defiende y promueve la práctica de las diferentes clases de
libertad expuestas en líneas anteriores, por considerarlas como derechos
consubstanciales a toda naturaleza humana para alcanzar niveles de justicia,
bienestar y felicidad.
RESPONSABILIDAD
Responsabilidad
es una palabra que deriva del latín responsare = responder y sentire = percibir
por los sentidos. Significa que todo periodista ha de responder de sus actos
ante su conciencia y ante el juicio de los demás como producto de su madurez
mental.
Tres son
las condiciones de la responsabilidad periodística: 1) la existencia de una ley
social o moral; 2) la posesión de la razón; y, 3) la libertad (sólo se es
responsable de un acto realizado por decisión propia).
Según el
Código de Prensa para los Periodistas de Alemania Federal “La responsabilidad
de la prensa ante el público impone que las publicaciones de la redacción no
sean influidas por intereses privados o comerciales de terceros. Los editores y
los redactores deben rechazar esos intentos, y procurar hacer una clara
distinción entre los textos de la redacción y las publicaciones que tienen
fines propagandísticos”. Y agrega: “Son incompatibles con la responsabilidad de
la prensa las publicaciones verbales y gráficas que puedan dañar gravemente,
por su forma o contenido, los sentimientos morales o religiosos de algún grupo
de personas”.
La
Declaración de Principios de la Sociedad Estadounidense de Redactores
Periodísticos (octubre, 1975) considera que “Los periodistas, hombres o
mujeres, que abusen del poder que les confiere su papel profesional por motivos
egoístas o fines indignos son infieles a esa responsabilidad pública”.
El
periodista asume la responsabilidad de todo cuanto piensa, dice, difunde o
hace. Actúa de acuerdo al dictado de su conciencia ética. Por la
responsabilidad que tiene el periodista publica solamente informaciones cuyo
origen conoce.
Por la
responsabilidad jurídica o legal el periodista tiene el deber de comparecer
ante los tribunales de justicia para responder por los posibles delitos
cometidos en el ejercicio de sus funciones, con el fin de reparar la violación
del orden conforme lo dispone la ley.
Por la
responsabilidad social, el periodista tiene el deber de comparecer ante el
tribunal de la opinión pública, tribunal que da su veredicto de admiración,
estima, desprecio, indiferencia o indignación respecto a la labor profesional
que cumple.
RESPETO
Todo buen
periodista práctica, promueve y defiende el respeto a la dignidad de las
personas, a la vida privada, a la propiedad intelectual y a las instituciones
de la comunidad donde vive y trabaja. Respeta los valores nacionales,
universales y la diversidad de culturas. Respeta los usos, las tradiciones, las
costumbres y las formas de vida de los pueblos. Respeta a las leyes nacionales
e internacionales, a la institucionalidad democrática y a las Constituciones
políticas.
SENTIDO DEL HUMOR
El
periodista sabe sonreír, sabe apreciar una broma de buena ley, sabe intercalar
un chiste oportuno o una anécdota divertida con sentido docente y vierte
algunas chispas de humor en sus escritos para romper la rigidez del discurso.
SOLIDARIDAD
José
Ingenieros diría que la solidaridad puede ser definida con la sencilla fórmula
de moral social que dice: “Ningún deber sin derechos; ningún derecho sin deberes”.
La
solidaridad exige el ejercicio de los derechos y el estricto cumplimiento de
los deberes profesionales dentro del centro laboral y la comunidad.
En el
periodismo la solidaridad se entiende como la colaboración que deben prestarse
entre periodistas y entre medios de comunicación, para que la institución pueda
desenvolverse y alcanzar sus objetivos, fines y metas trazadas. El periodista
debe mostrar su solidaridad a nivel local, regional, nacional e internacional
para coadyuvar al desarrollo de la educación, la cultura, la ciencia, el arte y
la tecnología, en procura de una convivencia armónica y pacífica. De ahí que
cuando no se da la solidaridad a nivel del gremio periodístico, éste se
anquilosa, se desorganiza, marcha a la deriva y corre el riesgo de disolución.
Se dice
que hay solidaridad periodística cuando la dicha de uno hace felices a yodos y
su tristeza pone triste a los demás.
TOLERANCIA
La
tolerancia es un gran valor y una gran virtud que le permite al periodista ser
paciente ante fallas, errores, faltas o imperfecciones de los demás y ser capaz
de mostrar disposición para disentir con altura y pacíficamente.
La
tolerancia implica comprensión, simpatía y respeto por la “individualidad”, por
las diferencias individuales. La tolerancia se manifiesta cuando los
periodistas ante un desacuerdo, se dicen mutuamente: “esto es algo acerca de lo
cual los periodistas honestos podemos diferir”.
El
periodista debe practicar la tolerancia siempre con relación a un bien posible
y no con relación a un mal necesario. La tolerancia no debe extenderse a lo
negativo, a la ineficiencia, al desorden, a la arbitrariedad, al abuso, a la
deshonestidad, a la corrupción, al crimen, al sabotaje, a la impunidad o a la
injusticia.
El
periodista es capaz de tolerar las diferencias de opinión, las críticas ajenas
en cuestiones de estricto interés público o en cuestiones de política con las
cuales disiente abiertamente.
VERDAD
La verdad
es la base fundamental y esencial del periodismo ético y de la civilizada
convivencia humana. La Conferencia Interamericana reunida en Chapultepec en
1945 expresó que “el progreso de la humanidad depende de la supremacía de la
verdad entre los hombres” y que “una de las experiencias fundamentales
derivadas de la última guerra mundial es que no puede haber libertad, ni paz,
ni seguridad si no se garantiza a los hombres el libre acceso a la verdad, a
través de los diversos medios de información pública”.
En el
periodismo, toda información debe corresponder a un hecho acontecido en la
realidad y debe ser verificada de manera responsable y oportuna por el
periodista.
Francisco
Iglesias explica que “Se tiene el conocimiento cierto de algo cuando se sabe
que ese algo es la verdad. Y para eso hace falta tener el criterio que permite
reconocer y juzgar la verdad, diferenciándola de la duda, del error y de la
falsedad. Los elementos de ese criterio son la evidencia, la comprensión, el
saber inequívoco y la realidad.
Si la
filosofía siempre se ha definido como la búsqueda permanente de la verdad, el
periodismo puede ser definido no sólo como la búsqueda de la verdad sino
también como la ciencia que busca, respeta, promueve, defiende y difunde la
verdad en bien de la sociedad.
Se dice,
por ejemplo, que el sabio posee la verdad, el filósofo busca la verdad, el profeta
prevé y anuncia la verdad, el héroe la realiza en el orden de la acción
histórica. En cambio el periodista es el que difunde la verdad a través de
diversos medios de comunicación.
¿Y qué es
la verdad? La verdad es la expresión clara, real y fehaciente de un hecho, tal
y como se ha producido en un determinado espacio y tiempo histórico. Es la
conformidad de lo que se dice con lo que se piensa. Es la propiedad que tiene
una cosa de mantenerse siempre la misma y sin mutación alguna. Clásicamente se
define la verdad como la conformidad de lo que se dice con lo que es. La verdad
es la adecuación del contenido de nuestro pensamiento (percepción o juicio) con
la realidad, o bien la concordancia entre lo que piensa el sujeto con la cosa
pensada.
Y a la
pregunta ¿Qué es lo verdadero? Cabe la respuesta siguiente: Verdadero es un
mensaje que narra un hecho real y efectivo. Es todo aquello que contiene una
verdad.
Para que
haya verdad es necesario la presencia de tres elementos básicos: Sujeto
pensante, cosa pensada y la relación de conformidad entre un conocimiento y su
objeto.
Servir a
la verdad y servir a los intereses colectivos es la misión principal del
periodista ético. No con poca razón decía Joseph Folliet: “El verdadero
periodista es el caballero de la verdad”.
La mayoría
de los profesionales de la información concuerdan en considerar a la verdad y
la objetividad como requisitos que debe tener la información para gozar de la
tutela jurídica.
La verdad
es la esencia de la información. Sin verdad no hay información. Desinformación
es falsedad. La información no verdadera es una corrupción de la información.
Quien desinforma vulnera el derecho del público a la información.
“Honrar la
verdad, la libertad, la justicia social y la solidaridad gremial constituyen
supremos principios que deben guiar la actividad del trabajador de la
comunicación, en general, y del periodista, en particular” (Asociación
Nacional de Periodistas del Perú – ANP)
La mayoría
de los códigos de ética periodística destacan en primer lugar y como principio
deontológico del periodista, la verdad. La verdad es el supremo mandamiento del
periodista (Código de Alemania Federal); la verdad es la base de la profesión
periodística (Código de Missouri – EE.UU.); la verdad es el principio rector del
periodismo (Código de la Associated Press).