INTRODUCCIÓN
A LA DEONTOLOGÍA PERIODÍSTICA
Escribe:
Dr. Eudoro Terrones Negrete
Desde que el ser
humano se agrupó en sociedades, tuvo necesidad de contar con normas,
disposiciones, reglas, principios, valores y códigos de ética que le
permitieran regular su conducta frente a los demás miembros de la comunidad.
Precisamente porque el hombre tiene una
antropine physei (naturaleza humana) y
un ethos (naturaleza moral), es que
realiza actos buenos y malos,
justos e injustos, responsables e irresponsables, entre otros. Estos actos cuando se efectúan de manera repetida
se convierten en "hábitos" y originan las actitudes de las personas.
Así como hay conductas lícitas pero no
éticas, también hay conductas éticas que pueden ser ilícitas en determinados
ordenamientos jurídicos de diversos países del mundo.
Hay personas morales, inmorales y
amorales. Las personas amorales son aquellas a quienes no les preocupa ni les importa ninguna obligación, norma o
ley moral, pues hacen lo que quieren y se ponen al margen del estado de
derecho.
En una sociedad civilizada, con todos los
goces de la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología, las personas
requieren vivir con valores éticos y sentido social, con el fin de orientar sus
comportamientos hacia el logro del máximo bien
para sí y para sus semejantes.
No debemos olvidar que los seres humanos,
por su propia naturaleza, son seres imperfectos, tienen vicios, debilidades y
defectos, pero son seres perfectibles en
la medida que usen adecuadamente las facultades cognoscitivas (razón, sentidos,
voluntad, imaginación, intuición, inteligencia, memoria, sentimiento,
sensibilidad y emoción) en concordancia con las normas sociales, morales,
jurídicas, políticas y religiosas.
Todas las personas, en la vida de relación
social, laboral y profesional aplican los valores éticos (veracidad,
objetividad, responsabilidad, libertad, honestidad, imparcialidad, lealtad,
respeto, independencia de criterio, amor, humildad, secreto profesional,
altruismo, solidaridad, cooperación,
sensibilidad social y espíritu de justicia), eligen y deciden lo conveniente
para el buen vivir, prevén las consecuencias de sus acciones, analizan y explican las causas de las buenas
y malas acciones, formulan juicios de
valor sobre sus actos y la de los demás. Por eso se dice que el hombre es un
“animal ético” por naturaleza.
La ocurrencia diaria de ciertas
inconductas y acciones que lindan con el delito en los diferentes poderes del
Estado y esferas de la sociedad civil, nos demuestra que estamos atravesando
por una grave crisis de valores éticos.
Y es en el campo del periodismo donde se
siente con mayor intensidad el vacío de una educación en valores. En la actual
era del conocimiento la ética es uno de los grandes retos del periodismo como
profesión.
La ética es una disciplina de la filosofía
que estudia la conducta moral del hombre. La ética es la moral pensada o la
teoría de la moral de las personas. La ética es la ciencia del deber ser y del
deber hacer. La ética es la ciencia del buen obrar y del buen vivir de los
seres humanos.
El periodista y ensayistas polaco, Ryszard
Kapuscinski, en su obra “Los cinco sentidos del periodista”, plantea que el
periodismo trabaja con la materia más delicada del mundo: la gente, y por tanto
“escribir periodismo es una actividad sumamente delicada. Hay que medir las
palabras que usamos, porque cada una puede ser interpretada de manera viciosa
por los enemigos de esa gente. Desde este punto de vista nuestro criterio ético
debe basarse en el respeto a la integridad y la imagen del otro”.
Ser periodista ético y con sentido social
es actuar con veracidad, objetividad, transparencia, imparcialidad, pluralismo,
responsabilidad, lealtad e integridad en el tratamiento de los hechos
noticiosos, para que los actores sociales y usuarios de la información puedan
utilizarlo en sus decisiones empresariales y en la solución de sus problemas.
El periodista ético vive y trabaja en un
mar de problemas y dilemas éticos que le urgen tomar decisiones éticas. Este
mar de dilemas éticos se expresa en los términos siguientes: decidir entre la
vida personal y la de su familia; el trabajo individual o la obligación de
informar con profesionalismo; manejar varias fuentes o sólo una versión
del hecho; manipular la información en beneficio propio y de terceros o
ser más objetivo posible; comprar información, engañar o no engañar para
acopiar datos informativos; escribir con respeto a la persona humana o utilizar
palabras peyorativas; ganar dinero a raudales con programaciones
sensacionalistas o vivir en una situación de estrechez económica, etc.
En un
tratado de Deontología periodística se
puede desarrollar temas de vital importancia para la vida profesional de todo
periodista ético. Por ejemplo: Crítica a los periodistas y medios de comunicación, el periodista ético, prohibiciones
éticas a los periodistas, integridad profesional del periodista, el deber ético
de rectificar, actos contrarios a
la ética del periodista, la credibilidad en el periodismo, problemas éticos del
periodista, el plagio como problema ético en el periodismo, la ética del lenguaje en el periodismo y el
bulo informativo.
También se puede
abordar el Ombudsman de la prensa, los conflictos de intereses en el
periodismo, los dilemas éticos en el periodismo, la manipulación informativa,
los fundamentos éticos del periodismo, y
la responsabilidad social, jurídica,
ética y política del periodista, entre otros temas.