EL PENSAMIENTO CRÍTICO:
ANÁLISIS CONCEPTUAL, CAPACIDADES Y ELEMENTOS
Escribe: Eudoro Terrones Negrete
En Canadá, Estados Unidos e Inglaterra se empezó a
generar -a mediados de los años 70- un movimiento que fue resultado de una
sensación generalizada de insatisfacción con los cursos tradicionales de lógica
formal, lógica simbólica.
Dicho movimiento se dedicó a promover como alternativa
la enseñanza del pensamiento crítico ("critical thinking"). Uno de
los primeros filósofos en usar la expresión "Critical Thinking" como
título de un libro de lógica fue Max Black (1946); otros autores prefirieron
títulos como "El arte de razonar", "Lógica práctica",
"Lógica aplicada", etc., pero sobre todo usaron la expresión "lógica
informal".
El pensamiento
crítico ha recibido importantes contribuciones de una variedad de disciplinas,
entre ellas, de la Psicología cognitiva, la Filosofía, la Psicología
comportamental y de especialistas en teoría curricular.
El pensamiento crítico trata de examinar la
estructura de los razonamientos sobre la base de cuestiones de la vida diaria y
procura superar la parte mecánica del estudio de la lógica, así como entender y
evaluar los argumentos en sus hábitats naturales, por ejemplo, el jurídico, el
estético y el ético; estudiar las falacias en el contexto de la vida cotidiana
de las personas y la lógica proposicional.
El pensamiento crítico, elemento importante
para el éxito en la vida de las personas, se caracteriza por ser un pensamiento
reflexivo y razonado que fundamenta debidamente las afirmaciones y se orienta a
decidir qué creer o qué hacer.
En palabras de Vincent Ryan Ruggiero, el
pensamiento crítico "nos ayuda a interpretar ideas complejas, a evaluar
las evidencias a favor de un argumento, y a distinguir entre lo razonable y lo
no razonable".
El objetivo principal del pensamiento crítico
es analizar y evaluar la consistencia de los razonamientos, aquellas
afirmaciones que la sociedad acepta como verdaderas; es evitar las presiones
sociales que conducen al conformismo y a la estandarización; es dudar de todo
lo que se lee, escucha o ve, para alcanzar una posición razonable y válida.
El desarrollo del
pensamiento crítico fue uno de los grandes temas que las reformas educativas de
los países de América Latina incorporaron como meta a alcanzar durante la
década de los años 90, por mayores
niveles de aprendizaje en los estudiantes, una mejor calidad de la enseñanza y
una mejor adaptación a los cambios de la sociedad global.
ANÁLISIS CONCEPTUAL DE PENSAMIENTO CRÍTICO
Diversos autores
trataron de definir el pensamiento crítico desde su particular punto de vista.
He aquí los principales:
Definiciones de pensamiento crítico
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Autores
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Definiciones
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Chance,1986.
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El
pensamiento crítico es la habilidad de analizar hechos, generar y organizar
ideas, defender sus opiniones, hacer comparaciones, hacer inferencias,
evaluar argumentos y resolver problemas.
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Ennis,
1987.
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El
pensamiento crítico ha sido definido como el pensamiento razonado y reflexivo
que se centra en decidir qué creer o qué hacer.
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Tama,
1989.
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El
pensamiento crítico es una forma de razonar que requiere del apoyo adecuado
para sus propias creencias y la resistencia a cambiar estas, salvo que las
alternativas estén bien fundamentadas.
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Mertes,
1991.
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El
pensamiento crítico es un proceso consciente y deliberado que se utiliza para
interpretar o evaluar información y experiencias con un conjunto de actitudes
y habilidades que guíen las creencias fundamentadas y las acciones»
|
Scriven
y Paul, 1992.
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El
pensamiento crítico es el proceso intelectualmente disciplinado de activar y
hábilmente conceptualizar, aplicar, analizar, sintetizar y/o evaluar
información recopilada o generada por observación, experiencia, reflexión,
razonamiento o comunicación, como una guía hacia la creencia y la acción.
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Wikipedia,
La enciclopedia libre.
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«El
pensamiento crítico es un proceso mediante el cual se usa el conocimiento y
la inteligencia para llegar, de forma efectiva, a la posición más razonable y
justificada sobre un tema, y en la cual se procura identificar y superar las
numerosas barreras u obstáculos que los prejuicios o sesgos introducen. El
pensamiento crítico se propone analizar o evaluar la estructura y
consistencia de los razonamientos, particularmente opiniones o afirmaciones
que la gente acepta como verdaderas en el contexto de la vida cotidiana. Tal
evaluación puede basarse en la observación, en la experiencia, en el
razonamiento o en el método científico. El pensamiento crítico se basa en
valores intelectuales que tratan de ir más allá de las impresiones y
opiniones particulares, por lo que requiere claridad, exactitud, precisión,
evidencia y equidad. Tiene por tanto una vertiente analítica y otra
evaluativa. Aunque emplea la lógica, intenta superar el aspecto formal de
esta para poder entender y evaluar los argumentos en su contexto y dotar de
herramientas intelectuales para distinguir lo razonable de lo no razonable,
lo verdadero de lo falso…».
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CAPACIDADES DEL PENSAMIENTO CRÍTICO
Según Robert H. Ennis
(1987) doce son las capacidades del pensamiento crítico: 1. Centrarse en la
pregunta, 2. analizar los argumentos, 3. formular preguntas de clarificación y
responderlas, 4. juzgar la credibilidad de una fuente, 5. observar y juzgar los
informes derivados de la observación, 6. deducir y juzgar las deducciones, 7.
inducir y juzgar las inducciones, 8. emitir juicios de valor, 9. definir los
términos y juzgar las definiciones, 10. identificar los supuestos, 11. decidir
una acción a seguir, y 12. interactuar con los demás.
Otros autores sugieren
el uso de un conjunto menor de habilidades generales para la descripción y
aplicación del pensamiento crítico, consignando entre ellas el conocimiento (el
producto del pensamiento), la inferencia (deducción e inducción), la evaluación
(analizar, juzgar, sopesar y emitir juicios de valor) y la metacognición
(“pensar sobre el pensamiento”).
ELEMENTOS DEL PENSAMIENTO CRÍTICO
En
su obra sobre La formación del
pensamiento crítico, J. Boisvert considera diez elementos que caracterizan
el pensamiento crítico: (1) la evaluación de la credibilidad de las fuentes;
(2) el reconocimiento de las conclusiones, de las razones y de los
presupuestos; (3) la apreciación de la calidad de un argumento, incluida la
aceptabilidad de sus razones, de sus presupuestos y de los hechos sobre los
cuales él se apoya; (4) la elaboración de su propio punto de vista sobre una
cuestión y su justificación; (5) la formulación de preguntas y de
clarificaciones pertinentes; (6) la concepción de experiencias y de evaluación
de planos de experiencia; (7) la definición de los términos en función del
contexto; (8) la expresión de una apertura de mente; (9) la propensión a
ofrecer un esfuerzo constante para estar bien informado; (10) la formulación de
conclusiones cuando la situación lo justifica, demostrando prudencia.[1]
[1] Boisvert, J. (2004). La
formación del pensamiento crítico. México, Fondo de Cultura Económica, pp.17-18.