REGLAS PARA EL EFICAZ ESTUDIO UNIVERSITARIO
Escribe: Eudoro Terrones Negrete
Para el eficaz estudio universitario es
necesario lo siguiente:
Ambiente apropiado para el estudio.
Aplicar una o más técnicas de estudio
según la naturaleza, complejidad y trascendencia de la asignatura.
Aprovechar al máximo el tiempo libre.
Arreglar su tiempo de estudio de tal
manera que, al estudio de una asignatura, le siga otra que se atan diferente de
la primera.
Buscar en el diccionario el significado
de las palabras nuevas.
Considerar periodos de estudios
adicionales cuando se acerque las fechas de las evaluaciones semestrales.
Cuando esté leyendo algo deberá prestar
atención al material gráfico (diagramas, gráficas, dibujos, tablas, etc.).
Empezar con un lápiz en la mano a hacer
el primer borrador de la programación de tiempo de estudio, a fin de poder
realizar los cambios o ajustes necesarios con toda facilidad.
Emplear de manera adecuada las
herramientas mentales.
Enlazar sus nuevos conocimientos
aprendidos con lo que ya sabe de antemano.
Luego de un tiempo moderado de estudio
intenso, introducir un período de descanso, relajamiento o un cambio de
actividad.
Mientras se estudia deberás hacerse
algo, por ejemplo: escribir, subrayar, esquematizar, verificar referencias,
hacer mapas mentales, etc.
No estudiar después de una comida
abundante. «La explicación que ofrecen es la de que el comer demasiado hace que
una gran cantidad de sangre se agolpe en el estómago, dejando en esos momentos
menos sangre en el cerebro» (Otis D. Froe y Otyce B. Froe, «Cómo obtener
fácilmente mejores calificaciones»).
No estudiar durante periodos de tiempo
demasiado largos o de un tirón. Siempre deberá tomarse unos minutos de
descanso.
No estudiar en una postura demasiado
relajada o cómoda.
Planificar el tiempo de estudio para el
día, la semana o el mes.
Ponerse a estudiar cuando se es capaz
de conceder la máxima energía a la asignatura.
Por cada hora de clase en cada
asignatura, planificar un mínimo de 2 horas de estudio.
Programar, cuando menos, una hora cada
semana para repasar los temas de las asignaturas.
Probar sus conocimientos interviniendo
en las sesiones de aprendizaje de sus asignaturas o repitiéndolas sin error
alguno.
Tener actitud psicológica positiva o
favorable al estudio, es decir, buen estado de ánimo antes, durante y después
de estudiar.