Artículos periodísticos y de investigación

Translate

10 de abril de 2020

INTRODUCCIÓN A LOS ASPECTOS GENERALES DE LA FILOSOFÍA


INTRODUCCIÓN A LOS ASPECTOS GENERALES

 DE LA FILOSOFÍA[1]

Escribe: Eudoro Terrones Negrete


El hombre desde que aparece en el planeta Tierra asume una posición crítica y reflexiva, de asimilación, comprensión y respuesta a los problemas de la vida cotidiana, poniendo en juego para ello su razón e inteligencia, su imaginación creadora y voluntad, su espíritu de superación y pensamiento con el fin de lograr mejores niveles de vida, de bienestar y de felicidad.

Empieza por descubrir nuevas cosas, por conocer nuevos objetos, por comprender mejor sus capacidades, potencialidades, posibilidades y limitaciones. Empieza por descubrir sus habilidades y destrezas, sus virtudes y defectos. Asume una actitud interrogativa acerca del origen de todo lo que existe, acerca de las esencias, características y naturaleza del ser del hombre, acerca del ser qué (¿qué es esto? ¿qué es aquello?) y acerca del ser por qué (¿por qué es así y no de otra manera?).

En el cotidiano devenir del tiempo y de la historia, cualquier trozo del universo material, cualquier objeto del mundo, cualquier problema individual o social, etc., se convierte en alojamiento del espíritu humano, en procura de entender y explicarse el auténtico sentido, el espíritu y la orientación de las cosas, el destino y la vida del hombre frente al universo. La razón asume su plena función, los órganos sensoriales no dejan de funcionar, el hombre entra en diálogo con su medio ambiente, con sus semejantes que lo circundan, en un proceso de conocimiento, de adecuación o socialización a efecto de alcanzar una vida digna de ser vivida y de convertirse en un activo agente de transformación de su sociedad.

Si el pensamiento sirve para algo, es precisamente para liberar al hombre de sus angustias y frustraciones, de sus complejos y posibles fracasos, de sus extravíos sociales, de sus vicios y defectos, de su ignorancia supina. Y todo este quehacer mental forma parte del campo operacional de la filosofía. Todo ser humano tiene su propia filosofía, tiene su peculiar forma de ver las cosas, de enfocar y resolver los problemas existenciales, tiene su singular manera de encarar la fenoménica social, las situaciones y circunstancias de la vida.

De ahí resulta la existencia heterogénea de filosofías, así en plural, antes que de una filosofía, así en singular. Se explica, entonces, que cada filósofo tiene su propio concepto de lo que la ocupación filosófica debe ser, es decir sobre su propio objeto y método de estudio. Por eso es que hay tantas filosofías como filósofos existentes, que se inscriben en determinadas corrientes filosóficas, llámense éstas; idealista, materialista, humanista, vitalista, pragmática, existencialista.

Toda concepción filosófica es relativa, es producto de la época en que vive determinado filósofo. Todo enfoque filosófico depende del punto de observación del filósofo y de los antecedentes de una determinada corriente. Lo que para una época es válida o útil, para otra época tal vez no lo sea necesariamente. Ninguna filosofía se explica al margen de las filosofías anteriores, una siempre resulta negando, superando o perfeccionado a la otra, tomando posición y distancia, acercamiento o asimilación. Por ejemplo, el materialismo surgió del idealismo, la filosofía de Hegel tuvo su asiento en la filosofía de Heráclito, la de Marx en la de Hegel, y así sucesivamente.

Todas las ramas del conocimiento humano tienen su propia filosofía, pues tratan de explicar el cómo, cuándo, dónde, por qué y para qué de una determinada ciencia. Así tenemos por ejemplo: filosofía de la ética, filosofía del derecho, filosofía de la lógica, filosofía de la filosofía, filosofía del arte, filosofía de la ciencia, filosofía de la religión, filosofía de la historia, filosofía de la cultura, filosofía de la educación y filosofía del lenguaje.

La filosofía que se inicia con la simple especulación y acumulación de conocimiento por parte del hombre, con el aprisionamiento racional del significado de las cosas, con la mera contemplación, admiración o asombro de todo cuanto ocurría y existía, con el devenir del tiempo se convierte en un esfuerzo mental sistemático para entender, interrogar, explicar y transformar el mundo en que vive, para fijar su propio lugar en este mundo infinito de posibilidades de autorrealización humana.

No podemos dejar de mencionar y destacar que a través de la historia de la humanidad, la filosofía se ha enriquecido en su contenido y naturaleza, en sus métodos, en sus procedimientos y fines, ha mostrado una serie de características que ligeramente mencionaremos. Nosotros consideramos que la filosofía, indudablemente, constituye un gran esfuerzo intelectual auto-disciplinado y sistemático, en una autorreflexión universal, es una aspiración al conocimiento sin supuestos de lo esencial y necesario. La filosofía es una forma de vida teórico-práctica que persigue los principios de las cosas y busca el principio de los principios en un conocer por conocer. La filosofía mantiene el afán, la voluntad y el camino de redención del hombre al permitirle encontrar la verdad desnuda y plena, aquella verdad que no mantiene complicidad con la ignorancia y el empirismo, que no convive con la superstición ni peca de puro materialismo ortodoxo, más bien aquella verdad que insufla de contenido y fuerza espiritual y moral a la vida de los hombres de cara con el futuro justiciero.

La filosofía constituye para nosotros parte integral de la vida social, política, cultural, económica, estética y moral del hombre, he ahí su interés universal,  y no simple especulación aislada de algunos intelectuales y  escasa atención por la diversidad de los fenómenos mentales aislados.

Nos adelantamos en manifestar la importancia que reviste la filosofía en la sociedad y en la vida del hombre. La filosofía permite que el hombre combine, armonice e interrelacione las ideas para formar un sistema de pensamiento positivo y pragmático, a efecto de descubrir, encontrar y desentrañar las causas supremas y los efectos entre las ramas del saber humano. Sugiere una forma de vida personal más viable que la del irreflexivo hombre común y corriente. Permite ensanchar la imaginación creadora y crítica, enriquecer el bagaje cultural y el mundo psíquico para posibilitar la transformación de la sociedad.

La filosofía posibilita el saber acerca de lo existente y la formación de una visión congruente del universo, de una concepción integral del hombre, de la sociedad y la existencia, en sus esencias recónditas, en sus múltiples posibilidades, limitaciones y definiciones. Permite entender, explicar y esclarecer la naturaleza, la esencia y las condiciones del hombre en cuanto ser-sujeto y de los objetos del mundo exterior en cuanto ser-objeto.

La filosofía es una meditación sobre la vida y la muerte, sobre el destino y futuro del hombre, sobre los conflictos y problemas humanos que en sus reconditeces escapan a las demás ciencias particulares.

No hay cosa más noble, decía Epicuro, que aplicarse a la filosofía. Sin filosofía, opinaba Bacon, nada me importaría la vida, recalcando que poca filosofía inclina el espíritu del hombre al ateísmo, pero profunda filosofía le conduce a la religión.

Nos contentamos y haríamos mucho con llegar a un término medio, respetando el derecho de cada quien de ejercer su libertad de conciencia y de pensamiento, sin presión de ninguna clase.





[1] Extraído de la obra FILOSOFÍA (TEXTO UNIVERSITARIO) escrita por Eudoro Terrones Negrete y prologada por el Dr. Enrique L. Dóriga. Escuela de Periodismo “Jaime Bausate y Meza”, Categoría Universitaria, Ley N° 25167. Edición Gráfica Ícaro Comunicaciones, Lima-Perú, primera edición, 4 de abril de 1992,  pp.19 al 23.

Compartir:

Entradas anteriores