Artículos periodísticos y de investigación

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16 de abril de 2020

PROHIBICIONES DEL PERIODISTA DIGITAL


PROHIBICIONES DEL PERIODISTA DIGITAL


                    Escribe: Eudoro Terrones Negrete

   El periodista digital, en el cumplimiento de sus tareas y funciones cotidianas está prohibido de realizar una serie de acciones como las siguientes:
  Presentar como personalmente visto lo que solamente fue oído o publicar conjeturas como hechos establecidos.
   Omitir voluntariamente algún hecho esencial o deformarlo deliberadamente.
   Usar un lenguaje vulgar, indecente, obsceno, repulsivo o pornográfico.
   Efectuar entrevistas, reportajes, crónicas, comentarios, etc., que fomenten tensiones, divisiones, enfrentamientos o desórdenes sociales.
  Cometer delitos de prensa: injuria, calumnia, difamación, apología del terrorismo y delito de pánico financiero.
   Atentar contra la reputación de las personas y de las instituciones.
  Manipular la información y el comentario por presión social, política, económica, sindical o religiosa.
   Deformar la verdad por omisión, error o falso énfasis.
  Nominar en sus informaciones a los familiares y amigos de personas acusadas o condenadas por un delito, salvo que su mención resulte necesaria para que la información sea completa y equitativa.
 Difundir seudo-ciencias, tales como: ocultismo, astrología o cartomancia, quiromancia, numerología y grafología.
  Delatar, murmurar y adular.
  Pasar por alto algún indicio o pista de investigación, venga de donde viniere, que permitan sacar a luz actos y hechos ocultos.
  Utilizar en beneficio propio las informaciones privilegiadas de las que tiene conocimiento.
 Utilizar en su propio beneficio económico datos financieros de los que tenga conocimiento antes de su difusión general, ni podrá transmitir dichos datos a terceros.
   Escribir sobre acciones o valores en los que tenga  interés financiero propio o de sus familiares.
   Frustrar la manifestación de opiniones divergentes o impedir el libre debate de las ideas en el medio donde labora o en otros medios.
  Prestar su nombre para amparar publicaciones o programas radiales y televisivos donde no tenga participación efectiva.
   No olvidar la máxima de Walter Williams: «Ninguno debe escribir como periodista aquello que no podría decir como caballero».
                

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