HENRI
BERGSON, EL FILÓSOFO DE LA INTUICIÓN
Escribe:
Eudoro Terrones Negrete
Henri Bergson, el filósofo de la intuición
EL
VITALISMO
El vitalismo viene a ser
la doctrina filosófica que explica los fenómenos físico-psíquicos en un
determinado organismo partiendo de un principio vital. El término vitalismo
proviene del latín “vitalis” que significa “con vida”.
La doctrina filosófica
del vitalismo es la negación del materialismo y del espiritualismo. Considera a
la materia como un caso particular o límite de la vida y explica los procesos
de la actividad vital a través de factores inmateriales insertos en los
organismos vivos (entelequia, élan vital, impulso hacia la forma, etc.).
BREVE RESEÑA
BIOGRÁFICA
Henri Bergson, notable filósofo
y escritor francés, llamado el filósofo
de la intuición, nació en París el 18 de octubre de 1859 y murió en París el
4 de enero de 1941 a causa de una pulmonía adquirida en una fila tras la espera
de unos cupones de alimentación. De familia israelita, llegó a doctorarse en
Letras, a ser miembro de la Real Academia Francesa desde 1914 y a recibir el
Premio Nobel de Literatura en 1927 por su obra “La evolución creadora”.
Bergson fue el filósofo más
original, profundo y convincente del vitalismo del siglo XX. Es autor de la
teoría del “Yo profundo” y prominente representante del intuicionismo, habiendo dotado al término intuición de base científica.
Herbert Spencer, John
Stuart Mill, Charles Darwin, Ralph Waldo Emerson y Manuel Kant influyeron en el
proceso evolutivo de su pensamiento.
Bergson fue maestro,
entre otros, de Jacques Maritain y de Gabriel Marcel.
LA
FILOSOFÍA DE LA VIDA
Su doctrina que significó
una cerrada reacción contra el positivismo o materialismo imperante en la
segunda mitad del siglo XIX logró tener gran aceptación en Europa, América
Latina y en el mundo entero influenciando en los campos de la filosofía existencialista,
de la literatura, del arte y del pensamiento socio-político.
Sostuvo que la ciencia y
el pensamiento científico es incapaz mediante el análisis y la abstracción de
mantener ni de captar la vida y el espíritu, que son el fondo de la realidad.
Sólo es posible tal cometido mediante el método de investigación intuitiva.
Enzo Paci diría al
respecto que la Filosofía de la Naturaleza en cuanto filosofía de la evolución
y del proceso natural es la de Henri Bergson.
Para la filosofía de la
vida, la vida es el valor supremo, el valor más elevado, el bien de todos los
bienes, a cuya conservación y exaltación todo debe supeditarse, explica
Leisegang.
OBRAS
Bergson ha escrito obras
como estas: Ensayos sobre los datos inmediatos de la conciencia (1889), Materia
y Memoria (1896), La Risa (1899), La evolución creadora (1907), La percepción y
el cambio (1911), Un estudio sobre el pragmatismo de W. James (1911), La
Energía Espiritual (1919), Duración y
simultaneidad (1922), Lo posible y lo real (1930), Posición de los problemas
(1930), Las dos fuentes de la Moral y de la Religión (1932), El pensamiento y lo moviente (1934), Obras
escogidas (México, 1963), Introducción a
la metafísica (1979).
INTELIGENCIA,
INSTINTO E INTUICIÓN
En la concepción
bergsoniana instinto e inteligencia son tendencias muy relacionadas, ninguna se
separa de la otra totalmente. Por la inteligencia
el hombre es capaz de fabricar instrumentos artificiales y variar su
fabricación, el hombre es originariamente “homo faber” y no “homo sapiens”. La
inteligencia surge de la vida creadora, está orientada hacia los fines de la
vida, está orientada hacia la conciencia. La inteligencia es un mecanismo
fotográfico que toma instantáneas inmóviles del devenir e intenta reproducir
mediante la sucesión de las mismas. Por el instinto
el hombre es capaz de utilizar y de construir instrumentos orgánicos. El
instinto está orientado hacia la inconsciencia, es el conocimiento de una
materia, mientras la inteligencia es el conocimiento de una forma.
LA
INTUICIÓN
La intuición es el
conocimiento directo e inmediato de algo sin la intervención de la memoria o de
la razón. En otras palabras, es la visión directa e inmediata de un objeto de
pensamiento aprehendido en su realidad individual por medios distintos al del
conocimiento discursivo y conocimiento analítico.
Bergson define la
intuición como “simpatía intelectual” que nos transporta al interior de un
objeto para coincidir con él en lo que tiene de único, de inefable. La
intuición es el retorno consciente de la inteligencia al instinto.
La intuición nos revela
lo que los seres son en sí mismos, nos revela la duración de la conciencia y de
su especialización operada por la inteligencia, la intuición nos permite
hacernos conscientes de nuestra libertad y nos hace capaces de alcanzar el “impulso
vital” (fuerza creadora de la evolución biológica).
El único objeto de la
intuición es el “espíritu”, razón por lo que Bergson define también a la
intuición como “la visión directa del espíritu por parte del espíritu”.
Intuición es la “percepción del espíritu”, en cambio “experiencia” es para
Bergson la percepción externa de un objeto material. Mientras a la Metafísica
compete la intuición del espíritu, a la Ciencia compete el conocimiento
intelectual de la materia.
Así como el “análisis” es
el procedimiento que utiliza el entendimiento, “simpatía” es el procedimiento
que utiliza la intuición.
Hay intuición en el arte,
al percibir algo y expresarlo; hay intuición en la religión, cuando el alma
experimenta la divinidad absoluta sustentada por el sentimiento religioso; y
hay, finalmente, intuición filosófica, que es el modo de conocimiento que capta
la realidad verdadera, la hace y lo capta en forma inefable, directa,
inmediata, completa y adecuada. Así el conocimiento del Sol es intuitivo
mientras no dejamos de mirar el Sol; el conocimiento que los Santos tienen de
Dios también es intuitivo, etc.
LA
DURACIÓN REAL O TIEMPO
La realidad que el
filósofo descubre mediante el método intuitivo es lo que Bergson denomina “duración”
o tiempo concreto. La vida, o sea el “impulso vital”, está relacionado con el
tiempo, con aquél tiempo que siente el hombre como continuidad y duración, no
con aquél tiempo común y corriente o tiempo físico (tiempo cronológico)
dividido en segundos, minutos y horas. El tiempo real escapa a las ciencias
matemáticas advertía Bergson.
La duración real viene a
ser el “dato de la conciencia” liberado de toda supra-estructura intelectual o simbólica
y aceptado en su simplicidad originaria. La duración es el progreso continuo
del pasado, que roe el futuro y se acrecienta avanzando.
El evolucionismo
espiritualista de Bergson, refiere Nicolás Abbagnano, identifica el proceso
continuo, incesante y progresivo de la evolución con el devenir temporal de la
conciencia.
ALGUNOS
PENSAMIENTOS
He aquí algunos
pensamientos fundamentales de Bergson:
“Debemos obrar como
hombres de pensamiento; debemos pensar como hombres de acción”.
“La inteligencia se
caracteriza por una incomprensión natural de la vida”.
“Cambiar es madurar”.
“El presente sólo se
forma del pasado, y lo que se encuentra en el efecto, estaba ya en la causa”.
“Para un ser consciente,
el existir consiste en cambiar, en madurar, en crearse indefinidamente a sí
mismo”.
“Nuestra inteligencia
está destinada a asegurar la inserción perfecta de nuestro cuerpo en su medio”.
“El ojo ve solo lo que la
mente está preparada para comprender”.
“La inteligencia se
caracteriza por una incomprensión natural de la vida”.
“No hay nada en filosofía
que no pueda expresarse en lenguaje cotidiano”.
“Existir es cambiar,
cambiar es madurar, madurar es continuar creándose a uno mismo, indefinidamente”.
“El tiempo es invención o
no es nada en absoluto”.
“El hombre sapiens, la
única criatura dotada de razón, es también el único ser que aferra su
existencia a cosas irracionales”.
“La especulación es un
lujo, mientras que la acción es una necesidad”.
“La única cura para la
vanidad es la risa, y el único defecto que es de risa es vanidad”.
“La religión es al
misticismo lo que la divulgación es a la ciencia”.
“Lo que hacemos depende
de lo que somos; pero debe añadirse que somos, en cierta medida, lo que hacemos
y que nos creamos continuamente a nosotros mismos”.
“En donde hay alegría,
hay creación. Cuanta más rica es la creación, más profunda es la alegría.
“El triunfo de la vida es
expresada mediante la creación”.