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12 de abril de 2020

PRESENTACIÓN DE LA OBRA“FILOSOFÍA DE LA GLOBALIZACIÓN”, DEL DR. EUDORO TERRONES NEGRETE


PRESENTACIÓN DE LA OBRA“FILOSOFÍA DE LA GLOBALIZACIÓN”, DEL DR. EUDORO TERRONES NEGRETE

Escribe: Dr. Roberto M. Mejía Alarcón



Resulta tarea difícil escribir un discurso sobre un amigo y colega o sobre su obra, si con él se ha compartido dos décadas de trabajo conjunto, enfrentando diversas situaciones que una intensa vida institucional nos ofrece y que el tiempo ha logrado soldar en una sólida amistad de décadas, fundada en el respeto, la tolerancia, el afecto, pero, sin duda, en la búsqueda de ideales que poco a poco se han hecho comunes.

Quien conozca al doctor Eudoro Terrones Negrete, entiende que se trata de un maestro y un periodista seducido por la filosofía que, desde esa pasión, ha dedicado parte de su vida a enseñarla pero también a sistematizar sus estudios, a darles forma pedagógica primero y ahora ensayando un enfoque general que ofrezca una visión más o menos certera del hombre y de la actualidad compleja y cambiante. Un gran despliegue intelectual, audaz en el sentido que busca la integralidad o totalidad que promueve el francés por adopción Edgar Morin y que siempre fue el propósito del marxismo y otras grandes escuelas del pensamiento

Filosofía de la Globalización (Un cambio de época y una época de grandes cambios), libro editado por el Fondo Editorial de la Escuela de Periodismo, hoy Universidad, Jaime Bausate y Meza, según ley 29278, es una obra con ambición enciclopédica, y a la vez plasma el gran esfuerzo por entregar una información que llegue a un público amplio para que siembre y despierte en él el afán de conocer y saber.

En esta obra, Eudoro Terrones Negrete muestra que el concepto de globalización usado desde el último tercio del siglo XX, no es el mismo que utilizamos en el presente siglo, en 40 años el concepto ha cambiado y hemos cambiado con él.

Desde el Capítulo I Filosofía de la Globalización, tiene un orden y proyección didácticos, busca en todo momento hacer sencillo lo que es complejo, sin caer en simplicidades. Su discurso busca la concisión y el lenguaje directo en la presentación de la información y en la reflexión filosófica en torno a loa visión filosófica del hombre. A pesar del formidable esfuerzo científico desplegado, el ser humano, al final, ha logrado conocer que es insignificante en términos temporales, que la vida del hombre es poco comparada con el tiempo de existencia del mundo y de la vida misma.

¿Qué es el hombre? Se pregunta el autor, y responde que esta interrogante es tan antigua como la propia humanidad, que hemos tratado de buscar respuestas desde diversos enfoques (una batería de ciencias) para conocer su esencia y existencia. Al respecto, nos ilustra con una serie de filósofos, autores de potentes definiciones del hombre y –por supuesto- también se atreve a formular su propia síntesis del hombre, al que concibe como una totalidad concreta en un cuerpo animado y de un alma inteligente que vive en un determinado espacio y tiempo históricos. También aborda la diferenciación hombre/especie animal, que no se produce por un factor prominente, sino por varios como la conciencia, el lenguaje articulado, los juicios de valor, la producción de instrumentos de trabajo, la vocación de servicio, etc., que son pues los vectores de la humanización y de la desanimalización.

En el ítem La filosofía en un mundo cambiante, nos explica que la competencia de la filosofía es interpretar, comprender, explicar y describir el universo, las cosas, el hombre y la vida, se adscribe a la idea platoniana que ella es la madre de todas las ciencias y que, desde los griegos, indaga por el principio u origen de todas las cosas. Por eso, para nuestro autor, la explicación filosófica del fenómeno económico del Tercer milenio que es la globalización y la sociedad global pueden ser explicadas críticamente en su origen, significado, alcances, dimensiones y perspectivas, cabalmente por esta rama del saber. Respecto a la nominación de los tiempos en que vivimos, en el ítem Las denominaciones a la Era de la Globalización, no encuentra solución o definición, pues nos presenta más de 60 definiciones para mayor ilustración del lector, pero la faena sería redonda si opta por una de ellas.

Continúa Terrones Negrete, en el mismo capítulo, razonando, con el aporte de varios filósofos y científicos que van desde Confucio hasta Wallerstein, pasando por Soros, Fergusson y Giddens, el origen antiguo y recurrente del proceso global, en desmedro de quienes piensan que la globalización es un fenómeno único y singular y hasta último en la historia de la humanidad, cuyo significado no se resuelve discutiendo si se la acepta  o rechaza; se trata que la globalización beneficie al hombre y por lo tanto, debemos hacer todo lo posible para que tenga rostro humano. También establece un significado amplio, integrador y participativo de la globalización. Aunque al referirse a las características de la globalización reconoce que es un fenómeno inducido, asimétrico, ligado a fuerzas económicas poderosas y usufructuaria de las tecnologías.

Cerrando el Capítulo I, el autor aborda el tópico de La ética en el proceso de globalización y el de las consecuencias de la globalización. Sobre lo primero, afirma que deviene en necesidad imperiosa para humanizar al pequeño, mediano y gran capital nacional y transnacional y ponerlo al servicio del hombre. Llama nuestra atención y es reiterativo sobre las conocidas consecuencias de la globalización; finalmente, sobre las respuestas que deberíamos plantear frente a la globalización, nuestro amigo y autor formula una respuesta local (Pág.41), tal vez muy local, lo que expresa su profundo amor e identificación con las instituciones históricas del país que lo vio nacer.

En el Capítulo II Los grandes cambios en la Era de la Globalización, es un pretexto para abogar por el hombre, pues a pesar de las grandes transformaciones globales, de los grandes inventos e innovaciones el hombre aún no termina de recorrer los caminos de sus justas aspiraciones individuales, laborales y profesionales. El autor fiel a su formación espiritual, muestra optimismo en que el hombre puede lograr mayores niveles de libertad, de dignidad y de justicia social, que es lo no logrado en estas últimas décadas en que se ha tratado de imponer la pretensión de una cosmovisión única y universalmente válida, que evidentemente ha llegado a su fin.

Enseguida se procede a una caracterización del vertiginoso siglo XX y del sófico siglo XXI, es decir del siglo del saber, de la información, pero también de la libertad y de la democratización. Abundando en esta caracterización para expresar la profundidad y complejidad de los cambios en expresiones como la Nueva terminología, la transitoriedad, el capital intelectual, cambio en lo gnoseológico, cambio en la tecnológico, cambio en lo social (ámbito en el que halla más riesgos que esperanzas), cambio en el mercado de trabajo, cambio en lo cultural, distanciamiento entre el tiempo y el espacio, la desterritorialización, las nuevas tendencias locales, las culturales globales, la hibridación, el cambio de la educación y los cambios profesionales, en donde halla las nuevas profesiones, acordes a los otros cambios del mundo y de la vida, arduo trabajo edificar las nuevas opciones profesionales, pero también las emergentes vocaciones, facilita así una tarea a instituciones educativas en busca de formar profesionales ad hoc a los problemas del mundo. En todo este amplio espectro de observaciones, identifica la centralidad del teleprofesor, del telestudiante y de los cambios culturales, particularmente en el campo de la educación.

Atención especial merecen las referencias que sintetiza el doctor Terrones Negrete respecto del Aprendizaje virtual, que es a la vez una modalidad de enseñanza a distancia, surgida de la integración de las técnicas derivadas de la revolución en las comunicaciones, que han enriquecido la educación potenciando su impacto, involucrando a más sectores sociales, economizando recursos y multiplicando los conocimientos y la velocidad de su circulación. Por otro lado, ante el panorama alentador generado por la globalización tecnológica, nos coloca ante los Retos de la educación universitaria del Siglo XXI, como son la adaptación a los cambios, proyectar nuevos aprendizajes ante la cambiante realidad, corporativizar la universidad, facilitar el acceso a la educación universitaria, fomentar la participación activa y calificada de la mujer, reforzar las funciones de investigación y servicio a la sociedad.

Sobre la formación de una organización inteligente, como una de las innovaciones del nuevo siglo en la sociedad de la información, que será posible si se cultivan y desarrollan algunas acciones básicas y requisitos que los involucrados en las organizaciones deben tener en cuenta: aprendizaje interactivo y en equipo; autonomía en el logro de objetivos, cultivo de disciplinas básicas de dominio personal, modelo mental, construcción de una visión compartida, entre otros, que ayudan a la integración y a compartir experiencias sin castigar el error y en permanente actitud de búsqueda.

Evidentemente, el autor de este libro es un crítico de la globalización pero está seducido por sus procesos particulares. Por eso, permanentemente enrumba su enfoque y pensamiento Hacia una globalización con rostro humano, que no es otra cosa que contrarrestar el individualismo, el utilitarismo y el predominio de los intereses privados por sobre los públicos y colectivos. Presenta un diagnóstico aterrador de cifras y estadísticas sobre la naturaleza del proceso globalizador y promueve, en consecuencia, una sociedad equitativa, solidaria, digna y humana con desarrollo sostenido, sustentable y justa.

Pero todo lo elaborado hasta ahora por Eudoro Terrones no tendría sentido si no abordamos con el énfasis que él pretende darle al Capítulo II. La Ética en la Era de la Globalización. Así como resalta la búsqueda de una globalización con rostro humano, así en su obra se puede constatar un permanente enfoque y una gran preocupación del autor por el comportamiento del hombre en la era de la globalización y por los impactos de ésta en la moral de nuestro siglo.

Reitera, siguiendo la línea de reflexión de otros pensadores, que no puede existir el hombre sin ética, sin moral y sin valores, factores que permiten al ser humano conseguir la perfección de su naturaleza y conducta para alcanzar los máximos bienes a los que aspira. Eudoro Terrones, no porque se considere un hombre tradicional, sino que comparte con otros pensadores como Krishnamurti, la idea de que el mal de nuestro tiempo es la pérdida de la conciencia del mal, por eso emprende críticas abiertas contra la demagogia, el doble discurso, la fetichización de la economía, la deshumanización de las relaciones sociales, la guerra mediática, el terrorismo fiscal, la crisis de credibilidad, las noticias basuras, el capitalismo salvaje, en fin, una serie de conceptos que lo único que expresan con eficacia es el grave desequilibrio moral y ético de los hombres de la era de la información y de la comunicación, pero hay algo más profundo que escarba el autor, cuando se refiere a que las libertades de ser, de creer, de discernir, de pensar, y de expresarse libremente están siendo desplazadas por la libertad de consumir, de producir, la libertad de mercado, de ganar dinero, por todo esto cree que la sociedad global muestra una época de nostalgia e incertidumbre y nihilismo, de fragilidad y flexibilidad, de vigencia de libertades y derechos  pero también de exclusión y fragmentación.

Muchas son las reflexiones filosóficas y las preocupaciones éticas desarrolladas por el autor de Filosofía de la Globalización (Un cambio de época y una época de grandes cambios), hemos tratado de hacer una presentación, lo más amplia posible, pero al final sólo hemos podido, pergeñar algunas que nos den una ruta certera de las grandes preocupaciones de Eudoro Terrones Negrete, quien entre los temas últimos de su obra, borda el de La Ética corporativa, que, bien se sabe, es una voluntad para cultivar una nueva ética con rostro humano, con responsabilidad social, en la organización e instituciones. El ser no debe reducir su actuación a sus intereses egoístas, su agenda cotidiana debe ser la del bien común.

El hombre emprendedor, el empresario, las empresas, las grandes compañías hoy actúan y están con la tendencia hacia una nueva ética corporativa que implica una actitud moral en el manejo de los intereses, multiplicar los espacios de libertad en las organizaciones, compromiso con la calidad de las operaciones y servicios, articular las políticas de un desarrollo sustentable, promover una cultura del diálogo, erradicar la corrupción y el soborno, negocios lícitos y éticos, preocupación por los consumidores y sus reclamos, y otras normas éticas que –sin duda- pueden contribuir a vivir mejor, que al final es lo que interesa a los seres humanos y es la razón de ser de las ciencias y de la filosofía.
Así culminamos este esfuerzo por presentar la obra de Eudoro Terrones, sin duda hay mucho que analizar y aprender, pero es hora de terminar. Si algo queremos agregar, sólo repetiremos al escritor ruso Alexander Solzhenitsyn: discúlpame por no haberlo visto todo.
Lima, marzo del 2010.
DR. ROBERTO MEJÍA ALARCÓN
Presidente del Consejo Superior de la Universidad Jaime Bausate y Meza




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