Artículos periodísticos y de investigación

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31 de marzo de 2015

EL ESCEPTICISMO


EL ESCEPTICISMO

Escribe: Eudoro Terrones Negrete

Entre una de las principales posiciones filosóficas sobre la posibilidad del conocimiento se considera el escepticismo.

El escepticismo  procede del término skepsis o sképtomai y significa examen, duda, cavilación, observar examinando.

Reflexionemos ligeramente acerca del pensamiento de importantes filósofos que tienen que ver con la doctrina del escepticismo: Protágoras, Gorgias, Demócrito, Pirrón, Arcesilao y Víctor Brochard.

Protágoras decía “Concedo, que la miel parezca ser dulce; más no acepto que lo sea en sí”.

Gorgias defiende el principio siguiente: “Nada existe; si existe algo, no puede ser conocido; si algo es conocido, no puede ser comunicado”.

Demócrito refiere que “En realidad, nada sabemos; la verdad está en las profundidades”.

Pirrón expresa que “Nuestras sensaciones y nuestras opiniones no son falsas ni verdaderas”, “No hay conocimiento, y de dos juicios contradictorios el uno es tan verdadero como el otro”.

Arcesilao revela que el filósofo Sócrates había dicho “Sólo sé una cosa: que no sé nada”, y Arcesilao añade: “y aun esto no lo sé a ciencia abierta”.

Víctor Brochard manifiesta que “El verdadero escéptico es el que de intento y por razones generales duda de todo, excepto de los fenómenos, y se contenta con la duda”.

El escepticismo es una actitud espiritual, fundada en Grecia por Pirrón de Elis (360-270 a.J.C.) y que ha sido desarrollada por Gorgias, Filón de Atenas, Nausífanes de Teos, Arcesilao, Carnéades, Enesidemo, Sexto el Empírico, Demócrito, Timón de Flionte, Montaigne, Charrón, Pascal, Pierre Bayle, Duns Scoto, David Hume, Comte, Spencer, entre otros, nace como una actitud enteramente crítica ante los diversos sistemas filosóficos y finaliza en una actitud dubitativa (de duda) respecto a la posibilidad del conocimiento de las cosas y del valor de la vida. Con el transcurso del tiempo, para efecto de su mejor estudio y comprensión.

El escepticismo reviste las denominaciones siguientes:  Escepticismo lógico (radical o absoluto), escepticismo metafísico (parcial o especial), escepticismo ético y escepticismo religioso o agnosticismo.

CARACTERIZACIÓN

Entre las características básicas del escepticismo podemos mencionar las que siguen:
a)   Nace en oposición al dogmatismo, como actitud crítica.
b)   No rechaza ni admite la existencia de la verdad, pero sí niega y duda que el ser humano sea capaz de conocer o alcanzar la verdad.
c)   Sistematiza la duda con respecto a la posibilidad del conocimiento absoluto, cierto, completo o perfecto de la realidad objetiva por el sujeto o por otra conciencia. El escepticismo sostiene que no hay conocimiento objetivo, pero sí conocimiento subjetivo de parte del sujeto Según el escepticismo sabemos lo que nos parecen los objetos, no lo que sean independientemente de nosotros. Sólo es posible conocer las cosas de un modo probable, no cierto y seguro (probabilismo del conocimiento). El conocimiento no revela cómo son los objetos o las cosas del mundo exterior, sino cómo aparentan ser dichos objetos o cosas.
d)   Todo puede ser verdadero o falso según el punto de vista del sujeto o según el cristal con que se mira.
e)   El escepticismo supone que los objetos son conocidos por el sujeto, a través de una íntima relación influida por factores tales como: el estado de los órganos sensoriales; el estado anímico de la persona; la influencia de las tradiciones y de los hábitos; la influencia del medio ambiente, socio-cultural y las circunstancias de tiempo y lugar.
f)    Por tanto, el sujeto no puede aprehender el objeto ni su significación y sólo analiza los límites “concretos” del conocimiento que se puede alcanzar y es el conocimiento probable (probable es lo que se acerca a lo verdadero, pero no es lo verdadero en sí). No hay verdad ni certeza, pero sí probabilidad del conocimiento (los juicios del individuo jamás podrán ser verdaderos, pero sí podrán ser o mejor son probables). Es imposible la existencia del acto del pensamiento (pensar implica emitir un juicio de valor), pues de haberlo significaría que el conocimiento es posible y lo que sostiene el escepticismo es que no se puede llegar a conocer la verdad de las cosas (eso no se puede poner en duda, imposibilidad) porque no hay aprehensión alguna del objeto por aparte del sujeto, toda vez que el escepticismo plantea la suspensión del juzgar, del pensar, del razonar (pues al no emitirse juicio alguno sobre las cosas no hay conocimiento). Pirrón propugnaba el “indiferentismo” del sujeto frente al objeto, el abstencionismo en la emisión de juicio ante un objeto que se le presenta al sujeto a efecto de alcanzar la verdadera felicidad humana, la felicidad permanente y perfecta que implica imperturbable tranquilidad del alma (Ataraxia).[1]

El escepticismo funda la DUDA y NIEGA la posibilidad del conocimiento por el hecho de que los sentidos son engañosos; porque se producen en el individuo ilusiones y alucinaciones que determinan que lo percibido o aprehendido por el sujeto no concuerden con la realidad del objeto. El escepticismo supone que el error y la verdad se confunden en el entendimiento humano, por lo que en varias ocasiones es necesario y mejor “suspender” el juicio, es decir, no negar ni tampoco afirmar.


FORMAS DE ESCEPTICISMO

Hay diferentes formas de escepticismo: Escepticismo lógico, escepticismo metafísico, escepticismo axiológico, escepticismo metódico y escepticismo sistemático.

Escepticismo lógico: Niega la posibilidad del conocimiento; niega que los objetos, hechos o cosas de la realidad puedan ser accesibles a los sentidos y a la razón.

Escepticismo sistemático: Niega la posibilidad de tener conocimientos verdaderos, ciertos, confiables y seguros de los objetos, hechos o cosas de la realidad.

Escepticismo metafísico: Llamado también positivismo, niega el conocimiento de las últimas razones de los objetos, hechos o cosas de la realidad.

Escepticismo metódico: Pone en duda todo cuanto se presenta como verdadero en la realidad, para luego ir desechando lo falso y llegar finalmente al conocimiento verdadero.

Escepticismo axiológico: Denominado también agnosticismo, niega la posibilidad del conocimiento absoluto y del conocimiento moral.

Podemos concluir diciendo que nadie en el mundo puede ser escéptico total o absoluto (duda universal) y viene muy bien al caso las precisiones de Hernández Chávez[2], cuando dice: “La Psicología demuestra que el escepticismo9, como psicofenómeno mental, es imposible, en su absoluta generalidad, de duda universal profesada. Pues la conciencia en el momento de llegar a la incertidumbre total, atestiguaría categóricamente, su certeza de haber llegado a la duda universal; con lo cual atestiguaría, que de eso no dudaba…Si hubiera una persona, que se persuadiera de que sí puede dudar de todo, debería ser objeto de atención y estudio en Psicopatología, como un caso de psicosis paranoica. Como filosofía es absurdo el escepticismo absoluto, porque contendría en sí, varias contradicciones, condensables en ésta: estoy cierto de que nada hay cierto. Luego:
1.   Admite la certeza de la no-certeza.
2.   Admite con certeza su propia existencia y actividad mental.
3.   Admite con certeza que no es lo mismo dudar que estar cierto.
4.   Admite con certeza que la duda no puede ser simultáneamente certeza.
5.   O sea que debe admitir como indiscutible el principio de contradicción”.







[1] Pirrón, el escéptico, consideraba que la ataraxia se alcanza absteniéndose de enjuiciar las cosas, manteniéndose indiferente a todo cuanto acontece en el mundo exterior, a las alegrías y a las penas, liberándose de valorar los acontecimientos del mundo, como condición para alcanzar la tranquilidad del alma y la felicidad perpetua.
[2] Hernández Chávez, J. Lógica. Editorial JUS, Décima edición, México, 1964, págs.. 156, 163 y 164.
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