PARA LA EXISTENCIA DE UNA PRENSA LIBRE
Escribe: Eudoro Terrones Negrete
Si no se protege la libertad de expresión las demás
libertades, que dependen en gran parte de ésta, se verían afectadas y
amenazadas por el poder político o económico.
Para la existencia de una prensa
libre se requiere del cumplimiento de los requisitos siguientes:
Dispositivos legales que
protejan y estimulen la libertad de prensa, la seguridad personal y profesional
del periodista.
Organizaciones de medios de
comunicación con vocación e ideales democráticos.
Establecimiento de estructuras
económicas que promuevan el desarrollo de una prensa libre y responsable.
Códigos de ética, a nivel de
medios de comunicación y de gremios de la prensa, que se cumplan.
Estados que no limiten el
acceso a los insumos, a los sistemas de distribución ni obstaculicen el
desarrollo de las actividades de las agencias de prensa, no restrinjan la disponibilidad
de frecuencias o las instalaciones necesarias para la difusión audiovisual.
Existencia de un Estado de
Derecho, con la práctica permanente de la denominada garantía de audiencia, que
impida privar a una persona o a los periodistas de sus derechos sin previo
juicio en que se les confiera la oportunidad de defenderse.
Libertades plenas, haciéndose
eco de las expresiones de Voltaire: “No estoy de acuerdo con lo que usted dice,
pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo”, y de John Milton: “Dadme
la libertad de conocer, de expresarme y de razonar libremente según mi
conciencia, por encima de todas las libertades”.
Existencia de fronteras
nacionales que estén abiertas a los periodistas extranjeros; no deben aplicarse
a éstos determinados cupos, se les debe permitír viajar libremente dentro del
país y tener el derecho a importar y exportar material y equipo profesional
necesarios para el mejor cumplimiento de sus funciones profesionales.
Voluntad y capacidad de los propietarios de los medios
y de los periodistas para usar – más no de abusar- el medio de expresión con
responsabilidad y con la obligación moral de investigar los hechos sin
prejuicio ni presiones así como de difundirlos sin voluntad maliciosa.
Que el Estado garantice que los periodistas no sufran
hostigamiento de parte de la autoridad o de otras personas.
Libre acceso a
las fuentes de información y de comunicación.
Libertad de
interpretar y analizar los hechos noticiosos y la de fundar, circular, editar y
manejar medios de comunicación.
No existir
desinformación. La desinformación hace referencia a un servicio oficial que
depende de algún gobierno para provocar y lograr cambios de actitud en la
opinión pública mediante la difusión deliberada de falsedades con propósito
eminentemente político.
Códigos de ética a nivel de medios y de gremios
periodísticos que sean cumplidos por los periodistas.
Que los Estados presten garantías jurídicas para el
acceso al papel prensa, a las fuentes de información y a la formación de medios
de comunicación.
Desaparición de la censura previa y de la censura
posterior por parte de alguna autoridad del gobierno o de cualquier otra forma
de control de la actividad informativa por parte del Estado.
Existencia de
organizaciones gremiales de periodistas o de comunicadores sociales con
dirigentes capaces, honestos y responsables.
Existencia de
periodistas profesionales y éticos, con responsabilidad social, jurídica y
moral.
Existencia de
empresas periodísticas con independencia de criterio e independencia
económico-financiera.