¿QUÉ
ES EL CONOCIMIENTO?
Escribe:
Eudoro Terrones Negrete
El conocimiento es
acción y efecto de conocer; significa saber lo que es verdad y lo que es falso,
saber lo que es bueno y lo que no es bueno y
obrar de acuerdo con ellos. El conocimiento es la
aprehensión intelectual de un objeto de la realidad natural o social por el
sujeto y que proporciona información sobre las características, cualidades,
propiedades, estructuras, forma, contenido y relaciones del objeto dentro de un
determinado espacio y tiempo histórico.
El conocimiento es un
producto de la actividad de conocer; es un proceso evolutivo, dinámico,
cambiante, histórico y dialéctico, que transcurre desde una realidad
desconocida hacia una realidad que se llega a conocer, tras la aplicación de
las facultades intelectuales del ser humano en un determinado medio natural y
social.
El hombre, por su propia naturaleza, tiene necesidad
de conocer y de utilizar el conocimiento para la mejor comprensión de sí mismo,
de la naturaleza y de las cosas y la solución de sus problemas en el
transcurrir de su existencia. Lo opuesto al conocimiento es la ignorancia.
Respecto al
conocimiento, Ezequiel Ander-Egg[1]
considera que “Se trata de un fenómeno multidimensional que no podemos reducir
a algunas de las formas de actividad con las que se expresa y realiza el
conocer: información, percepción, memoria, descripción, imaginación,
pensamiento, etc. Por otra parte, el conocimiento es, a la vez, una competencia (aptitud para producir
conocimientos), una actividad cognitiva,
que se efectúa en función de esa competencia, y un saber, resultado de esas actividades”.
La palabra conocimiento comprende tanto el
conocimiento propiamente dicho como el conocer. El conocimiento es el producto
de la actividad de conocer, de la relación convenida, deseada o pactada por el
sujeto con el objeto. Nada llega al sujeto si no es el conocimiento.
Al producto del acto de conocer se denomina
conocimiento. Todo aquello que es el resultado de la observación,
experimentación y comprensión de la mente del hombre referente a los objetos,
hechos, fenómenos o situaciones de su realidad circundante, se denomina conocimiento. En otras palabras, el
producto del conocer es el conocimiento.
El
hombre es, por naturaleza, un ser cognoscente, capaz de producir nuevos
conocimientos, capaz de orientar y de reorientar el comportamiento humano a
través de las anchas avenidas de su devenir histórico y existencial, dentro de
un proceso dialéctico de aprendizaje, auto-aprendizaje e inter-aprendizaje.
Sin
la facultad intelectiva, sin el poder del conocimiento que subyace en el ser
del hombre, sería imposible que éste pudiera afrontar sus problemas, enigmas,
dilemas, retos y paradojas que le depara la vida o encarar con éxito los
desafíos del presente y del futuro.
El
conocimiento es una de las actividades fundamentales, útiles e imprescindibles
de todo ser humano. El conocimiento es el resultado de la actividad de conocer,
a través de la formación de conceptos, juicios, inducciones y deducciones. Y
conocer es captar mentalmente una serie de cualidades, propiedades,
características, modos, relaciones o el comportamiento de los objetos. Conocer
es procurar que la realidad venga a nosotros en su forma de ser y de actuar.
En
virtud del conocimiento, el hombre orienta su existencia en el mundo; aprende a
interpretar, describir, explicar, dominar y transformar la realidad. Sin el conocimiento es imposible el
desarrollo humano, la educación, la cultura, la ciencia, la tecnología y el
desarrollo de la sociedad, Sin el poder del conocimiento sería imposible que el
hombre pudiera afrontar aquellos problemas, enigmas, dilemas, paradojas, retos históricos de la vida o los desafíos
del presente y del futuro.
"Todo
hombre desea naturalmente saber", “el conocimiento es la adecuación de las cosas
y el intelecto” dijo Aristóteles, hace muchos siglos, en la Grecia antigua. Por
su parte, Santo Tomás de Aquino, en su obra "Suma Contra Gentiles",
reproduce similar idea cuando expresa: "La naturaleza ha depositado en
cada hombre la necesidad de saber la causa de aquello que ve; y precisamente
por la admiración de lo que veían (los hombres), y cuyas causas les eran
desconocidas, los hombres empezaron a filosofar, y finalmente descansaron al
encontrar la causa de cuanto buscaban".
El hombre no sólo construye y transforma cosas (homo
faber), también contempla el mundo
que le rodea, procura aprehender la esencia y existencia de cada objeto, cosa,
hecho, situación o fenómeno de su derredor; opta por emitir una serie de ideas,
conceptos, juicios, razonamientos (homo sapiens). En este sentido, toda
Teoría del Conocimiento estudia la relación entre el sujeto y el objeto y los problemas que esa relación plantea.
Todo aquello que es el resultado de la
observación, la experimentación y la
comprensión de la mente del hombre referente a los objetos, hechos, fenómenos o
situaciones de su realidad circundante, se denomina conocimiento. .
El conocimiento es una de las actividades
fundamentales, necesarias, útiles e imprescindibles de todo ser humano. El
conocimiento es el resultado de la actividad de conocer, a través de la
formación de conceptos, juicios,
inducciones y deducciones. En virtud del conocimiento, el hombre orienta su
existencia en el mundo, aprende a interpretar, describir, explicar, dominar y
transformar la realidad. Sin el conocimiento
es imposible el desarrollo humano, el desarrollo de la sociedad, la educación,
la cultura, la ciencia y la tecnología. Sin el conocimiento sería imposible que
el hombre pudiera afrontar los problemas, enigmas, dilemas, paradojas, retos históricos de la vida o los
propios desafíos del presente y del futuro.
[1] Ander-Egg, Ezequiel. Diccionario de Pedagogía. Edición
ampliada. Editorial Magisterio del Río de la Plata, Argentina, 2ª. Edición,
pág.62.